A excepción de Masego, cuya música mezcla jazz, soul, electrónica y trap —una propuesta muy Sónar—, los grandes nombres del Sónar de Día eran locales y nacionales. Masego tiene sus orígenes en Jamaica, y Bad Gyal encuentra allí su inspiración. “A bailar, coño, que esto es una fiesta”, gritaba con el autotune a rienda suelta. Alba Farelo presentaba nuevo show, en el que iba intercalando sus hits más conocidos (sonó, por ejemplo, Mercadona e incluso un lejano pai pai pai pai pai) con canciones nuevas que grabó recientemente en Nueva York (ciudad a la que hace alusión en una de sus últimas letras). Después, Internationally, quintaesencia del momento que está viviendo de un tiempo a esta parte. Porque lo cierto es que su ascensión a las nubes ha sido imparable, meteórica, casi celestial. Así, hace apenas dos años estaba dando unos nefastos primeros conciertos; y ahora la vemos en el escenario principal del Sónar con un show completo y profesional en el que interpretó, entre muchos otros temas, su colaboración con Busy Signal, eminencia del dancehall. Decían de Rosalía en el Primavera Sound que se había convertido en profeta en su tierra. Pues Bad Gyal en el Sónar se convirtió en nuestra virgen santísima, madre de Jesús de Nazaret… nuestra Santa María.
Otra santa que pudimos ver en el Sónar de Día: Virgen María. La hija de Verónica Forqué enamora a sus feligreses utilizando la barra de pole dance para escenificar una cruz o peinándose su largo pelo antes de ponerse una aureola. Show interdisciplinar y discurso propio, igual que Dengue Dengue Dengue o Sevdaliza, entre otros. Y, por supuesto, Arca, artista de Venezuela que desafía los códigos binarios, los límites del espacio-tiempo y la dualidad proveedor-espectador. Interesantes también otras propuestas locales como Deva y su particular mezcla de músicas urbanas y neosoul; Lil Moss acompañado de numerosos amiguis; Aleesha, con una actitud de diva que ya quisieran muchas, montando el fiestote a las cuatro de la tarde o Cecilio G, que entró triunfal a lomos de un caballo —quién se lo iba a decir cuando de teenager se colaba en el festival—.
Acabamos con otro gran nombre del talento patrio: Dellafuente. Me pelea quizá sea su único hit en solitario. Los demás —Mi gitana (con Rels B), Ya no te veo (con Novedades Carminha), la reciente Tenamoras (con Mala Rodríguez) o Dineros (con un Morad presente). Trapero flamenco le dicen. El de Granada le dio a su gente lo que quería —es decir, un show dinámico y muy lúdico-festivo— aunque quizá con demasiada diferencia entre los hits y el resto de canciones, sobre todo en la primera mitad del concierto. Dentro del SónarDôme, todo el mundo estaba acalorado, abanico en mano, Y fuera… Manos en alto, pelos de todos los colores, piernas moviéndose frenéticamente, gafas de sol poniéndose y sacándose, frentes sudorosas, looks que merecen un capítulo aparte… muchas sonrisas, mucha fiesta. Sónar by Day no es el hermano pequeño de Sónar by Night, más bien son mellizos distintos entre sí.
Autores de este artículo
Paula Pérez Fraga
Víctor Parreño
Me levanto, bebo café, trabajo haciendo fotos (en eventos corporativos, de producto... depende del día), me echo una siesta, trabajo haciendo fotos (en conciertos, en festivales... depende de la noche), duermo. Repeat. Me gustan los loops.