Pocos instrumentos hay que se puedan equiparar a la guitarra española en cuanto a capacidad para provocar emociones y poner la piel de gallina. Fuerza, arte y mucha pasión recién arrancadas del alma de los artistas y reinterpretadas a seis cuerdas a lo largo de una noche en la que se rompió la tradición de los hombres a la guitarra.
La guitarrista sueca, Afra Rubino y la australiana Nasrin Rahmadi al cajón fueron las encargadas de hacer que la magia empezara a fluir entre los asistentes. Entre sus interpretaciones hubo espacio para la reivindicación del papel de la mujer en el arte – “a las mujeres lo que nos pasa es que no tenemos ídolas y nos tenemos que identificar con hombres, con un Paco de Lucía” – y agradecer a 1906 la creación de espacios como las Jornadas de Guitarra Española donde la tradición se deja a un lado y la música se convierte en un lenguaje de hermanamiento “es una ayuda para las mujeres que festivales como este existan, porque Molino del Manto ha llamado a grandes instrumentistas a colaborar con nosotras y así provocar la integración de la mujer con los demás músicos”.
La pionera de la fusión de la guitarra clásica española con el cante, María Marín, acompañada de Miguel Hiroshi, recogió el testigo y continuó poniendo sonido a la atmósfera de ensueño ahí creada. La sonoridad de Marín e Hiroshi es sumamente personal, música clásica y sonidos orientales entremezclados en los que instrumentos que no han nacido para coexistir se elevan al encontrarse.
Nota a nota la emoción de la sala se elevó hasta que Tomatito salió al escenario armado con su guitarra y acompañado por su hijo José del Tomate, así como Kiki Cortiña y el Piraña. Dos generaciones y dos formas de entender la pasión a la guitarra, Tomatito con la sensibilidad de un artesano que lleva años dedicándose a lo que ama y José del Tomate aportando frescura y naturalidad. Tomatito quiso recalcar el papel de la guitarra en la música: “estamos enamorados de la guitarra española y el mundo entero también, pero lo importante es transmitir al público lo que uno hace con pasión. Eventos como este tienen magia y nos permiten interpretar melodías de forma muy personal”.
Como broche final a una jornada totalmente mágica, los artistas invitados interpretaron conjuntamente el emblemático tema de Camarón de la Isla, La leyenda del tiempo, demostrando que la guitarra española está más viva que nunca.
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