El pasado 18 de diciembre, La Nau del Poble Nou fue testigo de un interesantísimo doble concierto dónde se dieron citas dos maneras de entender la música y, lo que es más importante, lejanas al producto de inmediatez que nos invade día tras día. Por un lado, la artista, original de Zimbabwe (aunque residente en Catalunya), Tina Masawi y por el otro la recién llegada banda argentina (fue su primer show) Vuelo Despierto, formación de indie-rock, pero que, de mutuo acuerdo, la definimos junto al baterista y cantante Manuel Scollo como indie-rap. Es importante resaltar las facilidades con las que tanto Tina como los amigos argentinos, nos ofrecieron para contarnos sus primeras vivencias en loco mundo del rock- business.
Masawi lleva 10 años intentando labrarse un hueco en los intrincados géneros del afrobeats, r’n’b, soul o rap. La pelea, en estos campos, es furibunda y se necesita una gran categoría vocal para luchar con contrincantes actuales e intentar hacer una pequeña sombra al inmenso legado del pasado. La cantante africana nos confesó que un leve resfriado le había impedido mostrar todas sus facultades, sin embargo, pudimos atisbar el gran progreso obtenido en un camino que ya está empezando a dar buenos frutos. Secret, Old School Love (declaración de principios), Cora de Hielo o Right Her, están funcionando muy bien en redes y a ellas habrá que sumar títulos novedosos como la balada Changes y Healer (curandera), con los que construirá un primer álbum que ya está llamando a nuestras puertas.
Aunque su sonido se aparta de los arreglos más clásicos, sus referentes son figuras tipo Etta James o Aretha Franklin, aunque tampoco le molesta que la comparen a Erykah Badu o Amy Winehouse; la cariñosa Tina no tiene un pelo de tonta. Todavía le falta un poco más de garra y seducción en tablas, pero el tiempo lo curará, talento y ganas le sobran. No tengo dudas que tiene el triunfo a tocar, sólo faltan pequeños retoques y ella los conoce. Su banda, que funcionó cual reloj, incluidos los añadidos de violín y trompeta, muy adecuados le puso los aplausos en bandeja.
La hinchada de Vuelo Despierto llegó con la actuación de Tina Masawi comenzada, lo que la privó de un mayor reconocimiento. Los que la disfrutamos desde el inicio, encomiamos su prestancia. Una ganadora.
Con la sala repleta, compareció el Poeta Villero para, con unos pocos versos, introducir al combo argentino que ya lleva un lustro residiendo en nuestro país. Para ellos era una noche muy especial: la del estreno y la de poder abrazarse con sus compatriotas, quienes no pararon de jalearlos durante todo el concierto.
En un estreno, no podemos pedir exquisiteces, no obstante, se libraron de los nervios y ofrecieron parte de sus buenas aptitudes. Llevan un año en el negocio y ya muestran síntomas de saber el terreno por el que andan. La mezcla de indie, rock, rap e incluso reggae puede desentonar y chirriar, pero el desparpajo que gasta la joven asociación, les ayuda a encajar las piezas del puzzle con sabiduría, el mando de Scollo es primordial y su voz (que nos recordó a Alejo Esquivel) se alza como la enseña de un proyecto que pinta muy bien. Sus creaciones se elevarán, muy pronto. El vuelo acaba de despegar.
Velada completa, esperanzadora. Si esta es la carretera de los nuevos valores, acepto la excursión. Nos lo vamos a pasar de rechupete.
Autores de este artículo
Barracuda
Òscar García
Hablo con imágenes y textos. Sigo sorprendiéndome ante propuestas musicales novedosas y aplaudo a quien tiene la valentía de llevarlas a cabo. La música es mucho más que un recurso para tapar el silencio.