Un reciente éxito del género de reguetón ha alcanzado la fama en TikTok. FlowGPT, un usuario que usa la IA para crear colaboraciones inauditas, ha compartido una canción que ha captado la atención de muchos, quienes la consideran como un posible nuevo himno del perreo. Se titula NostalgIA, y en ella aparecen las voces de Bad Bunny, Daddy Yankee y Justin Bieber.
Este perfil se caracteriza por componer canciones globales, basándose en la data disponible de los artistas más destacados del momento. Ha llegado a unir artistas como Anuel AA con Feid, expareja y pareja actual de Karol G respectivamente. Con tan solo 12 canciones, ya supera las 200.000 oyentes en Spotify.
El cantante puertorriqueño Bad Bunny se ha convertido en la “víctima” más reciente de la inteligencia artificial. La canción nos trae al conejo malo más reguetonero, lejos del que hemos visto en su último disco, quizá por ello ha tenido tanto gancho. Sin embargo, hay uno de sus versos que se ha viralizado por excelencia: “No viene de España pero es una bad gyal”. Sin duda, se trata de un guiño a nuestra queridísima Bad Gyal, y es precisamente por esto se ha vuelto tan viral. Infinidad de videos circulan por TikTok, desde lipsync hasta bailes, incluso la propia Alba Farelo publicó un video con la canción.
Es cierto que en estos últimos meses, se han descubierto los infinitos usos que tiene la IA en diferentes ámbitos. Aparentemente, muy efectivos y rápidos, pero algunos de ellos se encuentran en el foco de la polémica. Es muy común encontrar en redes sociales audios de artistas versionando canciones de otros, o canciones totalmente nuevas. El uso de voces de famosos para crear vídeos ficticios, incluso audios, pone en duda el límite entre la creatividad y el plagio o incluso la calumnia. Sin embargo, la gran mayoría de los artistas no suelen decir nada al respecto. Evidentemente, son conocedores de la circulación de estas canciones, pero no parecen estar muy preocupados, al menos hasta el día de hoy.
Ahora, Bad Bunny sí ha tenido algo que decir sobre este tema tan viral y lo ha hecho a través del grupo de Whatsapp que comparte con sus fans. “Si a ustedes les gusta esa mierda de canción que está viral en tiktok salganse de este grupo ahora mismo. Ustedes no merecen ser mis amigos y por eso mismo hice el nuevo disco, pa desaserme de gente así. Asi que chu chu fuera”. Los fans del puertorriqueño han reaccionado a sus últimas declaraciones y, desde luego, hay dos puntos de vista opuestos. Primero encontramos los que están descontentos con sus palabras, los cuales defienden que la canción creada por la IA es mucho mejor que su último disco, que no ha tenido el éxito esperado, al menos el que habían tenido sus últimos proyectos. Luego están los que apoyan al conejo malo, defendiendo que los derechos del artista están siendo vulnerados por la IA, incluso que esta misma le está reemplazando y opacando su trabajo.
Hay otros artistas que le han dado un giro por completo a esta situación. Un claro ejemplo es Eladio Carrión, cuya canción La calle llama, fué editada con la IA modificando frases como “mi primer par de pesos” por “mi primera chamba” (mi primer trabajo). Se ha viralizado en redes sociales e incluso se ha convertido en un meme. El propio artista ha llegado a cantar esta parodia en sus propios conciertos, bromeando con el público diciendo “Se la saben más que la original”.
A raíz de toda esta polémica, el pasado mes de mayo Spotify eliminó miles de canciones creadas por la IA, para erradicar este tipo de fraude. Aun así, la plataforma explicó sus motivos, y es que se estaban cobrando derechos de autor a través de perfiles fraudulentos. La Comisión Europea lleva meses tramitando proyectos de ley sobre el tema, pero a día de hoy este conflicto aún no está legislado. Por lo tanto, el debate se centra en opiniones basadas en ética laboral, sin fundamentos legales. A pesar de que hay dos bandos claramente divididos en esta controversia, sin una ley de por medio, desafortunadamente no hay nada que se pueda hacer al respecto. Cada uno debe decidir entre respetar al artista y a sus derechos de autor o disfrutar la canción, independientemente de cómo se haya creado.
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