El piano del escenario estaba cubierto por un manto de humo rojo. Eran las siete y media de la tarde y la sala de conciertos de la Antigua Fábrica Estrella Damm aún estaba medio vacía.
El humo acabó impregnando todo el lugar. De pronto, empezamos a oír un sonido electrónico acompañado por la voz nítida de una mujer. Se trataba del grupo GANGES presentando su primer LP GANGES (Luup Records, 2017). Hace un año, el trío madrileño de dream pop nos sorprendía con cuatro canciones de su primer EP Lost Æsthetics (Luup Records, 2016), y ahora lo hacen inaugurando el festival Primavera Sound de Barcelona con su actuación el próximo lunes 28 de mayo.
Si tuviésemos que definir el estilo de GANGES podríamos decir que son hipsters; en cuanto al musical, ellos mismos hablan de una mezcla de sonidos electrónicos y orgánicos. La potencia, la calidad vocal de Teresa Gutiérrez con Let it die dejó a todos boquiabiertos. Nadie quedó indiferente hasta el final del concierto. Entre el repertorio incluyeron nuevos singles como Classic lover covers y 400 millas norte, su primer tema en español, y algunos antiguos como Hound. El nuevo disco saldrá a la venta el próximo 2 de marzo, pero los asistentes al concierto lo pudieron conseguir en primicia.
Entre los aullidos perfectamente afinados de Yellow lights, GANGES cerró su actuación para dar paso a la de su compañera de discográfica, Marion Harper.
En la piel del otro
Pretty face. Con estas palabras acompañadas por un sonido envolvente daba comienzo el concierto. La energía y el flow que transmitía la voz de la cantante llenaba la sala. Aunque el público estaba sentado, un par de personas no pudieron resistirse, mateniéndose de pie durante todo el concierto. Pura fuerza. La noche del sábado 17 de febrero Marion Harper presentó su nuevo disco, Hydrangea (Luup Records, 2017), en la Antigua Fábrica Estrella Damm, un álbum que está en el top 5 de los mejores discos nacionales de 2017 para la revista Mondo Sonoro.
Como en el concierto, todo comenzó con la canción Ice cream…
Hace meses, la cantante pidió en su Instagram que la gente comentase lo primero que se les pasara por la cabeza. A raíz de las ideas que surgieron, Marion formuló una historia. Una historia que muchos han vivido, una situación por la que ella pasó cuando se dio cuenta de que deseaba estar al lado de una persona que le estaba haciendo daño. “No tiene por qué ser algo amoroso”, apuntaba en una entrevista de El Periódico.
Fue precisamente escuchando a los demás como nació el segundo disco largo de Marion. Bautizado con el nombre de hortensia (hydrangea), una planta que cambia de color en función del lugar en el que está, en su nuevo álbum la cantante busca conectar con las experiencias de las personas, incluso de los animales, ponerse en el lugar del otro. Harper experimenta con la empatía en cada una de las canciones y consigue hacerse con el público.
Como la hortensia, el escenario cambiaba de color con cada tema y la cantante, mitad uruguaya, mitad británica, se mimetizaba. Hendrick’s nos sedujo con su expresividad y su dominio de la máquina de sonidos. Al acabar el tema, la vocalista se dirigió al público. “Estava desitjant que arribés aquesta nit”, explicaba tímidamente. Increíble. No parecía la misma que antes. Su expresión cambió por completo, desde la inicial mirada desafiante a otra absolutamente inocente y amable. Parecía que hubiera dos Marion diferentes: la que había escrito e interpretado un disco con unas canciones oscuras y la que quería saber si estábamos disfrutando del concierto.
La música de su nuevo disco es introspectiva, habla del amor, la pérdida y la muerte. Al ir a tocar Ivy explicó que se trataba de un experimento, una especie de prueba de empatía que dedicó a su madre, y con Ink se puso en la piel de su galgo June. Sin embargo, entre el repertorio no sólo encontramos material nuevo, también incluyó muchos temas antiguos como Mary de su EP Seasons (Luup Records, 2014), o Fairbanks de su primer disco largo Cotton candy (Luup Records, 2015).
Tanto músicos como público conectaron con la música de Harper: unos dándolo todo con sus instrumentos en el escenario, mientras que otros, aunque estuvieron sentados, con ovaciones. “Sois un público muy guay”, repitió la cantante varias veces. El tema Empty spaces de Seasons se desmarcó de los demás. Quizá porque se situaba en ese registro acústico, más folk, con el que Marion empezó su carrera.
Hacia el final del concierto llegó la esperada Mr. Ponytail, para la que Marion sacó tanta fuerza que la guitarra acústica cayó al suelo. La gente estaba entusiasmada. Con Madness la cantante agradeció a esas dos personas del público que habían estado de pie durante toda la actuación y pidió a todos los demás que se levantasen. “Os llevan un concierto de ventaja”, decía entre risas. Y cuando ya parecía que el concierto llegaba a su fin, Marion nos sorprendió, aún más enérgica, con Indestructible.
El objetivo de la cantante con su nuevo disco era ponerse en el lugar de los demás, pero tras el concierto consiguió asimismo que nos pusiésemos en su piel. Ahora esperamos impacientes su actuación el 1 de junio en el Primavera Sound 2018.






Autores de este artículo

Celia Sales Valdés

Mario Olmos
Vinculado a la fotografía desde el siglo XX. En los últimos años he juntado mi locura por la imagen y mi pasión por la música. Me consideran fotógrafo, pero me defino como alguien que deja momentos congelados con la intención de provocar una reacción.