Con el Primavera Sound comenzó oficialmente la temporada de festivales. Eso significa amigos, fiesta, agujetas… ¡y música! Muchos artistas y bandas presentarán sus nuevos discos en los festivales de este verano. Escúchalos ahora y así ya te sabrás las letras de memoria cuando llegue el momento.
Si quieres más música refrescante puedes dar un paseo por la lista de los mejores discos de 2017 o ir mes por mes: febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio – agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre. Las más recientes son las listas de enero, febrero, marzo y abril de 2018.
LEON BRIDGES – Good thing (Columbia, 2018)
La sofisticación de una estrella indiscutible
Muchos se sorprendieron con la irrupción de Leon Bridges hace tres años, cuando su Coming home (Columbia Records, 2015) reventó el star system del soul con canciones tan perfectamente empaquetadas como River, propietarias de un aroma añejo, casi de una ventana a otra época en la que su estilo arrasaba. Ahora, menos son los que se han quedado perplejos con el poderoso ascenso que supone Good thing (Columbia, 2018), su segundo álbum, en lo que promete ser una carrera fulgurante. A sus 28 años, Bridges ha concebido un disco de suma elegancia y sofisticación, con esa entrada sinuosa a través de dos canciones tan magnéticas como Bet ain’t worth the hand y Bad bad news, que pronto desembocan en un planeta mucho más cálido. Si Coming home era la apreciación abstracta de un diamante en bruto, Good thing es la justificación de un talento a reivindicar. Para los que no estén convencidos todavía, basta un par de escuchas a If it feels good (then it must be) para acabar de ser abducidos por completo por el mundo de Leon Bridges: una estrella del soul en tiempos de ausencia.
Por Adrián Viéitez
HERMAN DÜNE – Sweet thursday (Yaya Tova, 2018)
California dreaming
Imagina la típica película dominguera americana. Esa en la que cruzan Arizona en autocaravana. Sol, The Mamas & The Papas sonando de fondo, Ruta 66… Y paran en un bar. Y alguien sale a cantar – siempre hay algún médico/guitarrista/policía en la sala -. En este film, saldrían Herman Düne con Love cat blues, de Sweet Thursday (Yaya Tova, 2018), su nuevo álbum. Nueve temas con su folk rock característico, aunque más maduro. El propio trabajo es un camino: un trotamundos que encuentra su lugar. David Ivar, lo ha encontrado en California. Letras dulces y mucho blues, reflejados en Early morning Anderson blues. Joanna sería esa en la que se sumaría algún espontaneo. Y al final ya, antes de volver a la autocaravana, cantarían todos Oh sweet thursday para dar el paso al gran final con Dreamin’ is over, California.
Por María del Río.
DORIAN – Justicia universal (Intromúsica Records, 2018)
Las metáforas de lo nuevo de Dorian entran en la explicit zone
Digamos que estamos en el mejor mes para escuchar, cantar y vitorear Justicia universal(Intromúsica Records, 2018), lo nuevo de Dorian. Un mes muy político, pero a la vez surrealista y crudo. Como las metáforas, literariamente explícitas, que nos transportan a otro universo y también a la realidad en once temas muy necesarios. Se reparten guiños y uno se lo lleva The Smiths con Señales y otros, por ejemplo, Radio Futura con Noches blancas. Y también hay guiños a los inadaptados que, jugando con la electrónica más bailable y bien mezclada de Dorian, evoca a los que están arriba, que lo son aún más. Con nuevas incorporaciones se agrega también la exquisitez del piano y las armonías. Y, en contraste, temas algo más oscuros como las adicciones. En definitiva, un álbum políticamente incorrecto que pasa de su último álbum acústico a uno mucho más electrónico.
Per Jessica Cobos.
