El cantante americano Micah P Hinson (no te voy a dar la turra con su biografía, lee su perfil si quieres saber más sobre él) nos recibe antes de uno de sus conciertos para hablar sobre música, política, mística y religión. Cercano, respetuoso, sincero e irreverente. Así es Micah, un hombre envuelto tras una nube de humo, ataviado con una guitarra mágica, con tiempo para reflexionar a todo lo que contesta y tan natural que solo acepta ser llamado artista o músico entre comillas.
¿Cómo ha ido la prueba de sonido?
Fue bien, pero no pongo demasiado en las pruebas de sonido, con comprobar que mi voz y la guitarra suenan bien me vale… No invierto más de cinco o diez minutos en ellas, no soy de esos que prueban cada canción del concierto.
Un tío seguro, ¿eh?
No es seguridad, es dejar cosas a merced del misterio, ¿sabes? Si cuando venga la gente sueno maravillosamente o sueno como una mierda, le diré al técnico que haga esto o lo otro. Un show es como una ameba, es algo que se mueve y en lo que se involucran y comulgan personas, almas y otras cosas… para que la música en directo sea una experiencia real debemos querer y necesitar los errores que puedan surgir mientras tocamos.

Para que la música en directo sea una experiencia real debemos querer y necesitar los errores que puedan surgir mientras tocamos.
Para tu último trabajo When I shoot at you with arrows, I will shoot to destroy you te inspiraste en Santiago de Compostela, ¿que fue lo que te llevo a escribir sobre ella?
Yo tenía unos 33 años y mi mujer y yo visitábamos a muchos doctores que no paraban de decirnos «Mister Hinson, usted no puede tener hijos», «necesitamos enviarte a una clínica de fertilidad y va a costarte sobre 40.000 dólares…» y yo estaba en plan ‘que te j*dan tío, aceptaré un milagro o no aceptaré nada’. Y un mes después mi mujer y yo estábamos embarazados de nuestro primer hijo. Antes de descubrir que no podía tener hijos, estuve en Santiago unas seis veces en un periodo de cuatro meses. Visitaba la catedral a diario. Una vez fui seis veces en el mismo día para contemplar el universo, divagar sobre lo que Dios podría ser y lo que es, preguntarme si los milagros podrían existir… poco después tuvimos a nuestro primer hijo y ahora estamos esperando al tercero. No sé, me siento muy cerca de la catedral. No sé si ella respondió a lo que quería y necesitaba o si la ciencia se equivocaba.
Interesante.
Además, están las estatuas de los 24 músicos que se preparan para tocar, con Jesús en medio con las manos levantadas y el Apocalipsis a punto de empezar. Lo vi y pensé ‘joder, esto es una genialidad’ y quise hacer una grabación muy rápida, así que junté a 24 músicos de todo Texas en un bar y revisamos canciones que había escrito unos meses atrás. Las practicamos durante 24 horas y las grabamos durante las 24 siguientes, así que todo fue hecho en 48 horas. Ellos decidieron ser anónimos, como los músicos que aparecen en las estatuas… y, bueno, podría seguir hablando de esto durante horas porque he pensado mucho sobre esta grabación ya que tiene mucho significado. Aunque en realidad todo lo que hago tiene mucho significado, no me dedico a poner mierda arbitraria en plan ‘ese cuadro es bonito, voy a incorporarlo’. Para mi, como músico y artista entre comillas, quiero poner pensamiento y detalles en todo lo que hago.

