A veces lo mejor es pararse en seco y escuchar. Por eso de vez en cuando pedimos a lxs músicxs que se expresen y que cuenten su historia por ellxs mismxs. Sin guión, sin preguntas. Simplemente les damos espacio y ellxs hablan. Ahora es el turno de Cielo Pordomingo. En este caso, la autora argentina nos habla de su música y la forma tan peculiar que tiene de componer nuevas canciones.
¡Hola! Soy Cielo Pordomingo.
En este momento me encuentro en la ciudad donde nací (Santa Rosa, La Pampa, Argentina); a un lado tengo el piano en el que aprendí a tocar. Aunque ahora está desafinado, (porque nadie más lo usa y yo solo vengo dos veces al año), me gusta sentarme y escuchar la vibración de la caja.
Recuerdo sufrir siendo niña cada vez que me sentaba al piano, a diferencia de ahora, que disfruto cada nota que toco, porque son las notas que me salen y no las que alguien me dijo que debía tocar.
No me gustan las etiquetas, por eso en mis composiciones soy lo más libre que puedo ser, y para lograr eso necesito muchas herramientas musicales. El estudio ocupa un lugar importante en mi día a día.
Puedo pasar horas explorando nuevos sonidos y texturas cuando compongo, jugando con efectos y distorsionando synthes; y cuando las produzco me divierto sumando y escondiendo sonidos que capaz los descubrís cuando escuchás la canción por tercera vez. Estos sonidos escondidos son el condimento perfecto cuando toco en vivo, porque a veces resaltan y a veces no.
Alguna vez me preguntaron de dónde viene esa idea de combinar instrumentos que aparentemente son tan distintos. Eso más que una idea es una necesidad, y tiene que ver con que estoy involucrada con cada partecita de la canción con la que trabajo meticulosamente, y me encuentro con ella miles de veces, incluso antes de entrar al estudio de grabación. Entonces siento que necesito muchos colores y texturas distintas para sentir la riqueza de la canción, porque la voy a tocar cientos de veces. ¡Después me doy cuenta que igual me emociono cuando la toco solo con guitarra! Jajaja.
En mis letras, escribo sobre situaciones e historias que me conmueven, me resulta más fácil o natural expresar las emociones fuertes en canciones. Algunas son historias propias y otras cercanas, a veces yo misma me río y creo ustedes se reirían si supieran el origen de algunas de las letras, podés pasar del contexto mas ridículo y gracioso, hasta el mas dramático. Y me gusta mucho jugar con los contrastes, a veces una letra muy dramática se enmascara con una melodía y un ritmo más divertido y liviano, y viceversa.
Tengo la fortuna de viajar con los sonidos al componer en mi estudio, y también viajar físicamente con mi música a otros países. El tocar en vivo es una retroalimentación de energía pura.
A veces cierro los ojos y me pregunto qué es lo que realmente deseo en la vida, y es seguir amando con todo el corazón y crear música.
Autores de este artículo