El que la sigue la consigue. No es la primera vez, ni será la última, que el festival Blues & Ritmes hace de sueños realidades. Perseverantes en el compromiso de recompensar a su fiel público con conciertos únicos o especiales, en esta nueva edición han conseguido quitarse otra espina que llevaban clavada desde hacía muchos años: la presencia de los hermanos Luther y Cody Dickinson, a efectos comerciales, North Mississippi Allstars Duo.
Los Dickinson, naturales de Hernando (Mississippi) no son precisamente unos novatos en el fascinante juego del blues. Comenzaron su periplo en 1996 y no han parado hasta el día de hoy. Su primer disco, ‘Shake Hands With Shorty’ (2000) ya impactó, siendo nominado a los Grammy y ganando varios premios prestigiosos. Posteriormente han grabado cinco EP’s y doce álbumes más, el último, titulado ‘Set Sail’ (New West Records, 2022), también nominado al Grammy como mejor disco de Blues contemporáneo (las absurdas etiquetas de toda la vida).
Avalados por la reputación de su padre, el pianista, cantante y productor, Jim Dickinson y colaboraciones con artistas del talento de John Hiatt, Lucinda Williams, Otha Turner o la Dirty Dozen Brass Band, llegaban a Badalona con el aura de estrellas. Posiblemente la actuación más apetecible del evento. Blues y Southern Rock de primera categoría en el Teatre Margarida Xirgu.
Del Delta del Mississippi a Badalona
Como bien indican los organizadores, los North Mississippi Allstars Duo, cruzaron el Atlántico exclusivamente para tocar en el festival. Este detalle reafirma, por enésima vez, la notoriedad alcanzada por un evento que ya ha superado las treinta ediciones.
Tras tres sabrosas actuaciones con el cartel de sold out colgado en la puerta del Margarida Xirgu, todos esperábamos que el éxito de público se repitiera, el artístico estaba cantado. Desgraciadamente no fue así.
Que la excelencia no equivale a triunfo comercial lo sabemos desde hace mucho tiempo, pero aun así seguimos sin entender la falta de curiosidad o inquietud por escudriñar y adentrarse en mundos desconocidos. La propuesta sonora de los Dickinson no es sencilla. Apostar por el crudo blues del Mississippi, resucitando ilustres héroes del género, poco conocidos, como Junior Kimbrough (Meet Me In The City) o R. L. Burnside (Snake Drive) no es coger la senda más asfaltada, podríamos estar de acuerdo. También aceptamos que un proyecto basado en voz, guitarra y batería sea difícil de digerir por buena que sea y esta lo es muchísimo; sin embargo, seguimos agarrándonos al inicio del párrafo: lo áspero duele. Los que eligieron comenzar la Semana Santa se perdieron un show serio y generoso, absolutamente memorable.
Repaso a una carrera
Quizá nos quedamos con ganas de escuchar cosas de ‘Set Sail’ (no acudieron con la idea de promocionarlo), no obstante, la compilación de temas preparada (una revisión de sus veinte años en el oficio) satisfizo a todos los presentes.
Las tres primeras piezas, Shimmy She Wooble (Otha Turner), Goin’ Down South y Shake (Yo Mama) nos descubrieron varias cosas. La más relevante fue, sin duda, el alto grado de complicidad de la pareja. Aunque parezca lógico después de tocar tantos años juntos, sigue sorprendiendo esa ausencia de errores, el intercambio perfecto entre los riff de la Gibson de Luther y los contundentes golpeos (casi punks) de Cody o la modélica alternancia en los instrumentos (una única ocasión) o de voces, Mean Ol’ Wind Died Down fue una buena prueba de este pormenor.
También sorprendió el descaro con que aúnan el blues y el southern rock con gotas de metal sucio, ráfagas de punk o incluso de reggae, bonito regalo el que se marcó Luther homenajeando el Get Up, Stand Up de Bob Marley. No hace falta decir que todo cuadró a la perfección. Mérito incuestionable.
Magníficos tanto en Never Want To Be Kissed (que grabaron con William Bell) como en Po’ Black Maddie, Need To Be Free, Preachin’ Blues o la notabilísima Bye Bye Baby, extraída del fastuoso ‘Up and Rolling’ de 2019. Una quincena de títulos sin mácula alguna.
Algún quisquilloso podrá decir que Luther no alcanza el sentimiento vocal negro o que Cody no es nada sutil con su instrumento. Memeces.
El estruendoso y excepcional dueto bebe de unas fuentes de inagotable sabiduría musical y la han sabido modificar o transportar a su manera de tocar como muy pocos. Hablar de pureza es, en este caso particular, absurdo y ridículo.
North Mississippi Allstars Duo no cerraron el Blues & Ritmes con el teatro lleno, pero sí lo hicieron ofreciendo la mejor velada del festival. Otra noche gloriosa de un evento que no nos deja de sorprender.
Ánimos, ya queda menos para la próxima edición. Seguro que volveremos a salivar.
Autores de este artículo
Barracuda
Marina Tomàs
Tiene mucho de aventura la fotografía. Supongo que por eso me gusta. Y, aunque parezca un poco contradictorio, me proporciona un lugar en el mundo, un techo, un refugio. Y eso, para alguien de naturaleza más bien soñadora como yo, no está nada mal.