ARCTIC MONKEYS – Tranquility Base, Hotel & Casino (Domino Recording, 2018)
Arctic Turner & Alex Monkeys
La banda británica, Arctic Monkeys, blablabla blablabla (que a estos los conoces) vuelve tras cinco años sin sacar LP con Tranquility base, hotel & casino (Domino Recording, 2018). #Rolleteespacial, #soyelmásindiedelgarito y #AlexTurnerhastaenlasopa, son los tags con los que lo identificarás sin problema cuando te acerques a tu gasolinera de confianza a comprar este cassette. Sus once temas pretenden estar empapados con la sensación del astronauta que contempla la tierra desde la luna, el propio título es prueba de ello, ya que hace referencia a como Neil Armstrong y Buzz Aldrin hablaban del lugar en el que el Apolo 11 aterrizaría. He de reconocer que es un trabajo tan maduro como complejo, en el sentido de que pocos temas entran a la primera (como Golden trunks) y necesitas escucharlo varias veces, antes de encontrar a los Arctic que tanto te gustaban cuando las converse eran lo más. Para acabar con mi ración de bilis hablemos de Four out of five, en el que vemos a Alex muchas veces y haciendo muchas cosas. En su defensa diré que inicialmente este iba a ser su primer trabajo en solitario, pero que por A o por B acabó como un trabajo de Arctic. Tú di que sí Alex, que si no mola habrá sido culpa de todos.
Por Carlota Purple.
CHVRCHES – Love is dead (Glassnote Records, 2018)
Una aplicación demasiado extrema de los teoremas del pop comercial
Toma una de las vibrantes melodías de los sintetizadores de Iain Cook y Martin Doherty, súmale la voz angelical de Lauren Mayberry y tendrás la fórmula habitual del éxito de Chvrches. Digo habitual porque su salto al mainstream parece haberles fallado. Su nuevo álbum, el tercero en siete años de carrera musical, es un conjunto de trece canciones que aplican los teoremas del pop comercial a rajatabla. El resultado pasa bastante desapercibido al lado de temas como Recover y The mother we share, de The bones of what you believe (Glassnote Records, 2013) o Clearest blue, del álbum Every open eye (Glassnote Records, 2015). Las canciones de Love is dead (Glassnote Records, 2018) son fáciles de asimilar: tienen estribillos memorizables, melodías sencillas e incluyen algún que otro tópico. Sin embargo, pierden aquel toque instintivamente atractivo para el oyente. Pueden percibirse sutilmente los impulsos creativos de la banda en Graffiti, un retrato de la desencantada generación millennial, o en su colaboración con el frontman de The National, Matt Berninger, titulada My enemy. Por el resto, es un disco calculado para gustar, pero no para marcar.
Por Marina Montaner.
COURTNEY BARNETT – Tell me how you really feel (Marathon Artists, 2018)
Deleite feminista
Medir el tiempo en canciones es mi TOC favorito. Me quedan 40 minutos de trayecto en metro, así que me pongo a escuchar lo nuevo de Courtney Barnett. Me coloco los cascos, me evado de todo; me imagino a la de Melbourne preguntándome al oído lo que plantea en el título de su álbum. Que cómo me siento, me dice. Cansada, le contesto. Y entonces, conforme avanzo en canciones y paradas, me doy cuenta de que ella también lo está. Tell me how you really feel (Marathon Artists, 2018) plasma el hartazgo que sentimos las mujeres en un mundo ‘moderno’, pantallístico y de un egocentrismo pseudomodesto; gobernado, claro, por hombres. Creo que me he inventado alguna palabra, pero es cierto lo que digo: la cantante alza la voz en defensa de los derechos de la mujer en estas diez canciones de argumento fuerte, escéptico y de estilo sencillo. Dejaremos de estar cansadas una vez consigamos empoderarnos, pero empoderarse cansa, como cansa conseguir que ellos se unan a la causa sin hipocresía lucrativa. Me dejo de trances: al final, bajo en mi parada, termino el álbum y me acuerdo de lo que me dijo ayer una buena amiga: “¡Que yo no quiero un match, lo que yo quiero es un gato!”. Y dejar de estar cansada, a ser posible.
Por Sara Ferco.
