‘Oh, qué lista tan interesante, guardaré el link en mi lista de pendientes y la miraré a fondo cuando tenga tiempo’, te dices. Así, llevas acumulando listas de qué ver, qué escuchar y qué leer desde 2014. Y apenas has abierto ninguna. ¿Verdad o no? Rompe ese círculo ahora mismo. Siéntate y dedícate un tiempo para ti. No tienes que escuchar todos los discos. Confía en el criterio de nuestros redactores para seleccionar los que más te motiven. Porque estos son los mejores discos de septiembre.
Si quieres seguir coleccionando listas puedes consultar las de enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio y julio-agosto. También hemos publicado listas en 2017, pero no las ponemos para no alimentar tu TOC.
LOW – Double negative (Sub Pop, 2018)
De la negación y el acierto
¿Explorar sonidos mucho más psicodélicos, oscuros y misteriosos? Sí. ¿Ahondar en temas más arduos y personales? También. Low pasa de reciclar su electrónica y en su nuevo álbum, Double negative, experimenta con la reconstrucción del sonido para buscar nuevos universos sensoriales. Dicho así podría ser puro ‘ruidismo’, pero no. Lo del trío de Minnesota está más cerca de lo onírico y profundiza en la línea que iniciaron con Ones and sixes (Sub Pop, 2015). Quórum nos vuela la cabeza. Dancing and blood nos mete en el tempo del álbum: pausado, melódico y tan triste que es sensual. Con Fly ya estamos levitando. El disco avanza hasta inquietarnos las voces digitales de Poor Sucker. Double negative nos desafía al oyente a descubrir otras melodías en las que detenerse con atención. No hay sonidos diáfanos ni estructuras simples: una doble negación se convierte en afirmación y, sin duda, en acierto.
Por Inés Calero.
SPIRITUALIZED – And nothing hurt (Bella Union, 2018)
Bienvenidos al disco del año
Será que el primer tema que conocí de Spiritualized fue Ladies and gentlemen we are floating in space que su música me pinta una imagen celestial en el cerebro. Un astronauta levitando en la oscuridad. O igual es que Jason Pierce compone la representación del concepto de música que hay en mi cabeza. And nothing hurt (Bella Union, 2018) es el puto disco del año. Se merece hasta un Grammy Latino (porque sí). Ya con la primera nota de A perfect miracle me ha subido la adrenalina. I’m your man me hizo sentir impotencia y la batería ahogada de On the sunshine me terminó de meter de lleno en la cabeza del genio que es J. Spaceman. Es imposible crear un disco malo si eres un compositor genial. Súbete al viaje lisérgico más auténtico de la década.
Por Nadia Dubikin.
THE BLAZE – Dancehall (Animal 63, 2018)
Calidez electrónica
Después del goteo de electrónica y house introspectivo francés o temas como Virile y su exquisito videoclip, los primos Guillaume y Jonathan Alric editan, por fin, su primer álbum largo con el que dejan patente que se han convertido en uno de los referentes de la electrónica francesa. Dancehall (Animal 63, 2018) se erige como un conjunto de piezas cálidas e hipnóticas en las que los detalles reflejan lo trascendente de la vida. Las voces profundas, distorsionadas y con un punto oscuro se mantienen dándole al disco el característico sonido de The Blaze. Es cierto que se trata de un álbum sin sobresaltos, pero quizás este minimalismo es el que convierte los temas del dúo francés en perfectos tanto para ser escuchados un domingo por la tarde en casa como para ser bailados a las horas de mayor exaltación en un festival de electrónica.
Por Paula Margó.
MASEGO – Lady lady (EQT Recordings, 2018)
Tres razones para escuchar a Masego
He decidido que en vez de argumentar por qué Lady lady (EGT Recordings, 2018) es para mí uno de los discos del año – junto con el de Leon Bridges – voy a centrarme en los hechos. Fact 1: Masego vino a Barcelona en la Mercè y arrasó. Fact 2: Sus melodías son sofisticadas pero accesibles – mezcla R&B con jazz – y sus letras tratan sobre mujeres – el título no es casualidad -. Fact 3: No hubo persona que no se enamorara al instante de él después de habérselo recomendado. Y cuando digo persona englobo perfiles muy diversos, real. ¿Serás tú la excepción que confirme la regla? Bueno, es igual. Ni siquiera he entendido nunca esa frase. Que lo escuches. Tanto si te gusta como si no, te habrá aportado algo nuevo, eso seguro. Canciones imprescindibles, por orden: Tadow, Old age y Black love. Bonus track: No pertenece al disco pero no puedes no escuchar Navajo en Colors.
