En el año de la forzosa introspección, una de nuestras mejores bazas para no sucumbir a la locura mórbida ha sido la música. Los discos, específicamente. Que sí, que dicen que ahora la música se consume en trocitos mediante playlist, que si los videoclips mandan, que si blabla… Pero un disco sigue siendo un disco y los más melómanos lo saben. Así que, te invitamos a regalarte un momento de pausa: te presentamos los que para nosotros son los 40 mejores discos de 2020.
Sabemos que escuchar un buen disco de principio a fin sigue siendo una experiencia mágica. Y ha sido fascinante el haberlo hecho en un evento presencial de manera colectiva: este otoño arrancamos el ciclo #ListeningRoom en CASA SEAT, donde invitamos al público a escuchar un buen álbum sin interrupciones con la presencia del propio artista (Ferran Palau en septiembre y Mishima en diciembre), acompañados de reconocidos periodistas (Olga Ábalos y Jordi Bianciotto, respectivamente) como maestros de ceremonias.
En un mundo donde todo es digital, en Qualsevol Nit regresamos a lo analógico: en dicho ciclo de eventos los discos se reproducen en formato vinilo. Y es ese mismo soporte junto con el CD (algunos nos llaman locos) nuestra apuesta de cara a nuestras también recién estrenadas suscripciones, quienes también han escogido los mejor discos del año para ellos: los más repetidos han sido Calambre, de Nathy Peluso; The New Abnormal, de The Strokes; y Siento muerte, de Mujeres. También destacaron Future Nostalgia (Dua Lipa); Descanso en poder (Dellafuente); After hours (The Weeknd); Els mals costums (Anna Andreu); Song Machine, Season One: Strange Timez (Gorillaz); La vida és rara (Pau Vallvé), Letter to You (Bruce Springsteen); Bellavista (Viva Belgrado) y Modus Vivendi (070 Shake). Dos personas fueron más allá de nuestra lista e hicieron aportaciones personales: What’s your pleasure?, de Jessie Ware, así como Hemen Herensugeak Daude (Aquí hay Dragones), de Liher, “un disco conceptual que parte de la pregunta ‘¿cómo reaccionarías si fueses violada?’, brillante en todos los aspectos”. ¡Gracias a tod@s por participar!
Este año más que nunca, creemos que cada disco ha sido una bonita forma de escapar de la realidad en algunos casos, y de llenarnos de esperanza y energía en otros tantos. Nuestra selección reúne las mejores producciones de aquí y de allí, esta vez encabezada por obras sosegadas que nos han permitido profundizar en nosotros mismos. Como lo ha hecho Adrianne Lenker en songs / instrumentals, donde ha creado una delicada y preciosa burbuja sinónimo de paz; de la misma manera que lo ha hecho Bob Dylan en su regreso creando un camino de reflexión e introspección a través de la música en Rough and Rowdy Ways o la enorme carga poética que desprende el disco de Anna Andreu, Els Mals Costums.
Y si os ha sabido a poco nuestra lista de los mejores discos de 2020 y queréis recordar años anteriores, podéis explorar nuestras listas del 2017, 2018 y 2019.
40.
FOUR TET – Sixteen Oceans (Text Records)
Lo nuevo de Kleran Hebden, más conocido en el circuito electrónico internacional como Four Tet, está siendo mi salvación esta cuarentena. Me está ayudando no solo a desconectar por completo de toda esta vorágine de actualidad, sino a terminar con ese bloqueo creativo que todos arrastramos a veces y no nos deja ver con claridad. Sixteen Oceans es un trabajo reflexivo y relajante que mezcla texturas sonoras cambiantes, y le da al silencio la importancia que se merece.
39.
THE STROKES – The New Abnormal (RCA)
Sin saber muy bien cómo, aquellos nombrados “salvadores del rock” que editaron tres discazos con veintipocos, vuelven pasada la cuarentena en una evolucionada pero muy buena versión de ellos mismos. Aunque con ese título y el cuadro de Basquiat en la portada del disco parecen querer decirnos que no esperemos escuchar una vuelta a los orígenes, lo cierto es que sí hay algo de los 2000 en las composiciones.
38.
MUJERES – Siento muerte (Sonido Muchacho)
Guitarreo, letras que a veces se pierden en un segundo plano bajo la música y toques de alegría pese a estarte contando cómo perdió a su chica. O sea, much pop, very madchester. Además el disco tiene easter eggs para todo aquel que quiera pasarse la tarde buscando referencias en sus melodías. Como la esencia de The Ronettes en Tú y yo y Un gesto brillante o los coritos al más puro estilo The Ramones en El momento exacto.
37.
