Allí estaba, en la puerta del local, con melena leonina y su sempiterno mostacho ahora emblanquecidos por el paso inexorable del tiempo. Le interrumpo, también está enganchado al dichoso móvil, y le saludo con admiración. Me contesta afablemente en un castellano básico y le explico mis intenciones. No duda en advertirme que escriba bien del concierto. Nos fotografiamos. Primer acto cumplido.
Para muchos de los que hemos pasado la cincuentena, Lou Marini es una especie de fetiche. Más que por su paso por Blood, Sweat & Tears, lo es por pertenecer a The Blues Brothers, la banda de acompañamiento de John Belushi y Dan Aykroyd (Jake & Elwood), aquel par de prodigiosos locos, creadores del legendario número cómico-musical inventado para el programa Saturday Night Live (1975-79), más tarde convertido en el inolvidable film dirigido por John Landis en 1980. La secuela de 2000, no interesa demasiado a pesar de otra divertida aparición de Lou Marini. A los hermanos Blues, se les apareció la luz divina viendo a James Brown ejerciendo como predicador. A un servidor, aquel homenaje a la música negra estadounidense le cambió la percepción musical. Allí estaban, entre otros, Aretha Franklin, Cab Calloway, Ray Charles, John Lee Hooker, y, junto a ellos, el saxofonista Blue Lou Marini. El de Ohio, que pronto cumplirá setenta años, nunca ha sido ni un creador ni un virtuoso solista, pero su currículo como músico de estudio o en directo es para enmarcar: B. B. King, Steely Dan, Frank Zappa, Lena Horne, Lou Reed o el mismísimo Peter Tosh, han sido algunos de sus compañeros de viaje. Ahí es nada.
Marini se presentó en Barcelona dentro del ciclo Sax-O-Rama, organizado cada año por la Sala Jamboree Jazz en honor al instrumento concebido por Adolphe Sax en 1840. Le acompañó el Lluís Coloma Trio, un terceto de Blues and Boogie Woggie con diecisiete años de carrera que acaba de lanzar al mercado Boggie wins again, su nuevo trabajo. Era la primera vez que tocaban juntos y se notó en el arranque con el Peter Gunn de Henry Mancini. La falta de engrase duró poco, el primer solo de Lluís Coloma combinado con el inconfundible sonido de Blue Lou fusionaron las piezas en un instante; a partir de ese momento todo fue sobre ruedas.
El veterano saxofonista sigue en plena forma. Junto a Steve Crooper han producido the last shade of blue before black, el último disco de The Original Blues Brothers Band, todavía en activo. En él, además de las colaboraciones de Eddie Floyd, Matt Murphy o Dr. John, seguimos disfrutando con las características resonancias del saxo de Lou Marini, convertidas en sello identitario de la banda. Su firma aparece en The last shade of blue before black, tema que sirvió de bis para rematar el concierto. Antes de llegar a ese punto, pudimos escuchar Baby, what you want me to do (Jimmy Reed), incluido asimismo en el reciente álbum; dos pasajes jazzísticos de nivel: In a sentimental mood, de Ellington, y Oh lady be good! de George & Ira Gershwin. También el Boogie Woogie Sixth Avenue express del dueto Pete Johnson & Albert Ammons, en el que se lució especialmente Lluís Coloma, pianista de excepción a quien se le debería reconocer aún más su pericia. A falta de cantante, el bueno de Marini intentó hacer sus pinitos en la balada Blue dreams, donde recordó el fraseo de Ben Sidran, arrancándose en la inmensa Sweet home Chicago, muy coreada y ovacionada. Lou Marini contó batallitas, recordó su presencia en el Palau de la Música en 1971 con Blood Sweet & Tears y sobre todo tocó rayando la excelencia. El público que abarrotó la cava en los dos pases, partió radiante después de haber visto al mítico músico. Thanks Blue Lou.
Come on / oh baby don’t you wanna go / back to that same old place Sweet home Chicago





Autores de este artículo

Barracuda

Sergi Moro
Desde que era un crío recuerdo tener una cámara siempre cerca. Hace unos años lo compagino con la música y no puedo evitar fotografiar todo lo que se mueve encima de un escenario. Así que allí me encontraréis, en las primeras filas.