A Bohemian rhapsody (Bryan Singer, 2018) le han caído hostias como panes. Que si la película está mal hecha, que si Queen es un bluff… Pero también ha molestado que la gente joven opine sobre Freddie Mercury sin haber vivido esa época. Si es para bien: mal, porque al haberle conocido solo mediante el film les falta información y además no son verdaderos fans. Y si es para mal: el doble de mal, porque sus prejuicios les impiden conocer a esta figura tan importante para la música. En ambos casos su opinión no cuenta. Y es curioso porque esta brecha generacional se da en ambas direcciones.
Alegrémonos porque esta película será todo lo que quieras, pero ha contribuido a que muchas personas que por edad no conocían la historia de Queen se acerquen a las canciones de esta mítica banda. Y, aunque de nuevo por brecha generacional su música no nos llegue, si un día descubrimos que hay artistas reescribiendo las reglas del reguetón… ¡alegrémonos! Y sí, hay reguetón muy malo e incluso repugnante, pero ese argumento no nos puede servir para desprestigiar a todo un género.
Por ejemplo: el nuevo álbum de J Balvin es mucho mejor que muchos discos de rock de este año. Vibras (Capitol Latin, 2018) es el primer disco del género que se puede considerar disco con todas las de la ley y no solo un conjunto de singles unidos. Tiene secuencia, se aleja – gracias a Dios – de la misoginia y cuenta con colaboraciones de lujo como Carla Morrison o Rosalía.
¿Por qué Rockdelux no puede darle una merecida portada? ¿Acaso no es esa la función de una revista musical? Explicar escenas, movimientos, géneros; descubrir nueva música; diferenciar entre lo que vale la pena y lo que no, etc. En este caso tienen un reto añadido: lograr romper con los prejuicios para que quienes no le conozcan le escuchen y al fin puedan tener otra perspectiva. Decía el autor de la entrevista y del informe, Víctor Trapero, en su Facebook: “no tengo ni idea de qué será la ‘buena música’ esa de la que hablan, pero sí sospecho cómo debe ser un buen medio musical en 2018.
Pero no todos piensan igual: “Habéis perdido a un lector de hace más de diez años”, o “vaya puta mierda de portada, os sigo desde hace veinte años y no pensaba nunca que ibais a caer tan tan bajo”. Los comentarios en redes no tardaron en aparecer. A ver señores, que en la misma portada se siguen venerando a Pink Floyd, Christina Rosenvinge o Kurt Vile. ¡Nadie ha suprimido nada!
Abramos la mente a otras corrientes musicales. Salgamos del armario para eliminar nuestros prejuicios. Escuchemos reguetón. Y si después de escuchar Vibras o la playlist de la misma Rockdelux titulada ‘make latino great again’ con “una quincena de temas de los que tiran abajo fronteras, prejuicios y lo que haga falta” seguimos pensando que es una mierda, ¡pues será una mierda! Pero al menos podremos decir por qué. Lo que debería ser evidente es que ni el folk, ni el rock, ni el country, ni el reggae, ni el pop, ni la electrónica, ni – mal que pese – el reguetón son una mierda. Porque dentro de cada estilo hay música buena y música mala. Y te gustará más uno que otro, pero rechazar un género por completo, sin haberle dado la mínima oportunidad, es de necios.
¿Veremos a J Balvin en el Primavera Sound? Hagan sus apuestas.
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