La música de Fémina no es solo sonido. Es colores, formas y paisaje. Es, también, texturas mezcladas, concepto, escenografía, compendio de diferentes estilos para crear el suyo propio. El trío de San Martín de los Andes –en la Patagonia argentina– transmuta de la base acústica a sonidos más electrónicos sin olvidar el folklore en Perlas & Conchas. Se transforman, también, gracias al concepto de su disco: de las malas experiencias vitales puede surgir algo maravilloso, como una perla. Toda esa magia y esa frecuencia artística destellante se respiran en casa de Sofía “Toti” Trucco, quién nos recibe junto con su hermana Clara “Wewi” Trucco, mientras el otoño llega a Buenos Aires. Hablamos sobre feminismo, su nuevo disco y sobre los encuentros con Quantic e Iggy Pop.
¿Es precisamente vuestro sonido tan heterogéneo, con tantos rasgos de diferentes estilos, lo que os hace llegar a tantos públicos de distintos países?
Wewi: Sí, creo que gracias a la amplitud que tenemos de mezclar diferentes géneros. Eso hace que se pueda escuchar en cualquier lado, incluso gente de todas las edades: muchos niños escuchan nuestras letras y las cantan hasta adultos y ancianos.
Toti: Desde el principio nunca nos catalogamos en un estilo, al contrario. Nuestra idea siempre ha sido ampliar y expandir. Hacemos rap y utilizamos la rima como una gran herramienta, pero no nos quedamos solo en el hip hop. Además, nuestras temáticas son muy amplias: hablan del ser humano en esta vida, en esta tierra, y en algún punto nos toca a todos y a todas de las distintas edades y culturas. Vamos a Australia o a cualquier país, donde muchas veces ni entienden lo que decimos, pero les llega desde otro lugar: a través de nuestras interpretaciones en vivo. Cuando no entienden el idioma, nosotros les contamos mucho entre tema y tema de qué trata, y la gente se identifica.
¿Qué novedades habrá en la escenografía de vuestra nueva gira?
Toti: Venimos de muchas disciplinas artísticas. Wewi es artista plástica, yo soy bailarina: nos gustan muchas cosas y en escena se plasman. No somos una banda donde solo tocamos y ya. Nos gusta transmitir cosas con las cuestiones plásticas, las texturas, hasta con la ropa. Eso es lo interesante del show en vivo, que no es lo mismo que escuchar el disco.
Wewi: En Perlas & Conchas, el sonido cambió mucho de lo que veníamos haciendo, así que la performance también cambia. Añadimos otros instrumentos que no solíamos tocar. En esta gira vamos a ir con un show bastante híbrido: con cosas que ya teníamos de lo acústico y algo de lo nuevo, lo más eléctrico.

¿Esta combinación de diferentes estilos es algo que surgió de manera premeditada o fue fluyendo?
Wewi: Fue fluyendo y es parte de nuestra búsqueda, constante movimiento y transformación. Lo que hacemos se transforma en algo único, pero también con referencias de muchos lugares y estilos.
Toti: Lo lindo de Fémina es que siempre hemos querido hacer algo con lo que hay, no con lo que no hay. Siempre con metas y con ganas de evolucionar, pero siempre con lo que hay. Por ejemplo, nosotras veníamos del teatro, éramos bailarinas: nuestra forma de expresarnos era así. De hecho, la voz y la canción fue lo último que metimos y aprendimos. Después, la música era con los instrumentos que teníamos en casa.
Wewi: En el segundo disco ya hubo una búsqueda: hubo una banda, vientos, batería, bajo y percusión. Pero el primer disco fue más amateur en ese sentido. Nos preguntamos cómo queríamos sonar, con quién y qué queríamos tocar.
Toti: Así fue, y a día de hoy redecidimos lo que queremos. Con el último disco decidimos que queríamos producirlo con Quantic, que tendría un sonido diferente y que queríamos cambiar los instrumentos, ponernos una guitarra eléctrica encima en vez de una criolla.
El feminismo hace 15 años era otra cosa. La palabra “feminismo” todavía hacía ruido. La banda creció junto al feminismo, y lo fuimos entendiendo a medida que iba tomando forma.
Entonces fuisteis vosotras que quisisteis grabar con Quantic, no os buscó él.
Wewi: Sí, era un deseo que teníamos desde hacía un montón. Habíamos hecho una lista con los productores que nos encantaría trabajar, y Quantic nos parecía inalcanzable. Después compartimos una fecha con él en Seattle, en la primera gira de Estados Unidos, y ahí se dio. ¡Pero eso fue un pedido al universo y cayó! Nosotras llevábamos los temas en crudo, pero la alquimia la hicimos juntos.
