El cultural ha sido sin duda uno de los sectores afectados (sino el que más) de la crisis de la COVID-19. Porque sí, porque la cultura ha sido silenciada. Se han suspendido la mayoría de actividades de música en directo, se han cerrado bares, salas de fiesta o restaurantes y han aumentado las limitaciones para adquirir música en formato físico. Aun así, la pandemia también ha traído algo positivo por extraño que parezca: un incremento de la creación del contenido musical. Gracias a este y al auge alcanzado por los nuevos canales de difusión, La Cupula Music ha logrado obtener más de mil millones de streams durante los primeros nueve meses del 2020.
Esta cifra de streams marca un récord anual para una empresa que sirve como plataforma de distribución para unos 12.000 artistas independientes, que suman más de 100.000 tracks en 36 plataformas digitales diferentes a nivel mundial. Además, la mayor parte de los miles de streams al mes los han generado con un 36,8% pistas de hip hop y rap, le siguen en la cola R&B y pop.
La pandemia mundial ha hundido los ingresos para la mayor parte de trabajadores del sector musical y en algunos casos han sido las plataformas digitales su salvavidas. Los mil millones de reproducciones alcanzados han significado algo más de 2 millones de euros en regalías generadas por artistas independientes mayoritariamente de España, Estados Unidos y varios países de Latinoamérica.
De esta manera, La Cupula Music se ha convertido en la distribuidora oficial de referencia en nuestro país gracias al compromiso des del origen, apostando por los artistas emergentes, y por compartir conocimientos, tal y como afirma José Luis Zagatea, CEO y cofundador de La Cupula Music, “la empresa fomenta la publicación de artículos de formación y el uso de herramientas y plataformas, participando activamente en sesiones de formación colaborando con universidades y centros de enseñanza y organismos que fomenten la formación DIY e intentando compartir de forma transparente todo nuestro know-how”.
Esta cifra de reproducciones en el 2020 nos permite ver la dirección en la que evoluciona la distribución de música en formato digital. Aparece un negocio más amplio a escala mundial, con un riesgo creciente de fraude y con un factor para tener en cuenta, el Big Data. Parece ser que la vorágine de información existente ha influido en que solo unos cuantos que tienen los recursos necesarios puedan sacar beneficio, pero tal y como afirma Zagazeta, “hay también una parte del sector muy en línea con el relieve generacional de milenials y centenials, esto les permite encontrar más oportunidades y escalar con mayor facilidad. Es esta gente la que definirá el futuro de la industria”.
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