¿Te ha pasado alguna vez esto de agobiarte al pensar que tienes muchísima música por escuchar? ¿Y luego ponerte con algo de tiempo delante de Spotify y acabar dándole a la misma playlist de siempre? Hazte un favor. Guarda este link y ven a él cuando estés en esa tesitura. Lee las reseñas que han escrito con tanto amor les redactores para saber si los discos tienen números de que te vayan a gustar o no y dale al play cuando alguno te haga tilín. Ganarás paz.
Si quieres más música refrescante puedes dar un paseo por la lista de los mejores discos de 2017 o ir mes por mes febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio – agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre). Las más recientes son las listas de enero, febrero y marzo de 2018.
EELS – The deconstruction (E Works, 2018)
Suena feliz, suena a Eels
Abril es el mes más bonito, la primavera de marzo florece y el mundo es un lugar más amable cuando está cubierto de pétalos. En este ambiente tan idóneo para los alérgicos al polen The deconstruction (E Works, 2018), el decimoséptimo álbum de estudio de el gran Mark Oliver Everett líder de la banda de rock Eels, ha visto la luz. Obviando temas como que suena increíble, que los arreglos que guarda dentro son una fantasía y que a pesar de ser quince temas saben a poco, está el hecho de que es un trabajo de luz y belleza. Puede que si no sabes quién es E, la luz sea un básico que te esperas, pero has de saber que cuando te plantas ante uno de sus discos, algo puede ir mal. Sus frecuentes depresiones y sus vivencias personales presentes y pasadas – que recapituló en el libro Cosas que los nietos deberían saber (Blackie Books, 2008) – suelen quedar retratadas en sus canciones. Por eso y por el momento político americano actual, era de esperar que este trabajo fuera más lúgubre, pero no: solo claridad, esperanza y reconstrucción.
Por Carlota Purple
JAVIERA MENA – Espejo (Sony Music, 2018)
Igual, pero introspectiva
Le doy al play. Cierro los ojos y, sin previo aviso, me veo en un chiringuito a pie de playa. Javiera Mena me teletransporta. Y lo hace con su álbum más introspectivo: Espejo (Sony Music, 2018), nombre que recibe por la canción homónima que incluye. La chilena sigue experimentando con el pop electrónico que tanto la caracteriza, pero esta vez con aires mucho más íntimos. Al fin y al cabo, Mena nos presenta este trabajo como una ventana, un espejo a su yo interior. Es su primer álbum con sello internacional, pero no ha abandonado sus raíces independientes. Sus ritmos y sonidos siguen siendo igual de rompedores, o más. Y entre canción y canción, ¡sorpresa!, Intuición: un dueto de tintes reguetoneros con la mismísima vocalista de Bomba Stereo, Li Saumet. Es un tema que invita a levantar el culo de la silla y menearlo. Bueno, este y los otros nueve.
Por Sara P. Seijo.
QUIMI PORTET – Festa major d’hivern (Fina Estempa, 2018)
L’ofici de fer cançons
Parlar de Quimi Portet és parlar de tota una institució en la música popular del nostre país. El vigatà té llicència per fer tot el que vulgui i li plagui sense haver de patir massa pel que diran. Però lluny d’acomodar-se en un la mateixa fórmula o viure dels èxits passats, Portet continua arriscant-se i evolucionant amb cada nou treball. Amb un segell inconfundible que té la seva màxima expressió en lletres com Carta a ningú o Ai, nineta!, a Festa major d’hivern (Fina Estampa, 2018) el rock més cru i primitiu abanderat pels riffs de guitarra pren el control. L’avançament Central de biomassa n’és un bon exemple. Per fer aquest nou treball el músic català ha gravat gairebé tots els instruments que sonen i s’ha acompanyat de David Tickle en la producció. Un disc d’homenatge als romàntics que malgrat tot continuen intentant ser feliços i posant bona cara a les festes majors d’hivern de la vida.
Per Nil Boladeras.