Por Paula Pérez.
GUILLAMINO – Fra Júpiter (Bankrobber, 2018)
Cançons per escoltar el silenci
La capacitat camaleònica de Guillamino torna a posar-se en evidència amb Fra Júpiter (Bankrobber, 2018). Aquesta vegada, el músic es va traslladar durant una setmana fins la Torre Reial del monestir de Poblet per crear les seves noves cançons. Un disc de soul místic completament influenciat per aquest lloc i l’atmosfera que l’envolta. Es tracta del treball més intimista del músic en que la reverberació i el minimalisme instrumental tenen bona part del protagonisme. Invocat per la metafísica del disc, les mescles han anat a càrrec de Joan Pons, El Petit de Cal Eril, que ha acabat d’embolcallar aquest nou projecte de Pau Guillamet. Un disc perfecte per una cosa tan necessària com és abstreure’s de la terra durant una estona.
Per Nil Boladeras.
PAUL SIMON – In the blue light (Legacy / Sony Music, 2018)
Las esquinas abandonadas del chico solitario
Hace unos meses que los seguidores de Paul Simon sentimos una congoja cruda en las entrañas. Esa tristeza terrible, silenciosa, se apoderó de nosotros cuando anunció que estaba a punto de sumergirse en la que sería su gira de despedida del mundo de la música. Es el adiós de uno de los letristas más extraordinarios del siglo XX, de uno de los artistas más importantes de la historia de la música norteamericana. En medio de todo ello ha aterrizado en nuestros oídos In the blue light (Legacy / Sony Music, 2018), una reinterpretación del propio Simon de algunas de las canciones de su carrera que él mismo considera que han sido injustamente ignoradas. Diez cortes en los que el músico de Newark navega con pausa sobre su discografía en solitario, tan prolífica, diversa y a la altura de la dimensión del que firma. Desde el One man’s ceiling is another man’s floor hasta el Questions for the angels, Paul Simon desentierra su música olvidada, justo ahora que encara el adiós definitivo. Y lo hace como siempre: investigando, modificando, jugando con todos los estilos, puliendo la producción. Porque eso es lo suyo: crear. Y a nosotros nos apena muchísimo que todo esto se tenga que terminar.
Por Adrián Viéitez.
PAUL MCCARTNEY – Egypt station (Capitol Records, 2018)
Paul, no me gusta lo que has hecho
Ya van dieciséis discos que Paul Mccartney publica en solitario. Egypt station (Capitol Records, 2018) ha sido su último lanzamiento. No sé muy bien qué es lo que esperaba encontrarme cuando comencé a reproducirlo, pero la verdad es que me ha decepcionado más de lo que me gustaría. Es cierto que hay alguna excepción en el conjunto del disco que tiene más ritmo, como Fuh you, que incluso expone un sonido más moderno, con ciertos tintes electrónicos, de hecho; o Caesar rock, con unas guitarras potentes y muy bailable. Y otra canción que también me ha sorprendido: Despite repeated warnings, ya que no es en absoluto plana, sino que en ella hay unos cambios rítmicos muy interesantes. Sin embargo, el resto del disco podría llegar a considerarse música de ascensor, no porque sea mala, sino por la lentitud de la misma. Me atrevería a decir que me ha aburrido. Es difícil aseverar algo así, pero es la realidad. Paul, no me gusta lo que has hecho.
Por Ana López.
THE SEY SISTERS – Rise (Satélite K, 2018)
El imperio de la voz
Tres hermanas nacidas en Catalunya (de ascendencia ghanesa) viajando hacia el éxito con los cimientos más puros del góspel como único equipaje. ¿Son The Sey Sisters suicidas? Escuchadas las exitosas inmundicias que ensucian nuestro sentido auditivo actualmente, lo parecen; sin embargo, su talento debería pisotear cualquier empalizada comercial. Rise (Satélite K, 2018), es el relevo de Let freedom ring (Tempsrecord, 2015) confirmando las buenas expectativas creadas. Sus espirituales voces y los concisos arreglos de Albert Bartolomé, son suficientes para embelesar; más ginebra no mejora un gintonic. Saldrían con la cabeza bien alta de cualquier iglesia de Harlem después de entonar Swing low o Until you stand up. Deberían conseguir que Follow the drinking gourd fuera canción de cabecera durante unos días y arrasar en la red con el precioso video Years to come, lo merecen sobradamente. Me nsi den me nkafo es el colofón africanista, senda poco explorada. Quizá en el próximo capítulo. Mujeres negras al poder.
