Siempre dices que en tus canciones hablas de sucesos reales y de personas que pertenecen a tu vida, ¿cuál es la canción que mejor define tu vida, tu día a día?
Pues se me ocurren dos: la de Yo Me Quedo Aquí creo que me define bastante porque es una canción en la que no se está tomando una decisión muy definitiva, es como que digo una cosa, luego digo otra, no sé muy bien qué es lo que quiero… y pasa un poco lo mismo en Llego Contenta, que parece que toda la canción va en una dirección y, de repente, justo al final digo que “esta es la última cena” y luego digo que es la “penúltima”, eso también es muy yo (risas).

¿Podríamos decir que es un disco a modo de diario personal?
Sí, sí. Totalmente.
A veces puede ocurrir, cuando hablamos de temas reales, que nos arrepintamos de aquello que dijimos o que nos genere vergüenza el saber que ahora es público. ¿Borrarías algún tema si pudieras? ¿O modificarías alguna canción?
Sí que modificaría algún tema, pero más que por lo que estoy contando es porque en el tiempo en el que esperas a que se fabrique el vinilo para poder sacar el disco te da para pensar mucho. Entonces, claro; pero el tema de las letras, más que por el contenido de lo que estoy diciendo, si modificara alguna es porque no estoy cien por cien contenta con la forma en la que lo estoy diciendo.
Ojalá ser autosuficiente en el dinero para pagar a gente que me haga las cosas genial.
El tema A Mí es el único con una mirada optimista y positiva dentro del disco, ¿a qué se debe ese contraste?
(Risas) Pues mira, se debe a que nadie lo está entendiendo realmente, porque es verdad que habla de amor, pero hay un momento en el que digo “ojalá nos dijéramos más cosas”, que no deja de ser una frustración. O sea, no deja de ser una persona con la que quieres que pase algo más de lo que está pasando, y es un tema bonito que no lo escribo desde un sentimiento terrible, pero sí con un poco de frustración.
¿Las canciones tienen algún orden premeditado en el disco?
Sí, a mí me gustaba empezar por A Mí porque empieza como que va a pasar algo bueno y Solo Tu Amiga ya es un poco como esto que parecía que era amor, de repente no lo está siendo y yo querría que fuera otra cosa, y luego ya se va desenvolviendo todo en un desastre absoluto, pero realmente ha sido un poco ficción, porque no es una historia que haya ocurrido de esa manera, son muchas historias distintas que al final las he ordenado para que pasara esto, pero no es la realidad de lo que ha pasado.
Has colaborado con artistas como Yes I M o Dromedarios Mágicos, que no has incluido en el álbum. ¿Con quién te gustaría colaborar para futuros proyectos?
Pues una persona con la que he hablado cien mil ocasiones de colaborar y tenemos un montón de ganas y, por algún motivo, nunca terminamos de cuadrar es Marco de El Buen Hijo. También he hablado últimamente de colaborar con Kimberley Tell, que nos ha pasado un poco lo mismo. Soy un poco desastre, la verdad, me cuesta bastante organizarme y, al final, a no ser que seas una persona amiga y que está bastante a mi alrededor, es muy complicado conseguirlo.
Sabemos que las portadas para tus discos y singles las diseñas tú misma, y en una entrevista a Mondo Sonoro has dicho que eres muy tuya y que te gusta tenerlo todo controlado. ¿Tienes la intención de convertirte en una artista autosuficiente?
Uf, Dios me libre, ojalá no (risas). Ojalá ser autosuficiente en el dinero para pagar a gente que me haga las cosas genial, pero muchas veces tengo que hacerlo así porque teniendo en cuenta que no tengo muchos medios, por lo menos sé lo que quiero. Yo tengo claro lo que quiero, si tengo que recurrir a favores y encima no puedo dejar a la persona libertad para hacer lo que quieren ellos es un desastre, es muy injusto.

