Tito Ramoneda (director de The Project y del festival) declamó emocionado: “Aquest any toca”. La tarea ha sido peliaguda, casi imposible de emprender, sin embargo, la ilusión, el esfuerzo y el apoyo de salas músicos e instituciones, ha hecho realidad lo que hace unos meses parecía imposible. Unos treinta mil espectadores podrán asistir a más de sesenta conciertos que serán más íntimos (las medidas de seguridad y capacidad mandan) aunque se intuyen memorables. La organización se ha visto obligada a realizar juegos malabares con los números, arriesgando con un presupuesto inferior al de años anteriores. Pese a ello, Ramoneda se sentía muy satisfecho con los resultados alcanzados e incluso anunció precios reducidos.
La programación
El director artístico del Festival, Joan Anton Cararach, anunciaba a bombo y platillo el concierto inaugural: Natalie Dessay presentará en el Palau de la Música, en compañía del contrabajista Pierre Boussaguet, el espectáculo Legrand enchaunteur (La música de Michel Legrand) basado en las obras del prodigioso compositor francés, una cita ineludible.
En esta condicionada edición, las mujeres tendrán un protagonismo especial: además de la insigne soprano francesa, podremos disfrutar de Ute Lemper interpretando a Marlene Dietrich; sendos recitales de Silvia Pérez Cruz; A Swingin’ Story, el nuevo proyecto de Andrea Motis y Randy Green o las emergentes Carolina Alabau y Èlia Bastida, entre otras.
En el capítulo masculino destacan Marco Mezquida que ofrecerá una maratón titulada All About Marco y el magistral pianista Brad Mehldau, quien recibirá la Medalla de oro del certamen.
La dificultad de incluir artistas foráneos ha sido un listón difícil de superar, con todo, disfrutaremos del guitarrista Lionel Loueke, Hamid Drake, Scott Hamilton o del David Murray Trio, cuatro suculentos platos.
Asistiremos también a las despedidas de Locomotora Negra y de los legendarios Pegasus, así como la celebración de los 15 años cumplidos por la Sant Andreu Jazz Band o el habitual apartado de góspel. Tampoco deberemos perdernos las clases magistrales del Conservatori del Liceu, imprescindibles para “connaisseurs”.
En el indispensable ciclo flamenco deCajón!, podrán deleitarse con María José Llergo, el trio Benavent, Di Geraldo, Pardo, Vicente Amigo, Tomatito y el gran Miguel Poveda.
Nuevos espacios
El Festival regala, este año novedades importantes: a los habituales recintos del Gran Teatre del Liceu y su Conservatori, el Palau de la Música, la sala Barts o el Teatre-Auditori San Cugat, se le unen el Milano Jazz Club y el Palau Robert, donde se ofrecerán además de actuaciones, charlas protagonizados por diversos artistas.
La otra singularidad importante es la posibilidad de ver desde New York en “streaming” lo que suceda en una catedral del jazz como el Village Vanguard o en el legendario Smalls Jazz Club. Una de las cunas del jazz, está pasando por momentos muy dificultosos y Barcelona se propone apoyarla dentro de sus posibilidades, obligatorio estar atento.
Desde esta humilde revista nos sumamos al apoyo por la causa jazzística e intentaremos informarles de todo lo que vaya sucediendo en tal trascendental acontecimiento.
El 52 Voll-Damm Festival de Jazz de Barcelona se ha reinventado forzosamente y luchará para que su causa no se vea afectada. En esa ardua cuita, nada llevadera, debemos estar unidos, el jazz y la música en general, nos necesitan más que nunca. Allí estaremos.
Autor de este artículo