Por Barracuda.
LENNY KRAVITZ – Raise vibration (BMG, 2018)
Si Michael Jackson y Prince tuviesen un hijo
Undécima vez que lo hace y siempre enérgico y renovado. Un álbum con canciones que transmiten buenas vibras y que refutan que Lenny Kravitz sigue siendo una estrella del rock y un profeta del amor. En Raise vibration (BMG, 2018), el temazo, sin duda: Low. Sonido retro, con regusto de los años 70 y con homenaje a Michael Jackson incluido, ‘¡uh… uh!’. Este disco es el fruto de este último con Prince. ¿Qué más se puede pedir? Temas sin adornos, que no necesitan de efectos especiales porque está puesta toda su alma. A lo largo del disco, lo toca todo él solito, y lo toca bien, que no es poco. Posible masterpiece del álbum: Jhonny Cash.
Por Jessica Cobos.
VILLAGERS – The art of pretending to swim (Domino, 2018)
Dios vs. tecnología
Ordenadores, televisores, móviles, tablets… En un mundo dominado por las máquinas, Conor O’Brien, cantante del grupo irlandés de indie folk Villagers, dice haber encontrado la palabra de Dios. Y mediante su música –con toques electrónicos–, y emulando a un profeta, se ha apropiado de dicha palabra en su nuevo álbum The art of pretending to swim (Domino, 2018). Con el disco, O’Brien muestra su fascinación y, a la vez, preocupación por la obsesión que tenemos con la tecnología –de ahí que dedique su último tema a Ada Lovelace, matemática y física, pionera en el estudio de las máquinas calculadoras–. El cantante ve en Dios una salida, dejando atrás las dudas que tuvo en el pasado (A trick of the light) y pensando en el futuro: esa ansiada promesa de la vida eterna (Fool). Es cierto que el disco se nos puede llegar a hacer pesado y el mensaje discutible, pero en una cosa tiene razón: ¿hace cuánto no lees un libro?
Por Celia Sales.
JOAN MIQUEL OLIVER – Elektra (Discmedi, 2018)
Al mar de Joan Miquel Oliver
Al mar de Joan Miquel Oliver hi cap tothom. Després de Pegasus (Sony Music Entertainment España, 2015) i Atlantis (Sony Music Entertainment España, 2017), Elektra (Discmedi, 2018) és l’encarregada de tancar aquesta trilogia mitològica il·lustrada per Albert Pinya. En aquest mar t’hi pots capbussar fins a tocar el fons amb cançons fosques com Líquens Arborescents o respirar tranquil amb la tendresa i la calma de Per a totes ses mamàs o Honey. Un disc d’essència Joan Miquel Oliver: cançons curtes que en la majoria dels casos no superen els tres minuts, sons electrònics que s’entrellacen amb un fons de guitarres acústiques i la seva arma més genial: la capacitat de trobar l’equilibri perfecte entre maduresa creativa i aquella visió infantil de les coses que només tenen els genis.
Per Nil Boladeras.
JOAN COLOMO – L’oferta i la demanda (BCore, 2018)
Lo íntimo y lo social
La música de Joan Colomo viaja en dos direcciones. Se desplaza, en apariencia, hacia un lugar de encuentro. Se sube al tren en marcha con una sonrisa y comienza a disparar alrededor, hiriendo de forma certera a aquellos que merecen ser heridos. Él lo asume como una cuestión de equilibrio, una cuestión de ‘oferta y demanda’. Si el cinismo demanda batallas, él las planta. Pero en el corazón de esa batalla hay un viaje distinto, un deslizarse hacia dentro que ocurre en silencio, en calma. La música de Joan Colomo, pura celebración del asalto a lo mediocre, habita en secreto lugares de cuidada intimidad, momentos de soledad y anhelo. Porque en ella vive la esencia identitaria del ser humano moderno, siempre bélico y siempre soñador. En su último álbum, L’oferta i la demanda (BCore, 2018) todo ello se potencia. Es puro nervio: ahora abofetea, ahora abraza con calidez. Uno piensa que esas son dos direcciones en las que viajar. Joan Colomo piensa que quizá sean solo una.
Por Adrián Viéitez.