RY COODER – The prodigal son (Fantasy, 2018)
El crepuscular sonido de los tiempos pasados
La carrera de Ry Cooder es un abanico inmenso de experimentación estilística y en los formatos. Apareció en los años 70, de los que sigue siendo heredero, con una derivación folk que no ha terminado de perder nunca pese a sus devaneos por infinidad de estilos musicales. Sus raíces pegadas al country, con esa voz cavernosa que devuelve a uno a las entrañas de Johnny Cash, vivieron entonces su mayor esplendor. Y ha sido ahora, con el lanzamiento de The prodigal son (Fantasy, 2018), cuando Cooder ha dejado de lado la súbita autocomplacencia que riega a los artistas anacrónicos para bañarse de nuevo en los ecos de su identidad. El nuevo disco del artista californiano, ya septuagenario, construye un diagrama de túneles hacia las profundidades de una música que ya no existe más que en la memoria. Un disparo recto y eficaz hacia la añoranza del country folk que ha perdido su lugar.
Por Adrián Viéitez.
BALAGO – El demà (Foehn Records, 2018)
Existeixo, ergo escolto Balago
Fa vint anys que David Crespo i Guim Serradesanferm tiren endavant Balago, grup referent de l’electrònica experimental catalana. El seu perfil a Bandcamp segueix dient que són “un exemple perfecte de com hauria de ser la música al segle XXI; una constant evolució sonora i una obertura de nous camins a través de l’experimentació”. A El demà (Foehn Records, 2018) excel·leixen en la pràctica d’aquests objectius: es tracta d’un disc de sons cinematogràfics que conviden a fer un viatge interior, gairebé místic, enfocat al futur de l’espècie. Els mateixos títols de les cançons recorden els passos d’un recorregut que no només té un final obert, sinó que és fosc i comporta patiment. Un recorregut que ens obliga a prendre consciència d’un sol fet: tot i la incertesa, existim.
Per Clàudia Rius.
DAMIEN JURADO – The horizon just laughed (Secretly Canadian, 2018)
La voz que mece a los hombres
Pocos artistas escriben música como lo hace Damien Jurado. El músico de Seattle, veinte años después de deslumbrar con el folk herido de Rehearsals for departure (Sub Pop, 1998), saca al mercado The horizon just laughed (Secretly Canadian, 2018), el primer álbum completamente producido por él mismo y en el que continúa expandiendo su universo personal. Desde la declaración de intenciones que es Allocate, Jurado propone al público un viaje delicado que cabalga entre la cultura popular (muchas de las canciones llevan el nombre de personajes que componen el imaginario del autor) y la introspección habitual en su música. Su sensibilidad abierta alcanza el clímax en Dear Thomas Wolfe y Lou-Jean, dos canciones que lo dirigen hacia su ancestral vocación de acariciar al mundo con su voz. En conclusión: The horizon just laughed es un disco ligero sin caer en la intrascendencia y lírico sin abandonarse a la autocomplacencia. La línea de continuidad de Damien Jurado, un artista que hace tiempo que ocupa un lugar privilegiado en el olimpo de los compositores.
Por Adrián Viéitez.
MAMAS GUN – Golden days (Monty Music, 2018)
Filigrana intemporal
No pocas bandas han quedado ancladas en un exitoso primer trabajo, sea por falta de inspiración posterior o la desidia que da poder vivir de rentas. Por suerte, Mamas Gun, el grupo liderado por Andy Platts, continúa avanzando hacia la ansiada perfección. Su cuarta entrega es una filigrana llamada a marcar época. Cierto que el aliento de Steely Dan está muy presente en la obertura de You make my life a better place y es imposible no acordarse de Mayer Hawthorne en la preciosa Diamond in the bell jar, pero los londinenses no son de los que usan el copiar y pegar para subsistir. Buena prueba de ello la encontramos en I need a win, canción aglutinadora de todo el talento compositivo y vocal de Platts, aquí no valen comparaciones. Golden days (Monty Music, 2018) es una obra bella, conmovedora, deudora del clasicismo instrumental (prodigiosos arreglos de John Pickup) y una oda al amor natural, aquel nacido de la verdad. ¿Se acuerdan de Gino Vannelli? Si el prodigioso y desdeñado cantor canadiense ha escuchado We se sentirá feliz: ‘Tengo unos alumnos estupendos’, pensará, y su techo aún les queda lejano.