Sé que para que haya cambio es necesario estar involucrado y votar, y lo hago... hago lo que puedo.
Este álbum se llama When I shoot at you (…) y el previo Broken arrows. ¿Esa fijación con las flechas tiene algo que ver con un complejo de Robin Hood?
Siempre me han gustado las flechas, soy nativo americano y mis antepasados usaban flechas… pero no tiene nada que ver un álbum con el otro. Broken arrows habla de la destrucción de los nativos, una flecha entera representa una nación unida y nosotros no somos una única nación, somos múltiples naciones. La ‘broken arrow’ indica que las cosas no están bien. Es como poner en América la bandera boca a bajo, eso significa que algo va mal y que tus vecinos se van a enfadar porque creerán que no estás de acuerdo con el gobierno.
Hablando del gobierno estadounidense, cada día nos llegan miles de noticias sobre el clima político americano, ¿cómo te afecta como personaje público?
¿Personaje público? Definitivamente no soy un personaje público.
¿Y como artista entre comillas?
Joder… creo que no debería hablar de esto, pero ahí voy. En mi día a día, me levanto, veo a mi mujer, crío a mis hijos… hago esas cosas que los padres hacen. La América en la que vivo parece la misma de siempre, pero cuando te paras a observar a ese p*to lunático, sacrílego; la gente que se ha puesto en posiciones de poder, no solo en mi país, sino en todo el mundo; cuando te paras a escuchar toda esa mierda, la vida se vuelve rara y ahí quiero dejarlo todo, no involucrarme en nada. Sé que para que haya cambio es necesario estar involucrado y votar, y lo hago… hago lo que puedo. Lo único que podemos hacer ahora es votar, esperar en nuestra cueva, vivir la vida y no dejarnos confundir por las cortinas de humo… Dios, en qué maldito mundo vivimos. Es como si nunca aprendiéramos, no dejaremos de estar aislados si siempre cometemos los mismos errores. Tiene que dejar de ser así.
Aquí estamos teniendo nuestro propio momento de crisis política, por ejemplo en el sur ha ganado una coalición de partidos de derecha.
Eso da miedo. No sé muy bien qué decir acerca de mierdas políticas… todo lo que sé es que algo va mal cuando se suprime la libertad de pensamiento, de prensa y los derechos humanos: la libertad de expresión, incluso el ‘discurso de odio’, creo que aunque suene raro todos tenemos derecho a manifestar que aborrecemos algo, porque hacerlo está contenido dentro de nuestra libertad de expresión, aunque ojo, eso no da permiso para actuar contra lo que aborrecemos. En Texas estoy rodeado de muchísimos grupos de odio que no actúan con odio, solo lo manifiestan. Es muy raro porque se sientan juntos y se quejan sobre cómo ese otro grupo al que odian les molesta y les oprime… es fascinante, realmente fascinante.

Estoy esperando a que un 'país-sin-nombre' nos mande un misil nuclear y nos quedemos sin electricidad… a ver qué coño hace la gente.
Quizá, tal y como tú tuviste tu milagro personal, puede haber un milagro que arregle la situación política actual. ¿Deberíamos ir a rezar por el mundo o esto solo va a ir a peor?
The fucking Christ… creo que en lo único que podemos decirle a la gente que haga es leer A tale of two cities (Historia de dos ciudades), de Charles Dickens, un libro que va sobre la revolución francesa. Habla de cosas muy profundas, aunque mientras lo lees puede parecer amenazador, trata sobre esta capacidad asombrosa de los humanos para sobreponerse.
¿Por nuestra faceta animal que nos hace adaptarnos, sobreponernos y evolucionar?
Sí, es exactamente eso. Hay personas que tienen una ‘enfermedad’ que les imposibilita adaptarse, que les obliga a mantener una visión inmovilista sobre cómo vivir su vida. Esas personas se olvidan de su parte animal y de las cosas que podemos conseguir como humanos. Es como lo de la iglesia que no cree en la evolución, no cree que el hombre tiene estas tendencias animales y que hemos evolucionado para ver, ser o sentir cosas determinadas… eso es jodidamente raro. La gente de Texas y otros lugares remotos no tienen una concepción tan grande del mundo ni piensan en lo que realmente está pasando, tienen una mentalidad tipo ‘trabajo en un Walmart y esto es lo que hacemos’. Esa es una forma peligrosa de ser, porque cuando toda esta mierda explote, todo el mundo se volverá loco. Estoy esperando a que un ‘país-sin-nombre’ nos mande un misil nuclear y nos quedemos sin electricidad… a ver qué coño hace la gente.
Estás esperando por el drama, ¡sí señor!
Risas. Pero para ver lo que pasa, ¡será divertidísimo! Sí, mucha gente morirá y será duro, pero es que hay muchas cosas en nuestra vida relacionadas con la electricidad. Será fascinante porque no podrán jugar a videojuegos nunca más.
Permíteme una última pregunta relacionada con las portadas de tus álbumes, desde esos primeros trabajos acompañados por fotografías sacadas por ti a las portadas ilustradas de los últimos, ¿piensas en las portadas mientras escribes las canciones o es algo que viene a posteriori?
Para este último trabajo tuve una especie de visión, se la conté a mi hermano y él la pintó… acabó siendo la portada del disco. Creo que definitivamente tiene que ver con el contexto de la grabación, las canciones y el álbum. La portada de The holy strangers es una foto de un dibujo que un tío hizo a lápiz de mi, creo que estaba en Barcelona y tiene que ver con ese momento en el que lo grabamos, pero hablando de la chica con el arma o la cinta… sí, definitivamente saqué esas fotos. Tengo un archivo de fotos masivo, como para hacer discos durante los próximos 67 años.
Por cierto, he visto que no tienes una botella con Cool Aid, parece que has cambiado.
(Negando con la voz). No, yo nunca cambio.
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