El futuro y la tecnología son conceptos que asustan y atraen por igual. Lo único que todos tenemos más o menos claro es que van de la mano. A partir de ahí… el vacío. Es muy difícil pensar en lo que vendrá. Pero Daito Manabe lo convierte en una tarea sencilla, al alcance de todos; sin importar género, edad, cultura o background. Este artista multimedia japonés presentó en Barcelona su nuevo show, discrete figures, ante un casi lleno Auditori de Cornellà.
Y durante la vibrante performance – una mezcla perfecta de danza contemporánea, impactantes visuales, realidad aumentada y y música electrónica – numerosos pensamientos vinieron a mi cabeza. Sobre todo pensé en algoritmos. Un concepto que antes solo relacionaba con tardes interminables en clases de refuerzo intentando comprender el método de Gauss, pero que escucho ahora y automáticamente pienso en empresas como Facebook o Netflix. Nunca le había encontrado sentido alguno a las matemáticas pero hace algún tiempo me di cuenta de que en realidad controlan mi vida.
De eso mismo trataba el show: de matemáticas. Manabe se planteó cómo podía transmitir su idea sin involucrar el lenguaje. Y no encontró una única respuesta a su pregunta. “En matemáticas solo hay una respuesta correcta, pero en el arte no. Así que dejé margen para que el público pudiera extraer sus propias conclusiones”, me explica mediante intérprete después del show.
Ante todo, la música
No podemos entender la obra de Daito Manabe sin música. Esta función creada por su estudio Rhizomatiks Research, en colaboración con la prestigiosa compañía de baile Elevenplay y por el programador Kyle McDonald es sobre todo música. Ritmos electrónicos, producidos por y mediante máquinas, innovadores, avanzados… ¿A qué suena esto? Sí: al Festival Sónar. El Sónar es la casa de Manabe desde hace años. No podía ser de otra manera porque este evento le encaja 100%. «Es el evento número 1 en mi ámbito, además no hay nada igual en todo el mundo», dice.
En 2011 empezó su trayectoria como artista de directos y desde entonces no ha faltado a ninguna edición. Por eso – unido a la buena acogida que han tenido siempre sus obras dentro de nuestras fronteras y a la fuerte vinculación personal que siente con la ciudad – ha escogido Barcelona para hacer el estreno de discrete figures en Europa. Además, esta actividad organizada por el Consulado General de Japón en Barcelona, es perfecta para celebrar los 150 años de buenas relaciones entre España y Japón, ya que en 1868 se firmó Tratado de amistad, comercio y navegación entre ambos países.
En total, once cortes. Algunos más experimentales que otros y una agradable sorpresa casi al final: en uno de los escenarios se introdujeron la voz y el piano como elementos principales (por lo que los movimientos de las bailarinas también cambiaron, pasando a ser más fluidos y continuados). Dicha canción era una adaptación del compositor Ryuichi Sakamoto, también asiduo al Sónar, con el que colabora habitualmente. La temática, me cuenta Manabe, era ‘yo y otra persona’ (el alter ego). Y cómo nos relacionamos con ‘los otros’ (los muertos) y con el mundo después de la muerte. Añade que la letra indirectamente habla de las víctimas de los terremotos japoneses a modo de réquiem.
Ahondando en el concepto de ‘discrete figures’
Según Daito Manabe – recordemos: uno de los creadores digitales más prestigiosos y reconocidos de la actualidad – lo más vanguardista ahora mismo es el margen entre lo grabado (el cine) y el vivo (el directo). Es una línea que nadie puede controlar y ahí entra la inteligencia artificial. Dice que la IA está de moda pero que no es otra cosa sino matemática. Su expresión más avanzada, pero solo eso al fin y al cabo. Pensó en el concepto de las matemáticas y en cómo habían evolucionado, desde lo más primigenio (el punto pasó a ser línea, la línea se convirtió en plano, el plano cogió dimensión y se transformó en volumen…) hasta el significado del alter ego y los drones.
Ese proceso es la única historia que tiene discrete figures. Pero si no me lo explica él mismo yo no hubiera llegado a esa conclusión ni en mis fantasías más locas cargadas de opio. Porque las matemáticas son su hilo conductor, sí, pero de una manera tan sutil y tan de background que está en un plano muy lejano. “No quería expresar un mensaje social ni político, simplemente pensé en las matemáticas”, añade.
En un mundo donde el storytelling es tan importante y donde desde los medios, las redes, los anuncios, etc nos bombardean constantemente con miles de historias; me resulta casi inconcebible una opción de ocio que no te cuente ninguna. Pero oxigenador, dicho sea de paso. La falta de argumento no les restaba dinamismo: encima del escenario iban variando de moods y de intensidades, también de técnicas audiovisuales. Según Manabe, gracias a la tecnología puede expresar muchas cosas. Y cuanto más avanza la tecnología, más puede expresar y, por lo tanto, avanzar en su trabajo.






Autores de este artículo

Paula Pérez Fraga

Víctor Parreño
Me levanto, bebo café, trabajo haciendo fotos (en eventos corporativos, de producto... depende del día), me echo una siesta, trabajo haciendo fotos (en conciertos, en festivales... depende de la noche), duermo. Repeat. Me gustan los loops.