Se veían algunas caras conocidas que también habían hecho doblete en el concierto de los californianos Mystic Braves, el día anterior en el Sidecar. Habiendo colgado el sold out en el Upload y con la sala a reventar, Temples empezaron a tocar al ritmo de las palmas de A question is unanswered, uno de sus temas más potentes. Los ingleses suenan mucho más contundentes y guitarreros en directo que en estudio. Las sonoridades de su amplia instrumentación son difíciles de reproducir en un concierto. Pero la elección de este tema despeja cualquier duda sobre sus intenciones y sobre lo que está por venir.
Pese a que algo introvertidos y poco habladores, la primera actuación de la banda en la ciudad es algo que tanto audiencia como grupo disfrutaron –a James, cantante y líder de la banda, se le entreveía alguna reacción de sorpresa-emoción al ver la más que buena acogida que estaban teniendo–. El público, por supuesto se hizo notar a lo largo de todo el concierto, y especialmente cuando los cuatro componentes del grupo desaparecieron entre las cortinas del escenario. Pese a que estaba programada en el setlist, toda la sala reclamó al unísono Mesmerise, uno de sus primeros temas, como si todo el Upload se hubiera anticipado al bis.
Se repasaron algunos de los temas más representativos y pegadizos de Sun Structures (2014) y de Volcano (2017) –ambos publicados bajo el sello Heavently Recordings–, como Oh the Saviour, (I want to be your) Mirror, The golden song, Certainty o The Shelter, entre los que colaron tres adelantos de su tercer trabajo Hot Motion que presentan el 27 de este mes. Eso no hizo enmudecer al público, que ya tarareaba las melodías y cantaba los estribillos de You’re either on something y Hot Motion.
La luz, colores, melodías y texturas de la música de Temples son la perfecta combinación de ercicio revivalista 60s y 70s con un sonido perfectamente actual, apto tanto para nostálgicos y melómanos como para indies y modernos varios. No tienen ese sonido antiguo ni sucio, no son low-fi, son la mejor y más limpia revisitación de la música de la época. Botines de plataforma, pantalones acampanados, melenas, flequillos, sombra de ojos y unas proyecciones de vídeo e ilustraciones hipnotizantes acababan de poner en situación, por si a alguien se le había escapado de qué iba la movida.








Autores de este artículo

Claudia Blasco Garcia

Víctor Parreño
Me levanto, bebo café, trabajo haciendo fotos (en eventos corporativos, de producto... depende del día), me echo una siesta, trabajo haciendo fotos (en conciertos, en festivales... depende de la noche), duermo. Repeat. Me gustan los loops.