SHIRLEY DAVIS & THE SILVERBACKS – Wishes & wants (Tucxone Records, 2018)
Empoderamiento y pasión
Tras un Black rose (Tucxone Records, 2016) difícil de superar, la cantante inglesa Shirley Davis, acompañada por los madrileños The SilverBacks, nos obsequian con su nuevo disco Wishes & wants (Tucxone Records, 2018). Nueve canciones arropadas por el más puro soul. Si tuviéramos que definir en dos palabras el disco de Davis esas serían empoderamiento y pasión. Empoderamiento porque hace un canto a la libertad (Nightlife), a dejarnos llevar por nuestros deseos (Wishes & wants), a vencer los obstáculos para convertirnos en personas más fuertes (Troubles & trials) que no se dejen pisotear (Treat me better), así como a la dignidad de madres, hijas y hermanas (Woman dignity). Y pasión porque nada le hace sentir mejor que conseguir hacer felices a los demás (Smile) a través de su música (All about music). Con este nuevo trabajo, Davis se corona definitivamente como la “diva del soul europeo” que auguró su madrina Sharon James.
Por Celia Sales Valdés.
JOEL SARAKULA – Love Club (Légère Recordings, 2018)
Loable soft music
Ya iba siendo hora. Muchos artistas denostados en la década de los setenta, como Todd Rundgren o Hall & Oates, empiezan a salir de aquella injusta postergación. Su estilo ligero renace, apareciendo alumnos por doquier. Uno de los más aventajados nació en Australia (reside en Reino Unido) y responde al nombre de Joel Sarakula. Nuestro amigo, que empezó a tocar un organillo a los cuatro años, mira más atrás confesándose admirador de Colin Blunstone (The Zombies). Ya estamos situados: suave pop-funk, con toques psicodélicos. Añádanle pinceladas electrónicas, algo más de azúcar y refinada producción, la personalidad queda bien definida. El nombre de su tercer álbum, Love Club (Légère Recordings, 2018), invita a pertenecer a una asociación de románticos empedernidos. Sarakula no posee una voz con excesivos matices, pero sabe conducir sutilmente la suntuosa Understanding, se calienta con Dead heat, arrebatándose en Cinnamon surprise y Winter elegy, un cierre con clase. El Club del amor te acaba atrapando por su buen gusto y ofrece agradable compañía. Sentimentalismo y languidez, no deberían estar casados siempre de por vida. Coldharbour man, Parisian woman y la bellísima Baltic jam (honores a Rundgren), ganan las medallas. ¿Cuáles son sus favoritas?
Por Barracuda.
THE SPECTORS – Ooh aah aah (Noisesome Recordings, 2018)
Que alguien me devuelva mis 36 minutos
En Londres no suele hacer mucho sol, esto es un hecho, así que hay que buscar actividades de interior con las que pasar el rato. A unos les da por montar estanterías modulares EKET de IKEA y a otros por montar un grupo. Y claro… o bien se te va la olla y montas estanterías por encima de tus posibilidades o desconectas del panorama musical y haces un disco como el último trabajo de The Spectors: Ooh aah aah (Noisesome Recordings, 2018). Once temas que suenan como el resultado de agitar la feminidad vocal – pero no la potencia – de The Cranberries y el sonido britpop de Pulp. Personalmente lo siento como 36 minutos de escasa emoción, de los que aún así destacan temas como Clyde & Bonnie o Be my baby. Aún así, hay pocos discos en los que puedas cortar un tema a medias, reproducir el siguiente y sentir que sigues en la misma pieza. Supongo que si ese era el objetivo del cuarteto, lo han clavado.
Por Carlota Purple.
THE WEEKND – My dear melancholy (XO/Republic Records, 2018)
Lo que hizo a The Weeknd fácil de recordar
No hay nada que me guste más que las primeras veces, seguido de lo breve pero intenso. Y llega The Weeknd y lo hace con My dear melancholy (XO/Republic Records, 2018), su primer EP que no dura más de veinte minutos. Con este título, o con sus ojos alicaídos en la portada, no nos hace falta escuchar el álbum para conocer las tonalidades que encontraremos: Nostálgicas, rotas y angustiosas, como las relaciones. Con alguna excepción, claro. Es un reflejo de lo que fue y lo que es, de sus mixtapes y de lo ultimísimo. Por eso Tesfaye nos adentra en un abismo donde juega con nuestra mente, como por ejemplo con Call out my name, lo que parece otra dimensión de su Earned it (50 shades of Grey, 2015), hundiéndose, una vez más, en el r&b que hizo de The Weeknd un nombre fácil de recordar.
