El guitarrista de la banda Gatibu, Haimar Arejita, ha conversado con nosotros sobre la trayectoria del grupo, su último álbum y de los temas que más les importan, en una entrevista muy humana que muestra la sensibilidad y la cabeza con la que trabajan estos músicos vascos que buscan plasmar sus preocupaciones a través del humor y la alegría, y que nos presentan su décimo álbum EH Distopikala.
EH Distopikala es vuestro último álbum de una carrera de más de 20 años. ¿Cómo es la decisión de continuar con Gatibu y llegar a sacar un décimo álbum? ¿Estáis satisfechos?
Bueno, es que el tiempo pasa muy rápido y, a veces, ni te enteras y de repente llega el décimo álbum y dices, ¡joer, si es que han pasado veintidós años ya y no sabemos ni cuantos conciertos hemos dado! La verdad es que no los contabilizamos y deben ser más de mil. La vida pasa y no te paras a pensar y esto es lo que nos ha pasado, que nosotros seguimos y seguimos y no miramos para atrás.
Estamos contentos, porque es muy difícil que un grupo después de veinte años todavía siga atrayendo a gente y sobre todo a público joven (que es muy difícil), porque la brecha de edad influye y también la brecha de los géneros musicales. Por esto estamos contentos sabiendo la dificultad y el mérito que tiene después de veintidós años seguir, aunque nosotros no nos conformamos con esto, nosotros queremos ir a más y conocer nuevos públicos, por eso vamos a Barcelona, Madrid o Valencia.
Ahora nos ha apetecido dirigirnos un poco a ritmos más tropicales y limpios, es decir, con menos distorsión y de mover un poco más la cadera. Pero también para cambiar, porque si no nos aburrimos de nosotros mismos.
En EH Distopikala habéis seguido en la línea de un álbum anterior Aske Maitte, Aske Bizzi (2018), en tanto que esta voluntad para adaptar los géneros y fluir hacia un tipo de música más bailable. ¿Esta ha sido una decisión pensada para probar y jugar con otros estilos u os ha salido de dentro?
Disco a disco hemos ido cambiando, porque no nos gusta repetirnos, sino estar abiertos a diferentes músicas y corrientes y no encasillarnos en un estilo en concreto, somos así de inquietos. No es que queramos cambiar según la marea, es más, que nosotros, casi todos, hemos estudiado música, lo cual nos hace estar más abiertos a valorar diferentes estilos musicales.
Al final, si conoces y sabes apreciar distintos estilos, esto hace que te influyan, porque los escuchas. Por eso ha sido un poco natural, la verdad. Ahora nos ha apetecido dirigirnos un poco a ritmos más tropicales y limpios, es decir, con menos distorsión y de mover un poco más la cadera. Pero también para cambiar, porque si no nos aburrimos de nosotros mismos.
La música de Gatibu deja entrever que os lo pasáis bien haciendo vuestro trabajo ¿Esta ha sido la naturaleza del grupo desde su formación?
Sí, ha formado parte de la naturaleza desde el principio, porque el primer disco era como muy rockero, con unos tintes mucho más pop, mientras que el segundo tenía unos toques más étnicos y de folk. La gente se preguntaba de qué palo íbamos y siempre ha sido así. Nosotros no lo pensábamos mucho, lo metíamos y punto si así lo sentíamos y era algo que nos gustaba.
A partir de 2014, después del álbum Euritan Dantzan, habéis optado por la autopublicación. ¿Esto ha ayudado a experimentar más?
Cuando cambiamos de oficina de management nos animaron a hacer la autoproducción que ya estaba haciendo más gente y le iba bien. Después de estar varios años en un par de discográficas, llegó el momento de probar esta nueva forma que en ese momento estaba emergiendo. Lo probamos y fue bien, sobre todo, porque las ventas la concentramos en la feria del disco de diciembre en Durango y allí se venden muchísimos discos en cuatro o cinco días. Allí, en 2016, fue cuando vendimos casi cinco mil discos. ¡Eso fue maravilloso!
En cuanto a la apertura estilística, creo que está clara, ya que hemos ido abriéndonos más a sonidos un poco más limpios, más luminosos y cálidos, ritmos más bailables con el funky y el pop. Hemos ido alejándonos un poco del rock, aunque nosotros tenemos corazón de rockeros, porque es lo que hemos mamado toda la vida.
Tratamos de hacer música y letras más serias de una manera que no sea pedante o panfletaria, sino de hacerlo de una forma vestida de humor y de alegría.
A la hora de publicar los álbumes sois meticuloso, pues publicáis cada dos años sin falta. ¿Esto es puro azar o algo muy pensado? ¿Esta constancia ha beneficiado este acercamiento con el público más joven?
