
Sueño con fuego a mis pies.
Convencido. Que el río no suena esta vez.
Si haces ruido, no es tu amigo.
Y todo lo que queda es tiempo para amar.
Ljubliana & the Seawolf acaban de presentar su tercer disco, Libra (Bankrobber, 2019), un trabajo conceptual que dispara directo al corazón de las cotidianidades del mundo moderno en el que vivimos: las nuevas tecnologías, el porno, nuestra relación con el sexo y el amor… Pero Libra también refuerza la identidad, la calidad y la estética musical de esta banda barcelonesa que entiende y practica la música como una religión.
Libra es un álbum compuesto por dos EPs. El primero, que ya tuvimos el placer de escuchar, fue Shit døpe (Bankrobber, 2018) y contenía ya cuatro de los ocho temas que forman el disco. Libra representa, precisamente, el equilibrio. Y, aunque pueda parecer que un EP y el otro tienen poco en común, realmente actúan como dos extremos que necesitan la armonía del disco para poder vivir, existir. “Este efecto se percibe mucho mejor en el formato vinilo, con su cara A y su cara B”, explica Pol Batlle, su cantante.

A pesar de mantener su esencia a lo largo de su trayectoria (Ljubliana tienen unos valores, una forma de ser muy característica y difícil de describir pero que aquellos que hayan tenido la suerte de verlos en directo conocerán de sobra), su fidelidad incondicional al proyecto no les ha impedido experimentar una serie de cambios – llamémoslos evolución, si nos apetece.
Ljubliana & the Seawolf empezaron siendo una banda influenciada, sin duda, por la música de calle. Pol había estado tocando por las calles de Londres cuando formaron el grupo con los instrumentos que por aquél entonces encajaban más con su forma de componer y tocar. Esto cambió cuando en el intervalo entre el primer disco y el segundo optaron por la guitarra eléctrica y cambiaron el violoncelo por el piano. Al tocar esos instrumentos electrificados se dieron cuenta de que querían seguir por aquel camino.
Así, a partir de unos inicios más folkies fueron acercándose más y más a la sonoridad eléctrica que los caracteriza a día de hoy. En Libra hasta podemos presenciar sus primeros flirteos con la electrónica y el autotune, animados, sin duda, por su productor Ander Agudo (Rayo-60). Y aunque los instrumentos han ido cambiando a lo largo de los años, es evidente que la música la siguen entendiendo igual. Para ellos la música está por encima de todo lo demás y eso es más que perceptible en sus discos, pero también en sus absorbentes directos. Además, ellos mismos lo admiten: la música es una religión y los directos son la misa.

Sueño con fuego a mis pies.
Sueño con fuego no ves.
Convencido que el río no suena esta vez.
Si haces ruido, no es tu amigo.
Y todo lo que queda es tiempo.
Y todo lo que quieras cielo.
Y todo lo que quiera el viento y el mar.
Tiempo fue varias primeras cosas para Ljubliana & the Seawolf y para los que les seguimos la pista: la previa de Libra que llegó a nuestros oídos y su primer tema en castellano. Ellos lo definieron en sus redes el día de su estreno como «un sueño fantasmal en el que tus pisadas están en llamas.» A mí, la canción me transporta, precisamente, a los extremos que construyen este nuevo disco.
Escucho la voz de Pol acompañada por la guitarra y tengo la sensación de tener todo el tiempo del mundo y, a la vez, me encuentro caminando entre el fuego, porque mi tiempo se quema; se escapa.
El tiempo puede tener esas connotaciones. Por un lado te abraza, te arropa y es un río infinito de posibilidades. Por otro, te da la sensación de que puede asfixiarte, te agobia, te persigue; se pierde. A veces pasa rápido, en otras parece que absolutamente toooodo toma una eternidad.
Es la primera vez que escucho a Pol cantando en castellano y casi ni me doy cuenta. Hay artistas que, cuando cantan en otra lengua, interpretan de forma completamente distinta. Puedes ver exactamente qué referentes tienen en cada idioma; sus canciones varían, hasta sus voces toman otra forma. Con Ljubliana esto no pasa. Seguimos en su universo y Tiempo no se despega del resto de sus hermanas.
El 20 de febrero podremos ser testigos de la misa que Ljubliana & the Seawolf darán en La [2] de Apolo. Presentarán Libra, este álbum ecléctico, de extremos. Un viaje emocional por la cruda realidad del mundo en el que vivimos.
Y si todo lo que queda es tiempo, ya hemos ganado. El tiempo lo es todo. Y a veces quema un poco.


Autoras de este artículo

Carla Gimeno
Comunicadora y cantante. Me gusta pensar que mi hábitat natural son los conciertos y los festivales. Es bastante probable que me encuentres entre el público de algún bolo de Barcelona, aunque a veces también me subo al escenario con The Crab Apples.

Alsina Mandarina
Creativa y dibujante. Guitarrista en The Crab Apples y Penny Necklace. Crecí dibujando, siendo este mi espacio de diversión y evasión del mundo. Ahora es mi forma de acercarme a mi entorno y reflexionar sobre nuestra vida y nuestra sociedad.