DA SOUZA – Salsa agredolça (Bubota discos)
De todas las salsas, la agridulce es la que más contradicciones produce al paladar. El quinto álbum de Da Souza, Salsa agredolça abraza la cotidianeidad para fascinarnos con unas melodías limpias, letras honestas y amarga ironía. El quinteto mallorquín avanzan hacia una actitud más pausada y tranquila, esta vez con más sintes, baterías metrónomicas y menos golpes de guitarra propios del garage. Agridulce puede ser una despedida, un final, un principio, un amor. Y si hay discos agridulces, este desde luego no lo es.
36.
JOE CREPÚSCULO – Supercrepus II (El Volcán Música)
Que un artista recuperi l’essència de les composicions que va crear en el seu primer disc de fa dotze anys, és poc habitual i a la vegada màgic. És com si un cicle comencés i acabés, no creieu?A Supercrepus II hi trobem unes melodies amb perspectiva i sons amb molta llum que es contraposen amb les tonalitats greus i potents de la veu de Joël Iriarte.
35.
JUNCO Y MIMBRE – Junco y Mimbre (Hidden Track Records)
Junco y Mimbre és revolució, com tot allò que neix en temps d’incertesa. Capitanejat per Maria Espinosa (veu i guitarra), la fórmula de Junco y Mimbre transita per diferents registres, per diferents estats d’ànim i per diferents emocions. Temps de no, Mar i lava, Paret de metall, són alguns dels exemples d’aquest camí d’alts i baixos que regala el seu fabulós debut.
34.
NATHY PELUSO – Calambre (Sony)
Calambre es un juego, y con él, eléctrica y sin pelos en la lengua, Nathy Peluso logra sacudirnos de arriba a bajo des del minuto uno. Con tangos que terminan en rap (AGARRATE) y raps que se transforman en reggaetón (AMOR SALVAJE), pasando por una tremenda salsa (PURO VENENO) o un ARRORÓ (canción de cuna bereber). Así que, no. ¡No hace falta poner los dedos en el enchufe para sentir el calambre latino!
33.
MELENAS – Días raros (Elsa / Snap! Clap! Club!)
Garage rock, psicodelia de inspiración kraut, trazas de post-punk y una pizca de dream pop. Partes iguales Velvet Underground, Raincoats, Yo La Tengo e inspiración propia. Lo mejor de cada casa en su justa medida se junta en Días raros, un disco que empieza bien y no deja de subir y sorprender más a cada tema, una joya rara a apreciar en el panorama español.
32.
NUEVA VULCANO – Ensayo (BCore)
A mitad de Ensayo, el esperado nuevo álbum de los referentes del underground barcelonés Nueva Vulcano, escuchamos, valga la redundancia, un fragmento de un ensayo de la banda; apenas 90 segundos en los que escuchamos al trío –Artur, Wences y Albert– en crudo, un breve momento en el que podemos compartir la intimidad de su local.
31.
CARIBOU – Suddenly (City Slang)
Uno de los últimos discos publicados antes de la explosión de la pandemia, Suddenly está tan lleno de vida y emoción como realmente cualquier otro disco de Caribou, es decir, mucho. Una masterclass de diseño de sonido, sampleado y cancionero irresistible con el aura melancólica marca de la casa de Dan Snaith.
30.
DUA LIPA – Future Nostalgia (Warner Music)
Como iban anunciando todos los singles previos a la publicación de este disco, Future Nostalgia supone la confirmación total y absoluta de Dua Lipa como gran diva del pop actual. La cantante británica y sus productores han encontrado un sonido que le sienta como un guante, en el que los arreglos discotequeros, las prominentes líneas de bajo y los ritmos a lo Daft Punk se complementan con una voz sensual y atrevida, ofreciendo temazo tras temazo adictivo, divertido y francamente irresistible.
29.
070 SHAKE – Modus Vivendi (G.O.O.D. Music)
Introspectiva, trippy, triste, agresiva y poderosa… así se muestra en Modus Vivendi, como resultado de coexistir, la jovencísima Danielle Balbuena, a.k.a 070 Shake. Una voz que muestra muchos matices, pero que no se posiciona como única y exclusiva de su género: el rap. Oscilando entre un pasado y un futuro no vividos, escuchamos la consciencia de una persona visceral, con remordimientos, sueños, posesiones, planes y muchas caras que mostrar al mundo
28.
VIVA BELGRADO – Bellavista (Aloud Music)
Qué bueno es cuando un disco te sacude de arriba abajo. Viva Belgrado ya eran expertos en crear temazos sorprendentes cuales bofetadas, pero en este su tercer trabajo, lo han bordado. Los distintos sentimientos no dejan de aflorar a medida que van pasando los segundos de unas canciones que entran hasta dentro, y es que están escritas abriendo el alma en canal, dejándose la voz y los dedos en cada acorde.