Por Jessica Cobos.
THRITY SECONDS TO MARS – America (Interscope Records, 2018)
Nuevas máscaras
Lejos quedan los 30 Seconds to Mars que solían llevar los ojos pintados. Y porque quizás ya no estamos en 2005, ellos también han evolucionado. El nuevo disco ya no huele a estadios llenos de gente coreando canciones como pasaba en A beautiful lie (Virgin Records, 2005) o This is war (Virgin Records, 2009). Ahora huele a colonia. Los temas de America (Interscope Records, 2018) encajarían más bien en un anuncio de perfume. Pero la grandiosidad, más que desaparecer, se ha transformado. Como Jared y sus mil y un personajes. Y es, quizá eso, lo que los hace eclécticos y adictivos como ese perfume que uno no puede dejar de oler.
Por Blanca Olivella.
JOAN DAUSÀ – Ara som gegants (Promo Arts Music, 2018)
Como el licor de almendras
Tras tres años de silencio discográfico, Joan Dausà vuelve con un nuevo trabajo – Ara som gegants (Promo Arts Music, 2018) – que muchos han definido como su disco más exigente. Sin embargo, lo más destacable es, sin duda, la visión melancólica que desprenden sus canciones. Y es que el disco deja un sabor de boca similar al que dejaría el licor de almendras en el paladar: una amargura a la vez suave y dulce que, en vez de ser desagradable, se hace placentera. El cantautor catalán aborda en su trabajo temas de una gran diversidad. Habla, por ejemplo, de la pérdida de los recuerdos en Obriu-me el cap. En Ara som gegants, en cambio, parece evocar la catarsis colectiva de todos aquellos que fueron víctimas de abusos. También aborda recuerdos de la infancia en su colaboración con Santi Balmes, el vocalista de Love of Lesbian. Y habla, como no, del amor. Un disco principalmente compuesto de baladas, que permite descubrir un Dausà diferente, al que quizás no estamos acostumbrados.
Por Marina Montaner.
KYLIE MINOGUE – Golden (BMG, 2018)
La decimocuarta reinvención de Kylie Minogue
Una de las pocas cantantes modernas cuya habilidad de reinvención se hace inmortal. Con su decimocuarto álbum, Golden (BMG, 2018) Kylie Minogue nos traslada a su cuna natal: Nashville. Sin embargo, no me convencen del todo las palmaditas, los meneos al banjo o alguna acústica como para poder decir que es un buen LP country. 16 temas entretenidos con los que tal vez la cantante haya querido reflejar cómo vivió ella este género musical y lo que le emanaba, sin pretender ser un emblema como tal. El mejor tema sea seguramente la apertura del disco, Golden, pero el más barato es One last kiss, un sencillo de postureo que le queda pequeño hasta a Taylor Swift. Pero como ella misma dice, ‘cuando salgo, quiero salir a bailar’, así que hagamos eso sin pensar en nada más.
Por Jessica Cobos.
CARDI B – Invasion of privacy (Atlantic Records, 2018)
Cardi B, el món als seus peus
Convertida en pretty woman sense necessitar la cartera de Richard Gere, l’ascens a la fama de Cardi B ha revolucionat la cultura pop. Només dos anys després de deixar la feina de stripper, és l’estrella femenina més fulgurant del hip hop actual i firma disc de debut: Invasion of privacy (Atlantic Records, 2018). A base d’arrogància i humiltat, de repartir llenya i rebre a parts iguals, Cardi B narra la seva vida en tretze tongades fresques. El primer vers: ‘They gave a bitch two options: stripper or looser’. Amb moltes reminiscències al hip hop dels anys 90 i principis del 2000 i ple a vessar de col·laboracions (J Balvin, Bad Bunny i Migos, les més notòries), mescla les fuetades sonores de rap de carrer amb pinzellades vellutades de R&B per curar el mal de cor. Tot és exuberant i excessiu sense caure en la banalitat, mentre ens recorda amb sentit de l’humor i bilis que ella no és una casualitat. ‘My little 15 minutes lasted long, huh?’.