Por Barracuda.
FRANK TURNER – Be more kind (Polydor Records, 2018)
La cara dormida de Turner
Frank Turner, uno de los cantautores folk más queridos por el público amante del punk rock, regresa con Be more kind (Polydor Records, 2018). El trabajo explora la faceta menos movida y revuelta, pero no menos crítica, del inglés. Se convierte así en una antología de las que podrían ser todas las baladas que hubiera podido haber sacado en algún momento durante su carrera. Un álbum con menos himnos, pero lleno de minutos deliciosos de los que disfrutar sin prisas.
Por Blanca Olivella
ANNA TERNHEIM – The winter tapes (live) (Universal, 2018)
Congelar el tiempo
En su nuevo disco, The winter tapes (live) (Universal, 2018), la cantante sueca Anna Ternheim se desnuda ante el público prescindiendo de los sonidos orgánicos que caracterizan su música y dejando solo su voz, el piano y la guitarra. La obsesión de la cantante en este último álbum pasa por congelar los momentos que vivió en el escenario junto con el pianista Martin Hederos el otoño pasado. Momentos que condensa en diez canciones que capturan la esencia del directo y con las que hace un recorrido por su trayectoria musical, en concreto, por tres de sus álbumes: Somebody outside (Universal, 2004), Leaving on a mayday (Universal, 2008) y All the way to rio (BMG, 2017). Aunque ya conozcamos esas canciones, el acústico las dota de una nueva personalidad mucho más emotiva. Pero la cantante también decide incluir entre su repertorio la preciosa versión sueca (Minns det som igar) del mítico himno escocés Aud lang syne (L’hora dels adeus en catalán).
Por Celia Sales Valdés.
PAUL KALBRENNER – Parts of life (Sony, 2018)
Paul Kalbrenner vuelve a los ochenta con su nuevo disco
Paul Kalkbrenner ha conquistado los corazones de los amantes de la electrónica. Puede que al otro lado del charco no sea demasiado conocido, pero en su tierra natal, Alemania, sí lo es. El dj alemán ha publicado este mes su octavo disco, Parts of life (Sony, 2018), que es un tanto más personal, pero en el que también ha querido explorar una etapa más antigua de este estilo, acercándose a la década de los ochenta, cuando las composiciones eran más simples. Sin embargo, en contraposición a esa idea de lo personal, los quince temas que componen el disco llevan por nombre números: Part eleven, Part three, Part five, etc. Además, debemos mencionar el diseño de la portada de este trabajo, dibujada por su tío, Paul Eisel. En ella se pueden apreciar elementos que forman parte de la vida más privada de Kalkbrenner.
Por Ana López.
EL CANIJO DE JEREZ – Manual de jaleo (El Volcán música, 2018)
Jaleo contra la vida moderna
Hi ha artistes que comencen carreres en solitari per desmarcar-se de la música que havien fet en projectes anteriors i descobrir nous estils i vies de creació. Aquest no és el cas de El Canijo de Jerez. El músic andalús continua caminant pel mateix camí que va començar amb Los Delinqüentes. Un camí mestís de ritmes flamencs, blues i rock, que canta a l’alegria i es fa amb una guitarra espanyola penjada a l’esquena. El cantant, que després de Los Delinqüentes també ha format part de grups com G5, La Pandilla Voladora o Estricnina, ens presenta el seu tercer disc en solutari, Manual de jaleo (El Volcán Música, 2018). I és que si ens hem de fiar d’algú perquè faci un manual així, aquest és El Canijo de Jerez. Cançons festives com Un extranjero en la capital, Como la yerba o el primer avançament Libera la fiera en són la prova. Com ja em passava quan escoltava Los Delinqüentes, entre l’alegria i la primavera, el Canijo també amaga la nostàlgia en temes com Escupe la flama o Días dorados que no sonen a les ràdios però són els que donen sentit i una pausa necessaria al disc. Reinventar-se està sobrevalorat.
Per Nil Boladeras.
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