Cold to see clear es la canción que eligió Nada Surf para dar comienzo su concierto en la Razzmatazz II, también llamada The Loft, donde presentaban su nuevo y octavo disco You know who you are (Ernie Records, 2016). Es de estas bandas que aparecen en el manual imaginario de grupos rock alternativos que llevan una veintena en escena y deberías conocer si todavía no conoces. Y lo demostraron.
Con Believe you’re mine, aunque es del actual disco, la banda nos transportó a una adolescencia de la que no queremos huir. Una llena de sueños, en la que pensamos que algún día amaremos a alguien y a la vez cuidaremos de nosotros mismos. Sentimiento que se acentuó con la posterior 80 windows, (The proximity effect, 1998). Pero los asistentes ya venían con una buena dosis de juventud porque antes habían actuado The Crab Apples presentando su nuevo EP Hello Stranger. Comparten estudio en Arenys de Mar con Joan Colomo (Nautilus Recordings); les ha apadrinado MondoSonoro y, en definitiva, Carla Gimeno, Laia Alsina, Mauro Cavallaro y Laia Martí lo están petando.
Nada Surf mezclaba temas de sus anteriores discos con el nuevo, sobre todo, de Let go (Barsuk Records, 2002), como Blonde on blonde o The way you wear your head. Mientras las personas poco refinadas musicalmente estaban viendo a Justin Bieber y los rockers veteranos a Europe, los nostálgicos estaban muy entretenidos con la banda neoyorquina Nada Surf. Si alguno se ha perdido este concierto, tiene una segunda oportunidad en el Ebrovisión 2017 (principios de septiembre en Burgos), o en el Festival Gigante, donde también actúa Iván Ferreiro (también a principios de septiembre en Guadalajara), o en ambos, todo se puede.
mientras las personas poco refinadas musicalmente estaban viendo a Justin Bieber y los rockers veteranos a Europe, los nostálgicos estaban muy entretenidos con la banda neoyorquina Nada Surf
Matthew Caws (voz, guitarra) y Daniel Lorca (voz, bajo) llevan dando caña desde 1992, y se nota en algunos tics: el madrileño estuvo casi todo el concierto con un cigarro no encendido en la boca, quizá también nostálgico de cuándo se podía fumar en los escenarios. Matthew hablaba en castellano entre canción y canción, incluso se aventuró a hablar de las diferencias entre el cuerpo y el espíritu. Incluso con temas tan trascendentales se le entendía mejor que a Daniel. A Ira Elliot (batería) le han nominado como mejor batería de música alternativa y la ‘nueva’ incorporación, Doug Gillard (guitarra, coros), le da empaque y fuerza al cuarteto.
Con un público ya completamente entregado, tocaron su tema más ‘popular’. De su primer disco, High/Low (Elektra, 1996): Popular. Si ya nos sentíamos como adolescentes, con este tema volvimos a las aulas. La última canción, Blankest year, dio el subidón final de energía, incluso subieron al escenario las chicas de The Crab Apples bailando y saltando. Oficialmente se acababa el concierto. Algunos empezaron a levantar campamento, pero volvieron rápidamente al escuchar la interpretación a capela de Blizzard of ’77 (Let go, 2002), y fue aún más romántica que la de Londres.









Autores de este artículo

Paula Pérez Fraga

Víctor Parreño
Me levanto, bebo café, trabajo haciendo fotos (en eventos corporativos, de producto... depende del día), me echo una siesta, trabajo haciendo fotos (en conciertos, en festivales... depende de la noche), duermo. Repeat. Me gustan los loops.