Toti: Lo que nosotras le propusimos era hacer algo juntos, no mandarle los temas ya hechos y que los produjese. Estuvimos como en un laboratorio de creación dos semanas todos juntos. Crecimos mucho, fue un antes y un después.
¿Volveríais a trabajar con él o buscaríais otro nuevo productor para investigar más en vuestro sonido?
Toti: Claro, iríamos con distintos productores. Los dos discos anteriores los produjimos nosotras, y estuvo increíble, pero trabajar con alguien que sabe lo que hace en su materia fue hermoso. Delegar y podernos concentrarnos en la música está genial también. Además, él supo potenciarnos muchísimo las voces: supo ver la gema y lo sacó afuera. Quantic tiene esa versatilidad: lo elegimos a él porque no es solo electrónico. Tiene la unidad de distintos folklores del mundo con los sonidos más novedosos, con la escena electrónica.
¿En Argentina se os demanda más o menos? ¿Se recibe bien el cambio de lo folklórico a un nuevo sonido con parte electrónica?
Wewi: Hemos recibido comentarios de gente que le gustaba más nuestra música cuando éramos más folklóricas y tocábamos más acústico. Pero también lo bueno es que hemos abierto el espectro de gente que antes no nos escuchaba.
Toti: A veces cuesta que el artista que te guste cambie. Pero son procesos y exploración, no estamos siempre en los mismos lugares: estamos en constante cambio. Acá en el país tenemos muchísima gente que nos sigue. Antes viajábamos más por fuera, y desde todas las provincias argentinas nos escribían para que fuéramos allá. La gente nos recibe muy bien, tanto en Argentina como fuera. En España, por ejemplo, es el país de Europa donde nos reciben más bien.
De hecho, la presentación del disco fue en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires. ¿Cómo fue la experiencia?
Toti: Agotadísimas las entradas. Para nosotras fue un desafío porque era la primera vez que presentábamos este formato. Tuvimos que estudiar mucho, porque llevábamos muchos años haciendo el mismo formato. Eso nos sacó de la zona de confort. Cada show fue una adrenalina que hacía mucho que no sentíamos.

También nos cuestionamos, también dudamos, también nos confundimos y también nos empoderamos. En ese sentido, no somos perfectas feministas. Somos mujeres, somos personas, y estamos transformándonos.
¿Qué estudiasteis para este nuevo disco?
Toti: Cambiamos la instrumentación. Antes solo tocábamos cajón, guitarra y charango. Ahora es batería electrónica, sonidos electrónicos, teclado, guitarra eléctrica, bajo, pedales con sonido. A parte, lo acústico también lo llevamos.
También tenéis proyectos personales en paralelo a Fémina.
Wewi: Sí. Toti tiene Sof Tot, que es un proyecto solista, yo tengo una banda que se llama Weste y Clara tiene a Claridad, que es su proyecto solista también.
Y de eso también se nutre Fémina.
Toti: Sí, además está bueno porque aprendimos a hacer música juntas, y por muchos años estuvimos juntas en esa, aprendiendo y haciendo de la música una escuela. Cuando empezaron a aparecer estos proyectos solistas fue un aire importante: juntarse con otras personas, ver qué te pasa a vos sola y cómo te expresas. Está bueno potenciar las ideas de una sola y encontrarte con eso, porque eso nutre mucho a Fémina, la nave nodriza.
¿Sentís que sois bandera feminista en Argentina?
Toti: Sí, pero fue algo que se dio. Nosotras empezamos a hacer música a los 20 años. Realmente no éramos tan conscientes de lo que estábamos haciendo y diciendo. Nunca decidimos formar una banda que hablara del feminismo o de cualquier otra cosa.
Wewi: El feminismo hace 15 años era otra cosa. La palabra “feminismo” todavía hacía ruido. La banda creció junto al feminismo, y lo fuimos entendiendo a medida que iba tomando forma.
Toti: Nos pasaba que muchas mujeres se nos acercaban y nos decían: gracias por ser nuestra voz. Nosotras nunca decidimos ser la voz de todas las mujeres, solo hacíamos música y decíamos cosas. Es un privilegio tener la oportunidad de poder estar encima de un escenario y miles de personas escuchándote y vibrando en la misma frecuencia que vos, y sintiéndose identificada con las cosas que te identifican a vos. Nosotras vamos cambiando constantemente y con este movimiento que se hizo tan grande de tantas mujeres moviéndose por algo, nos unimos completamente a esto. También nos cuestionamos, también dudamos, también nos confundimos y también nos empoderamos. En ese sentido, no somos perfectas feministas. Somos mujeres, somos personas, y estamos transformándonos. Muchas veces nos cuestionan y nos dicen que por qué no hablamos sobre tal cosa, por qué no se posicionan sobre tal tema. Y muchas veces no tenemos posición sobre algunas cosas.