Per Aina Martí.
NATHY PELUSO – La sandunguera (Everlasting Records, 2018)
Gimme some Nathy
Así de primeras, fuera de contexto, es difícil imaginar un álbum que mezcla hip hop, salsa y soul entre otros géneros. Para estas cosas tienen que llegar artistas como Nathy Peluso con La sandunguera (Everlasting Records, 2018), y dejárnoslo claro. La argentina ha cambiado el registro sonoro que le conocíamos hasta ahora para traernos un álbum ecléctico y refrescante de seis temas, cada uno de su madre y de su padre. Desde los gritos de lamento de Estoy triste, pasando por un remember del hip hop noventero con Hot butter, la fusión salsero-jazzera de Ma time y terminando con la minimalista La passione, el disco es una experiencia muy recomendable para ver qué andan haciendo las generaciones nuevas en la buena música. Mención especial a la rara y casi incomprensible La sandunguera como lo que desearía que fuera el hit de este verano.
Por Nadia Dubikin.
HINDS – I don’t run (Mom+Pop Music, 2018)
Mujeres, sí; músicas, también
(Auto)examen sorpresa: tres bandas de música no pop, donde sólo ‘militen’ mujeres. Complicado, ¿eh? Hinds rompe esos esquemas. El grupo madrileño presenta su segundo álbum I don’t run (Mom+Pop Music, 2018). En la línea, con su toque vintage -presente ya en la portada-, destellos que recuerdan a The Strokes o Phoenix y la buscada apariencia en su música, que parece no haber pasado por boxes. Compuesto por 8 temas, el trabajo muestra una evolución del grupo. Así como una experimentación de nuevos sonidos más ambiciosos. Mi top 3 sería: los riffs en The club; la balada Linda, que rompe con el mood desenfadado; y el acústico Ma nuit. Quizá el renacer de la movida madrileña de nuestro siglo pase por el lo-fi y como no, el garage rock. De ser así, Hinds ya tiene terreno nacional e internacional ganado.
Por María del Río.
UNKNOWN MORTAL ORCHESTRA – Sex & food (Jagjaguwar, 2018)
El clímax más allá de la ira
Con el nombre Sex & food (Jagjaguwar, 2018) la banda de Ruban Nelson ha querido jugar al despiste. Detrás de un título tan simple y nimio, se esconde su trabajo más sutil, toda una crítica a la desastrosa realidad de los sentimientos que fluctúan hoy en día. La crítica sentimental que fluctúa en American guilty marca el discurso del álbum. Las melodías tranquilas lo-fi no distan de sus tres trabajos anteriores, no obstante, Sex & food tiene más fundamento y se envuelve en una atmósfera tan retorcida y compleja como el mundo en que vivimos. Si la ira es una respuesta tan directa como humana, Nielson prefiere canalizar la furia a través de la reflexión, como hace en Internet of love (that way). Hunnybee recuerda (y mucho) a Multi-love (Jagjaguwar, 2015). No obstante, en Sex & food las sensibilidades emocionales no quedan tan claras. Así, aunque la vidacidad descarada y sus ritmos, incesantes y pegadizos marquen la identidad y la clase de rock del universo personal de Unknown Mortal Orchestra, los de Nueva Zelanda suenan mejor cuando se indignan tiernamente y desde una sensibilidad inigualable. Ahí, reside su clímax.