CLUBZ – Destellos (CANADA Editorial, 2018)
Electroliving
Hay géneros tan clásicos que ya no son parte de una época sino una elección filosófica. Esto pasa con Clubz y su electro-pop. No son ‘los hijos de’ los 80, sino parte de la corriente —aunque por edad se hayan tenido que subir al carro treinta años más tarde—. Sintes, saxos, samples de todo tipo y con intención de que se noten. Videoclips impecables con comentarios del tipo ‘cada nuevo sencillo de Clubz se convierte en un trauma’. Temazos como Áfrika, Súper visión y Popscuro. Son todo muestras de la magia creativa que tiene la dupla. Normal que MTV y Nylon los reconocieran ya desde Texturas, su primer EP. Destellos (CANADA Editorial, 2018) sale este septiembre como muestra de su capacidad de creación y como registro de la madurez que Orlando y Coco han adquirido desde que empezaron, hace sólo cuatro años.
Por Nadia Dubikin.
IVÁN FERREIRO – Cena recalentada (Warner Music, 2018)
¡Niñoooooos… a comeeeeeeeer!
Una de mis cenas recalentadas favoritas es el pulpo. Un plato muy gallego y mucho gallego. Casi tanto como Iván Ferreiro. Su último disco Cena recalentada (Warner Music, 2018) es una oda a Golpes Bajos, uno de sus grupos de referencia y que ha impregnado su trayectoria, tanto como Pirata como en solitario. Tanta oda es, que son 19 versiones en las que Iván reinterpreta a sus paisanos y se gana, una vez más, mi admiración. Porque cuando escuchas a Iván Ferreiro sabes quién es, pero sus melodías siempre sorprenden. Escucharlo es como un cuadro que cambia mientras lo observas o como el maldito río de Heráclito, el cual no podías cruzar dos veces porque tanto tú como el río habíais cambiado desde la primera vez que te habías metido en él. Pues este disco y sus temas igual, porque para empezar son covers y porque una vez que te han atravesado no vuelves a ser el mismo.
Por Carlota Purple.
SUEDE – The blue hour (Suede Ltd, 2018)
Hola, soy tu banda sonora para este Halloween, de nada
Me gusta cuando las bandas se van de rave con sus promos y Suede se puso de todo antes de entrar en la reunión en la que decidieron cómo anunciar su nuevo trabajo The blue hour (Suede Ltd, 2018). No se si has visto las pildoritas, pero colarían perfectamente por promos de la nueva temporada de AHS y claro, el clip de Life is Golden, rodado muy cerquita de Chernobyl… me da la razón. Desvaríos a parte, The blue hour es un discazo, quince piezas para que bajes a tu pozo interior, escalón por escalón y te acomodes en su interior. Una pieza a la que quiero mirar como a un todo, precisamente por eso me cuesta decir ‘escucha esto’ o ‘escucha esto otro’, pero ahí voy. Don’t be afraid if nobody loves you es jodidamente tétrica, The invisibles es lo que pondría para recibir a mis invitados fantasmas en casa y Dead bird, a pesar de sus 26 segundos, no volveré a escucharla sola porque me da miedito. .
Por Carlota Purple.
TOM PETTY – An american treasure (Reprise / WB, 2018)
Réquiem por un soñador americano
La muerte de Tom Petty fue un arañazo en pleno pecho. El exlíder de los Heartbreakers desapareció de forma amarga, sin previo aviso, dejándonos claro que el tiempo está pasando y se está llevando a todos aquellos ídolos a los que rezábamos los que no sabemos mucho sobre religión. Un año después, como en un acto quijotesco, desaforado y profundamente temerario, nace An american treasure (Reprise / WB, 2018) una especie de mastodóntico altar en el que refugiarse para escuchar los ecos de la voz que ya no está. 63 canciones sacadas de todas partes: remásteres de álbumes, descartes, directos, caras ocultas. Todo un retrato salvaje de un músico irrepetible, un espíritu errante teñido por la perpetua nostalgia de un tiempo en el que los sueños todavía parecían colocarse al alcance de la mano. Es posible que Petty ya no esté, pero esta enorme caja ha llegado para recordarnos una cosa fundamental: para todos aquellos que soñamos, y perdemos, y volvemos a soñar… su música siempre estará ahí para tendernos una mano amiga.
Por Adrián Viéitez.
