Hace poco tuvimos la oportunidad de disfrutar en el In-Edit Festival del documental Poly Styrene: I’m cliché dedicado a la artista inglesa. Una figura que es necesario reivindicar. Porque cuando se habla de punk todo el mundo menciona a los Sex Pistols o los Clash, pero parece que nadie se acuerda de todas las mujeres que participaron en el movimiento. Y perdonad que os diga, pero el punk estaba lleno de mujeres. Poly Styrene fue una de las más importantes y probablemente, la mayoría de gente no sabrá quién es. Ya solo por Germ Free Adolescents, el disco que su banda X-Ray Spex publicó en 1978, deberían entrar en el Olimpo de los dioses del punk y del rock en general. Sino lo habéis escuchado, ¿no sé a qué coño estáis esperando?
Pocas canciones punk eran tan redondas y trataban temas tan punzantes como las suyas. Poly Styrene hablaba de consumismo, del cuerpo de la mujer como objeto, de los prejuicios,… y lo hacía con rabia adolescente, pero también con una sabiduría que daba mil patadas a muchos de sus coetáneos. Tenía una fuerte personalidad y una apariencia que destacaba, en parte por ser hija de un matrimonio mixto (algo bastante inusual en la época), pero también por irradiar una seguridad en sí misma poco habitual. Su padre era somalí, su madre inglesa. El racismo que imperaba en la Inglaterra de los años de su infancia y adolescencia (y que sigue imperando) se lo puso muy difícil. Por eso, pero también por ser mujer. Muchos se fijaban más en su aspecto físico que en su talento a raudales. Llegó a asegurar que si la consideraban una sex symbol se raparía la cabeza y así lo hizo. Poly no estaba para tonterías.
Poly cantaba a la liberación, contra la superficialidad, contra que te cuelguen etiquetas
Con doce años ya escribía sus primeras canciones. Con 15 dejó el colegio y empezó a trabajar en los grandes almacenes Woolworths, de ahí se inspiraría uno de sus grandes temas Warrior in Woolworths, una crítica dura al consumismo. Pronto se aburrió de esa vida y cambió el mostrador de dependienta por el diseño de moda y el punk. Entonces se llamaba Marianne Elliott-Said, pero pasó a ser Poly Styrene cuando creó a los X-Ray Spex. Así cambió el devenir de la música. X- Ray Spex fueron un grupo importante del movimiento punk, pero que no han recibido todo el reconocimiento que se merecen.
Debutaron con un impresionante Oh Bondage, Up Yours, que hablaba de romper las cadenas de la esclavitud del mundo material. Empieza su canción con un: “Alguna gente piensa que las chicas tienen que ser vistas pero no oídas”. Algo que Poly se encargaría de combatir sobre el escenario. Vaya si la iban a oír. Poly cantaba a la liberación, contra la superficialidad, contra que te cuelguen etiquetas. Mientras la prensa se metía con ella por su aspecto, por sus coloridos modelos de ropa o por sus aparatos en los dientes.
En Identity cantaba: “¿Cuándo miras en el espejo, te ves a ti misma? ¿Te ves a ti misma en la pantalla de la televisión? ¿Te ves a ti misma en las revistas? ¿Cuando te ves a ti misma, te dan ganas de gritar?”. Más claro, el agua. En Germfree Adolescents nos cuenta sobre las chicas superficiales, de lo que espera la sociedad de ellas: “Sé que eres antiséptica, tu desodorante huele bien, me gustaría conocerte, estás congelada como el hielo. Ella es una adolescente libre de gérmenes, la limpieza es su obsesión, se lava los dientes diez veces al día” o en Art-I-Ficial: “Sé que soy artificial, pero no me acuses, me criaron con electrodomésticos, en una sociedad de consumo. Cuando me pongo el maquillaje, esa preciosa máscara no soy yo, esa es la forma en la que una chica debe ser, en una sociedad de consumo”.
Poly Styrene fue el personaje que Marianne creó para sobrevivir a todo aquello contra lo que cantaba, pero pagó un alto precio. Tras el éxito, Marianne no pudo más. La presión fue más fuerte. Entonces empezó a sufrir problemas mentales. Fue mal diagnosticada con esquizofrenia cuando en realidad era bipolar y evidentemente, estuvo mal medicada. El documental dirigido por su propia hija Celeste Bell, nos cuenta con una sinceridad brutal y necesaria lo que la artista pasó y vivió. Pocas veces se nos habla de salud mental sin estigmatizar y de una forma tan sincera. Es este un documental para descubrir a Poly Styrene y su música sí, pero también para ver a la persona que había detrás. A Marianne Elliot.
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