Por Inés Calero
MANIC STREET PREACHERS – Resistance is futile (Sony Music, 2018)
Madurez y continuidad
Resistance is futile (Sony Music, 2018) es el decimotercer álbum de estudio de los galeses Manic Street Preachers y se mantiene en la línea de lo que el trío suele hacer. Plasma su personalidad madura y llena de experiencia, y rememora años pasados haciendo pequeños guiños a trabajos de referencia de la banda, como This is my truth tell me yours (Virgin, 1998); para mi gusto, uno de sus mejores álbumes. Solo el título conmueve. Este último trabajo deja un poco atrás la melancolía que siempre ha caracterizado a la banda, y le da protagonismo a una energía inspiradora de espíritu reivindicativo. Eso sí, no impresiona, todas y cada una de las canciones que incorpora el álbum son un poco más de lo mismo. No es malo, simplemente nos recuerda que la continuidad es una de las señas de identidad de la banda, y no les ha funcionado mal teniendo en cuenta que son más de tres décadas en el escenario.
Por Sara Ferco.
THE ACES – When heart felt volcanic (Red Bull Record, 2018)
Enganxada a una llista de tretze cançons que es van repetint
La banda femenina The (Blue) Aces treu el seu primer LP, When heart felt volcanic (Red Bull Record, 2018). No és un debut al cent per cent: les americanes Cristal Ramírez, veu principal i guitarrista, la seva germana Alisa Ramírez, bateria, McKenna Petty, baixista, i Katie Henderson amb la guitarra ja s’havien estrenat amb un primer EP llançat l’any passat per la mateixa discogràfica (I do not like being honest). D’aquest primer treball només recuperen una cançó. El seu primer single. És Stuck (2016), i la veritat és que segueix sent una de les millors peces d’aquest àlbum. Però també estan Volcanic love, Strong enough, Holiday, Just like that o Put it on the line. Pop i indie, a vegades dream de fons… fresc i dolç. Em trobo enganxada a una llista de tretze cançons que es van repetint.
Per Anna Martín.
SR. CHINARRO – Asunción (Mushroom Pillow, 2018)
La única salida es continuar
Sr. Chinarro o SEÑOR. Con todas las letras y en mayúsculas. Se lo ha ganado. Con 17 álbumes y más de 20 años de carrera a sus espaldas, Antonio Luque vuelve con Asunción (Mushroom Pillow, 2018) acompañado, como en El progreso (El Segell del Primavers, 2016), por los granadinos Pájaro Jack. Diez temas, crípticos, de esos que necesitan una segunda -o tercera- escucha para meterse de lleno en su visión -y crítica- de política, sociedad y como no, del amor. ¿Que sería del pop sin amor? Y Asunción trae más pop que anteriores trabajos, dejando a un lado los acentos flamencos y colaboraciones y retomando la influencia británica del postpunk, los punteos de guitarra y los sintetizadores. Sr. Chinarro juega con la forma y el mensaje. Ritmos y melodías luminosas se mezclan con un pesimismo calmado, de asunción de una realidad inmutable. ¿Qué más se puede hacer? Como reza Las pruebas, la única salida es continuar.
Por Pepa Fontal.
TOUNDRA – Vortex (InsideOut Music, 2018)
Toundra no logra superar sus anteriores trabajos
Recién salido del horno nos llega el quinto álbum de Toundra, titulado… a ver si lo adivinas. Pues no, no se titula V, sino Vortex (InsideOut Music, 2018). Era difícil superar el nivel de sus antecesores bautizados con números romanos, así como Exquirla, la colaboración de los madrileños con El Niño de Elche. Sin embargo, el cuarteto ha conseguido, sino superarlos, alcanzarlos y mantener un equilibrio con estos ocho temas que componen Vortex. A pesar de que hay algún tema que no termina de encajar a la perfección en el disco, como Cartavio, debemos reconocer que hay otros que son magistrales, como Mojave, que supera los once minutos de duración. Otras canciones, como Touareg, experimentan con el lado más post metalero de la agrupación. Lo que nos queda claro es que Toundra, tras más de diez años en la carretera, han conseguido hacerse un sitio en el panorama musical internacional gracias a su esfuerzo y dedicación a la música.
Por Ana López.
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