PAUL WELLER – True meanings (Parlophone Records, 2018)
La cara B del modfather
Solo ha pasado un año desde su último disco, pero llevo dando palmas de alegría pensando en este nuevo trabajo desde que salió en septiembre su making of. True meanings (Parlophone Records, 2018), el catorceavo LP de su carrera en solitario, es un disco íntimo, una ventana circular por la que observar a un Paul Weller diferente. No puedo decir que me guste más o menos que su época de The Jam, pero tengo que reconocer que sus canciones me queman. Catorce piezas planteadas con acústica, un perfecto acento británico servido en voz sentida y mucha menos floritura que dejan ver a un sexagenario que mira atrás y canta mientras reflexiona. Quizás si no sabes cómo era antes Weller, te recomiendo que escuches In the city (del disco homónimo de 1997) seguido por Movin’ on o Mayfly, trabajos de este nuevo disco.
* Pausa dramática para que escuches los temas *
¿Flipante, verdad?
Por Carlota Purple.
CONTTRA – 2050 (El Segell del Primavera, 2018)
Sudor en el escenario y en la pista de baile
El indie pop o indie rock -según quién escriba- de los barceloneses Conttra es una reivindicación del sudor. Para ellos en el escenario y para nosotros en la pista de baile tercio en mano. Con su nuevo EP de cinco temas, 2050 (El Segell del Primavera, 2018), pretenden demostrar que han llegado a un punto de madurez y encontrado su personalidad. En él, encontramos desde el enérgico Forecasted storm a temas como Hondarribia, con voces distorsionadas y un correcto punteo de guitarra que se mantiene durante todo el disco y nos ofrece ese punto animado y bailongo. Sin embargo, si bien es cierto que 2050 es un trabajo más redondo que su primer y homónimo álbum, está claro que esta joven banda aún tiene mucho más potencial que exprimir.
Por Paula Margó.
SATELLITE STORIES – Cut out the lights (Playground Music, 2018)
5 misisipis
Septiembre es morriña. Es el blue Monday de los meses. Echas de menos a los gallegos que conociste en el Arenal, el pueblo, el verano… Las despedidas no son fáciles. Hay quien se aferra a abrazos de 8 misisipis. Otros sacan álbumes. Cut out the lights (Playground Music, 2018) es el Misisipi de Satellite Stories tras cinco discos y diez años sobre el escenario. El álbum nos traslada al indie de 2012. Un trabajo mucho más íntimo que, lejos de lo mainstream, los finlandeses quieren que los fans disfruten. Con él, The final story farewell tour, con fecha en Barcelona para el 20 de octubre en Razzmatazz. Me quedo Carried away por cómo rompe con la realidad. El rollazo de Sunglasses. Y el ritmo de Wild win, la mítica para finalizar un concierto, o una carrera.
Por María del Río.
RAPSUSKLEI – Insano juicio (Eterno Miusik, 2018)
Rapsusklei y su insano juicio
Después de contemplar una portada y cerciorarnos que no estamos ante Natos y Waor, escuchamos el EP, Insano juicio (Eterno Miusik, 2018). Segunda ronda para reafirmar que tampoco estamos ante el rapero Shariff. Con una buena base, mucho flow y una lírica especial ya sí que sí: Rapsusklei. Sigue sin lanzarse con algo más largo y apuesta por nueve temas con dos interludios. Escuchamos mucho rap en Acapella, melancolía en Drama y alguna pincelada alegre, salvándonos así del rollo cortavenas, esta vez. Colaboraciones, muchas colaboraciones inéditas con las que nunca había cantado Don Diego como con El Niño de la Hipoteca. Y, también un tema, Desatando cabos con única y exclusivamente beatbox. Se masca un buen directo, sólo queda esperar.
Por Jessica Cobos.
BLACK UHURU – As the world turns (autoeditado, 2018)
Pura Jamaica
Coronados en rojo, amarillo y verde, los reyes del reggae regresan a nuestros oídos con As the world turns (autoeditado, 2018), un álbum con un sonido más compacto y actual que todos aquellos que componen su discografía. Entre vientos, teclados y síncopas, Black Uhuru nos dan la bienvenida a su propio universo, entrando en un espectro de la vida donde todo fluye sin prisas, pero a ritmo constante. La producción de Mike Gener y Derrick Simpson le ha dado al álbum un toque pop y meloso. Temas como Stand alone se han transformado en baladas aptas para todo tipo de melómanos. El trabajo en los foros aportan una cuarta dimensión al disco, condimentándolo con sabor y elegancia jamaicana.
Imprescindible War crime, un corte de esencia única que hace de As the world turns un trabajo completo y redondo en el que perderse.
Por Blanca Olivella.
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