Esto es porque somos unos psicópatas (ríe). La verdad es que nosotros siempre publicamos los discos haciéndolo coincidir con la feria de Durango. También creemos que hacerlo cada dos años está bien para que la gente no se olvide de ti, en tanto que hay que estar un poco activo en el mercado, ya que al final esta es una indústria que tiene sus ritmos y demandas. Por eso cada dos años cae un disco corto, de 7 canciones más o menos. Alguna vez, incluso, hemos hecho EPs de 5 canciones.
Lo principal para nosotros es cuidar la calidad al máximo, lo cual hace también que no sacamos más. Por otra parte, creemos que uno tiene que tener en cuenta el tiempo en el que vive y las cosas que le rodean, las nuevas tendencias etc. Se tiene que estar mirando alrededor, sin obsesionarse de estar a la última todo el rato, porque no me parece algo natural, pero es verdad que somos inquietos y nos gusta saber qué está pasando alrededor, y, a la vez, dejamos que nos influya.
No somos unos cerrados que pensamos que lo de antes es lo mejor y lo de ahora es una mierda, no, intentamos, con naturalidad y sin forzar mucho, escuchar las cosas de ahora y apreciar a los jóvenes de hoy en día, dejarse influir y aprender de ellos, claro que sí.
Los temas que tratáis en EH Distopikala son muy candentes, puesto que tratáis con los conflictos políticos, el cambio climático, el estado socioeconómico. Algo que en vuestros primeros discos puede que no fuera tan obvio. ¿Puede que haya sido propiciado por vuestra voluntad de estar pendientes de lo que está pasando a vuestro alrededor, musicalmente hablando? ¿Crees que al ser un grupo consolidado os ha permitido hablar de estos temas?
Cada vez más nos está gustando hablar de temas más serios, tanto en lo político y socioeconómico. O sea, cosas que nos preocupan, pero con un tinte de humor y vestido de melodías y armonías alegres. Un poco buscando que haya la contraposición de algo alegre con un tema serio, porque creemos que hacer que el mensaje entre mejor.
Creíamos que era necesario hablar de cosas más serias, nos lo pedía el cuerpo. Leemos los periódicos, escuchamos la radio y vemos los noticiarios… no podemos huir de lo que está pasando aquí y allí, nos afecta. Tratamos de hacerlo de una manera que no sea pedante o panfletaria, sino de hacerlo de una forma vestida de humor y alegría.
Yo creo que siempre hay que hablar de lo que está pasando y de lo que te preocupa sin ningún tipo de miedo o pudor. Antes también lo hacíamos, puede que no tan explícitamente, pero porque tampoco queríamos hacerlo, ya que veníamos de una tradición musical muy politizada en nuestro país. Y de hecho, sigue estándolo. La gente utiliza la música para contar la represión y los problemas sociales de Euskal Herria.
Si es cierto que nosotros en los primeros discos cantamos el problema que había con los presos políticos de nuestro país, de su dispersión. Esto nosotros lo hemos cantado, siempre tratando de no ser un grupo panfletario o que se identificada demasiado en la política mercantilizante. En estos últimos discos sí que hemos ido retomando un poco más estos temas, pero siempre con humor. Lo que recomiendo a todos los grupos, sean jóvenes o veteranos, es que hay que hablar de lo que a uno le apetezca y de lo que crea, que hay que hablar sin pensar en lo que la gente va a escuchar más o menos por hablar de uno u otro tema, porque lo que la gente va a buscar en un grupo, realmente, es la autenticidad de las cosas que dice.
¿Cómo ha respondido la gente a este último álbum? ¿Creéis que ha ido bien?
La gente que lo ha escuchado y nos ha dado su opinión nos han dicho que les ha encantado el disco. El feedback ha sido muy positivo. De momento tenemos tres conciertos de presentación programados en Valencia, Barcelona y Madrid y nos moveremos por más sitios, aunque todavía no te puedo chivar nada. La intención es seguir haciendo música, y mientras haya gente que nos quiera escuchar, seguiremos. Lo más importante, es que haya alguien que te quiera escuchar.
La gente te da mucha fuerza para seguir adelante, es un motor, aunque también te digo que un musico tiene la necesidad de hacer música haya gente o no. La música viene de la necesidad de crear algo bello en este mundo horrible. En este último álbum elegimos EH Distopikala porque quiere decir Euskal Herria entre tropical y distopia, pues influida por el cambio climático estamos viviendo uno calores tropicales y graves sequias. Nuestra música tiene mensajes que creemos importantes de mencionar y así lo intentamos hacer.
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