La verdad, no conocía La Habitación Roja hasta que me apunté al concierto. Había oído hablar de ellos, y la sensación que me daban era la que se confirmó este viernes en La [2] de Apolo: son, en esencia, una representación del indie pop español. Realmente, una representación de un tipo de persona, para el que adopto el nombre de la canción con la que empezaron la noche: Nuevos románticos. Sí, el público de la noche era una reunión de nuevos románticos, vestidos de camisa pero con Vans en los pies, a quienes les gusta que la música suene un poco a rock pero que las letras sean, sobre todo, de amor —apunte: el grupo tiene dos canciones con la palabra románticos en el título—. Que tienen, como dijo Pau el guitarrista en algún momento del concierto, «trabajos como contables o doctores, acompañados de planes como ir al Apolo pero hasta las once, porque han tenido un día largo en la oficina». Este aura viene dada no solo por la personalidad sino también por la edad: son un grupo con veinte años de trayectoria con audiencia fiel, lo que supone que fueron jóvenes hace un tiempo. Y no me malentendáis, todo esto no significa nada más allá de que no me sentí parte del grupo de gente de la que que estuve rodeada.
El intento de Pau de unir el final de La última noche del año con La segunda oportunidad se vio truncado por problemas técnicos con el in ear del líder del grupo. Unos cinco minutos de interrupción que aprovecharon para presentar a Enric, el nuevo teclista. Jorge anunció que Estrella herida de muerte y Líneas en el cielo son sus temas favoritos, lo que me hizo entender que lo ha pasado muy bien creando Memoria (por cierto, uno de los nominados a mejor disco nacional del año según la asociación PAM), el último disco del grupo. La de Pau es Berlín, y las del público, según intuí por la motivación que despertaron, Indestructibles y Ayer. Más que favoritos parecían himnos de las vidas de la gente del público: las cantaron, saltaron y gritaron, haciendo hasta más ruido que los músicos.
La Habitación Roja cerró la noche con Los últimos románticos y ¿Quién eres tú? en el último bis. Agradecieron una y mil veces la presencia y el apoyo que recibieron del público, y comentaron que fue uno de los directos con mayor asistencia.
He leído que su carrera es más bien una de fondo: once discos a lo largo de más de veinte años, consiguiendo seguidores que crecen lento pero seguro. El amor de éstos se notó el viernes en la sala. No pararon de cantar ni festejar, sobre todo el chico que tenía delante, que le recitó a la novia cada una de las letras que sonaron. Y debe ser bonito, no estar en la cima pero sí rodeados de seguidores tan entregados como esos. Esa noche un montón de ‘nuevos románticos’ volvieron felices a casa de haberse quedado hasta las once en el Apolo.






Autores de este artículo

Nadia Dubikin

Sergi Moro
Desde que era un crío recuerdo tener una cámara siempre cerca. Hace unos años lo compagino con la música y no puedo evitar fotografiar todo lo que se mueve encima de un escenario. Así que allí me encontraréis, en las primeras filas.