O a veces incluso os cuestionan lo que decís en vuestras letras.
Toti: Sí, en Los senos, por ejemplo, nos han llegado a decir que estamos en contra de las personas trans porque los senos son signo de feminidad: ¡no! A ver, leamos entre líneas.
Wewi: Estamos en público, y vivimos en una era que cualquier cosa ya es susceptible de ser mal interpretado.
Toti: Personalmente me gusta cuando se produce ese intercambio con las personas y charlar y todo. Yo fui madre, y Clari también lo será, y defendí la maternidad en escena refeliz porque yo decidí ser madre. Defiendo la maternidad deseada: si no es deseada, que no sea. Después me escribió una persona y me dijo que la maternidad y el instinto maternal es algo que nos imponen. No es que todo lo que yo diga es perfecto.
Wewi: Además, la gente debe entender desde qué lugar lo dijiste: estabas contando que tu compañera quedó embarazada y eres feliz por ella.

Por otra parte, hasta en la marcha del 8-M había pancartas con vuestras frases.
Eso es refuerte y nos honra un montón. Hay gente que se tatúa nuestras frases.
¿Cómo nació la idea y el concepto de Perlas & Conchas?
Wewi: Hacía 10 años que veníamos tocando de la manera en que veníamos tocando antes, con lo acústico. Ya teníamos sed de otra cosa e, incluso, la música que escuchábamos era nueva. Era algo que veníamos palpitando desde hacía rato.
Toti: Fue un momento de transformación muy grande de la banda, de nosotras tres, de un momento muy profundo de encuentro, desencuentro, del vínculo. Hablando del significado de Perlas & Conchas, es como transformamos muchas veces el dolor en algo precioso, como hace la concha con la perla: la amenaza, la envuelve y la transforma en algo hermoso.
Wewi: Que luego escupe al mundo y es esa perla maravillosa.
Toti: Es el proceso de transmutación, y el sonido y las canciones son todo un viaje a las profundidades de nuestro ser. Es un disco reprofundo.
Escuchándolo te imaginas un paisaje muy visual, muy ligando a las fotografías de promoción.
Toti: Las imágenes las repensamos: estar desnudas, despojarnos para mostrar cómo somos. “Somos lo que somos” dice una canción. Y eso que nosotras somos de redecorarnos por fuera y por dentro. Este disco es un gran hilo, como una historia unida.
Resulta apasionante que Iggy Pop hablara tanto de vosotras en su programa de radio y que finalmente pudierais conoceros en Miami. ¿Cómo fue la experiencia de grabar con él?
Wewi: Fue bastante mágico, como lo de Quantic. Nos enteramos que él nos estaba pasando en su programa de radio, y escribimos a la BBC. Finalmente nos terminó escribiendo él, le escribimos para agradecer. Es alguien que admirábamos un montón. Nos preguntó cuándo íbamos y nosotras justo íbamos de gira a Estados Unidos. Justo él también estaba de gira en ese momento y no nos íbamos a ver. Caímos en el primer destino en Miami, y estábamos chapoteando en el mar, y de repente recibimos una llamada que era él, se le había retrasado un par de días la gira y nos invitó a ir a charlar un rato. Nos conocimos y fue rebuena onda. Después de unos días, quedamos super entusiasmadas y justo estábamos grabando el disco, así que le preguntamos si quería colaborar.
Toti: Queríamos registrar la magia de ese encuentro, de cuando hablamos de la vida con él.
Wewi: Él se recopó, y le mandamos una poesía escrita por Sof, y él hizo lo que hizo. Ahora compartimos una fecha con él en Alemania, le abrimos el show.
Toti: Es un gran empuje, le agradecemos mucho. Además de todo lo que implica colaborar con Iggy Pop, al haberlo conocido y haber visto su esencia, haberlo visto tan humilde y que va más allá de todo lo que es, es inspirador. Cuando hicimos el video, también pensamos en decírselo a él. Y le escribimos y nos dijo que obvio. Es lo mejor de hacer colaboraciones con las personas: que no sea solo el momento de grabación. Es la experiencia, un intercambio.
Ahora ya estáis de lleno en la gira.
Sí, después vamos a hacer otra pausa porque viene un bebé. Vamos a aprovechar para ponerle más energía a los otros proyectos. Y después seguir y seguir y seguir.
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