Yo escucho una canción y pienso en cómo me hace sentir y busco la manera de hacerlo yo, pero a mi manera. Mitski me inspira muchísimo, me parece increíble.
Además, llama la atención que las portadas de tu anterior trabajo, Todo Mal, tenían consonancia entre ellas y para este nuevo proyecto hemos visto que, de momento, son muy distintas. ¿Podríamos decir que es un disco heterogéneo en cuanto a contenido musical, personal y artístico?
Sí, la verdad es que ha sido muy diferente la manera de hacer este disco de la manera de hacer el otro porque, para empezar, el otro lo hice por total experimento. O sea, lo hice con toda la calma del mundo porque no había nada precedente. Entonces, era como “bueno, yo voy a ir haciendo esto y a ver cómo sale”. Pude hacerlo muy a mi manera, pensarlo mucho… Con este último ha sido como que entras ya en expectativas, en plazos… al final tienes que ir sacando cosas, aunque nadie te lo haya dicho, porque tienes esa presión de que la gente está esperando, y entonces, de repente, no es tan fácil pensar en algo cuando no has podido acabar un disco entero, porque no es que tú grabes el disco entero y luego saques los singles, sino que según vas grabando vas sacando cosas, porque si no la gente estaría esperando cuatro años y se olvidaría de ti. Entonces, me entra el agobio y al final lo hago así por eso.
Es decir, que has disfrutado más haciendo el primero por el tema de los plazos…
Ha sido más natural. Hay muchas cosas que me han gustado más del segundo que del primero, pero en cuanto a planificación y relax a la hora de hacerlo, el primero fue totalmente distinto, claro. Pero bueno, hay muchas cosas que me han gustado más de este como por ejemplo las letras de las propias canciones y de haber hecho yo más experimento con las canciones… que no se parezcan todas tanto entre ellas.
¿Tienes algún claro referente musical?
Sí, pero de una manera un poco rara, porque mis referentes musicales son… esto es un poco cursi (risas), pero es la verdad: son más de sentimiento que de sonido. Es decir, yo escucho una canción y pienso en cómo me hace sentir y busco la manera de hacerlo yo, pero a mi manera. Entonces, por ejemplo, Mitski me inspira muchísimo, me parece increíble. Nilüfer Yanya también… no sé, si te los digo, dirás “hombre, pues no” (risas), pero yo entiendo que sí, que es lo que me ha pasado.
¿Cómo sería tu playlist de Spotify? Si entraramos en la aplicación y escucháramos la recopilación de tus canciones más escuchadas del año, ¿qué encontraríamos?
Para empezar, encontraríais las mías porque son las que uso para ensayar (risas), pero ya después de eso están las personas que te acabo de decir, también está Big Thief, Julia Jacklin, Aerial East… La verdad es que escucho mucha más música en inglés que en español, pero es una cosa rara, es como que Spotify se ha empeñado en que escuche música en inglés (risas). Entonces, como la oigo porque me la enseña, he entrado en un círculo vicioso y me cuesta mucho más escuchar música en español porque me da FOMO (risas). Entonces, por eso escucho mucha música en inglés, pero me gustaría que no fuera así, la verdad, y hago esfuerzo activo por escuchar música en español, pero nada, Spotify me lleva una y otra vez a esta.

¿Podrías recomendarnos a un artista o grupo que creas que tiene mucho que ofrecer y del que no se ha reconocido aún como se merece su trabajo?
Pues podría recomendar a un par de personas increíbles, que son: Sofía Amores, que ha hecho una canción conmigo y que está haciendo cosas y sé que hará cosas muy guays; y luego Vagina Asesina, que me gusta mucho, me hace muchísima gracia y es muy punky y graba sus cosas con el móvil, pero no sé, a mí me gusta mucho, la verdad.
Creo que una de las formas más directas y divertidas de conocer a alguien es saber su alter ego en el mundo de la ficción: aquel personaje de una película, serie, libro, videojuego, etc. con el que se sienta identificado. ¿Quién sería este alter ego para ti?
Ostras (risas), me río porque se me ocurren cosas muy locas. Yo veía El Rey León y me sentía identificada con Scar, y también cuando vi Harry Potter me sentí identificada con Snape, o sea, tengo algo ahí mal, algo no funciona bien (risas). Podría decir que Shego de Kim Possible, creo que esta sería.
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