Al parecer, la psicodelia, como el rock, no morirá nunca. Al menos, mientras haya bandas como Temples dispuestos a reivindicarla. Y no solo la reivindican, el cuarteto de Kettering también intentan actualizarla, mezclándola con componentes del dream pop e incluso la electrónica, al más puro estilo Unknown Mortal Orchestra o Tame Impala. La banda británica presentó el viernes en sociedad su cuarto álbum de estudio Exotico (ATO Records, 2023) ante una Paral·lel 62 que presentaba una buena entrada.
Fieles a su estilo sosegado y elegante, Temples recorrió las islas fantasmas que presenta en su último trabajo, arrancando por la sinuosa Liquid Air. Ahora bien, el primer golpe de efecto entre el público llegó con el pegadizo sintetizador de Certainty, interpretado por el ‘pluriempleado’ Adam Smith, que durante toda la noche se encargó a la vez de los teclados y la guitarra. Al más puro estilo revival del pop del final de los 60 y los 70, la formación británica combina baterías contundentes con atmósferas guitarreras y melosos sintetizadores que funden en temas de largo desarrollo como Exotico, canción que da nombre a su último trabajo.
Desde sus inicios en 2012, Temples ha tenido que cargar con la carga que suponen algunas etiquetas. Durante esta década, han corrido ríos de tinta sobre los presuntos ‘Tame Impala británicos’. Sin embargo, su nuevo álbum Exotico da la sensación de ser el paso definitivo de la banda para abrazar este tipo de referentes y, en lugar de terminar imitándolos, darle una vuelta de tuerca más. Para ello, los británicos han contado en la producción con nada menos que Sean Ono Lennon (sí, hijo de Yoko y John), que ya les acompañó en su último álbum.
Después del descanso que significó la popera Over the vocal, la temperatura volvió a subir con Hot Motion, el energético corte homónimo de su tercer álbum, cuyo repetitivo estribillo hizo cantar a toda la Paral·lel 62. Un frenetismo que no decayó con la veraniega Gamma Rays, cuyo videoclip, que presenta una surrealista ciudad de vacaciones, se rodó curiosamente en Benidorm. No obstante, esta alegría de la pista contrastaba con la seriedad de unos Temples totalmente concentrados en sus instrumentos.
La parte final estaba reservada para los clásicos, o lo que es lo mismo en el caso de Temples, algunas de las piezas más destacadas de su alabado debut discográfico Sun Structures (Heavenly Recordings, 2014). Primero fue la lisérgica Mesmerise, durante la que el vocalista y guitarrista James Bagshaw decidió quitarse definitivamente la coraza y se lanzó al público, en el que fue sin duda el punto álgido de la velada. El cierre corrió a cargo de Shelter Song, tema que les dio conocer ante el mundo y que parece sacado de unas caras-b perdidas del Revolver de los Beatles. Quizás la mejor prueba de que el rock psicodélico todavía sigue muy vivo.




Autores de este artículo

Pere Millan Roca

Sergi Moro
Desde que era un crío recuerdo tener una cámara siempre cerca. Hace unos años lo compagino con la música y no puedo evitar fotografiar todo lo que se mueve encima de un escenario. Así que allí me encontraréis, en las primeras filas.