La vida, esa gran oportunidad que nos deja un día desnudos ante un mundo en el que paso a paso vamos encontrando, o no, muchas preguntas que nos hacemos: ¿Por qué estamos aquí? ¿Qué misión o no misión tenemos? Es increíble pensar la cantidad de gente que nos cruzamos en la vida, y pasa de largo; otra en cambio nos deja cicatriz, para bien o para mal.
Vengo hablar justo de eso, de las cicatrices, de cómo siento y veo la vida. También de un cara a cara conmigo mismo: una colección de nuevas canciones que verán luz en febrero de 2019. Pero antes, mi nombre es Ismael Romero Giménez, tengo 25 años, soy valenciano y vivo desde hace 6 años en Madrid. Me encanta la música, pasear, la cocina, el mar, escribir, la meditación, estar rodeado de mi familia y muchas veces, de todo el mundo.
Empecé en la música con 8 años cuando me regalaron mi primera guitarra. Al poco, le pedí a mis padres que me apuntaran a una academia, en la que cursé unos cuatro años. Formé y autoproduje una gira con 15 años, con mi primer grupo Piso 16. Y a los 18 años decidí marcharme a Madrid. Desde entonces grabé profesionalmente dos discos y ahora hay otro en camino: Antes de que esté prohibido (Warner Music, 2014) y Luminiscencia (Warner Music, 2017), así como el single Corriente (Sin Anestesia, 2018).
La música me ha servido de terapia vital, como una forma en la que verte cara a cara, sin filtros, sin etiquetas, con tus virtudes y defectos.
Hasta ahora he hecho un total de 123 conciertos y he tenido la grandísima fortuna de colaborar con artistas y amigos que siempre soñé. Digo esto porque una de las cosas más bonitas de la música es compartir un mensaje con alguien que admiras y quieres. Esa es una de las sensaciones más bonitas. Siempre tuve el sueño de vivir de la música, de compartir con el mundo un mensaje a través de mis canciones. Pero, sobre todo, la música me ha servido de terapia vital, como una forma en la que verte cara a cara, sin filtros, sin etiquetas, con tus virtudes y defectos.
Las cicatrices me encantan porque son una buena metáfora de la vida en su estado físico. Todas las cosas que nos pasan nos dejan sí o sí algún tipo de cicatriz, tanto buena como mala, que llevaremos con nosotros, que formará parte de nuestras vidas, para siempre.
Os invito a que escuchéis mis canciones, a que nos veamos en los conciertos y, sobre todo, os invito a vivir, pero vivir disfrutando de todo lo que os guste y soñéis. Yo siempre he sido muy soñador y es algo que llevo a fuego conmigo. Lo que sientas de corazón, hazlo. Porque no existe otra salida que la de mejorarse cada día y tirar pa’lante.
Un autoperfil es un texto que el propio artista ha elaborado sin apenas indicaciones por nuestra parte porque tenemos la sensación de que a veces los periodistas nos entrometemos demasiado y aún así no entendemos la totalidad del mensaje del artista. De este modo, los músicos pueden expresarse libremente y tú puedes descubrir su cosmovisión y su mundo de primera mano. Ya puedes consultar los autoperfiles de The Crab Apples, r.e.a.l., Didirri y Ramón Aragall.
Autores de este artículo