27.
LIDO PIMIENTA – Miss Colombia (Anti-)
Miss Colombia es el último LP de Lido Pimienta compuesto de 11 temas. Es también un diálogo de amor odio entre la cantautora y su país natal. Una mirada crítica sobre lo que entendemos como identidad cultural y que, en muchas ocasiones y a pesar de haberlo asumido como lo correcto, chocan con nuestros ideales. Metáforas y disidencia. Flipadlo.
26.
HAIM – Women In Music Pt. III (Columbia)
El disco que las ha situado como fuerza indiscutible del indie y del pop-rock en general, Women In Music Pt. III presenta a las hermanas Haim con un arsenal de melodías bañadas al sol y unas canciones sin miedo a salirse de la tangente y experimentar. Un sucesor espiritual al Father of the Bride de Vampire Weekend (con el que comparten al dúo creativo Batmanglij-Rechtshaid) que, como guinda del pastel, incluye sus tres maravillosos singles del año anterior Now I’m In It, Hallelujah y Summer Girl.
25.
KELLY LEE OWENS – Inner Song (Smalltown Supersound)
Sus canciones emergen desde un lugar apaciguado y poco a poco se rebelan, se expanden, encuentran sonidos nuevos y arriesgan más en su orquestación en busca de abrir el espacio marcado por las paredes de un mundo que oprime. La canción está dentro, reza el título del disco, y uno lo comprende así: mientras sigamos teniendo ganas de bailar, un próximo baile seguirá latiendo en el horizonte.
24.
NÚRIA GRAHAM – Marjorie (Primavera Labels)
Marjorie alcanza indiscutiblemente un nuevo escalón estilístico sin perder la esencia pop-folk de sus primeros trabajos. Aquí Núria Graham profundiza en su vertiente lo-fi y extiende su atmósfera a partir de un minucioso trabajo de producción, y la consolidación de su faceta electropop. Todo ello en una coctelera: fuertes vientos atlánticos, en costas verdes, con su voz cruzando el agua.
23.
MARIA JAUME – Fins a maig no revisc (Bankrobber)
Fins a maig no revisc. No sé si hi podria haver un títol millor per un disc tan necessari en aquest moment tan estrany. L’atmosfera de les cançons, les melodies nostàlgiques i les lletres costumistes malgrat que poètiques i existencialistes, els ritmes a cavall del folk i el pop, i la veu i la manera que té de cantar Maria Jaume (a banda, que bonic que és el mallorquí!) són una abraçada llarga i sentida, de més de mitja hora, que reconforta més que qualsevol altra cosa.
22.
FIONA APPLE – Fetch the Bolt Cutters (Epic Records)
Tras ocho años desde el lanzamiento de su último disco, la cantautora norteamericana sorprende con un proyecto muy personal, que algunos ya han calificado de obra maestra. Un disco en el que tras cada canción, incluso tras cada frase, hay una historia y con el que lanza un mensaje alto y claro: “no hay que dejar que los hombres nos enfrenten entre nosotras o nos mantengan separadas para que puedan controlar el mensaje”
21.
PORRIDGE RADIO – Every Bad (Secretly Candian)
Desde Brighton, el punk rock y garage de los 80 y 90 de sello británico toma forma con las jóvenes Porridge Radio. Los sonidos agridulce de dinámicas guitarras y candentes sintetizadores se unen al violín y a una genuinamente misteriosa voz de Dana Margolin. Y así, contra todo pronóstico, se convierten en el soplo vitalista que te faltaba.
20.
TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO – Triángulo de Amor Bizarro (Mushroom Pillow)
El segundo Triángulo de Amor Bizarro de Triángulo de Amor Bizarro suena más limpio que nunca, también más violento en las formas. La intersección entre el hard rock, cierto sonido glam ochentero y el poder de la electrónica transforma a este disco en uno de los trabajos más impresionantes del panorama español en este 2020. ¡Y es imposible no gritar con ellos! ¡Con lo difícil que parece ahora gritar!
19.
CAR SEAT HEADREST – Making a Door Less Open (Matador Records)
Making a Door Less Open supone el alejamiento definitivo, por parte de Toledo y los suyos, de la estética homemade que los lanzó a la popularidad: podemos hablar ya, con la seguridad de no equivocarnos, de una banda asentada en el panorama indie-rock norteamericano.
18.
THE WEEKND – After Hours (Republic Records)
Creo que The Weeknd ha conseguido lo que muchos artistas han soñado durante todo: sus discos valen para todo. ¿Lo quieres para ir al gym? Check. ¿Para cocinar? Check. ¿Para tener sexo? Check. ¿Para mirar la pared durante horas y sentir vacío en tu interior? Check. Joder, es que lo tiene todo y nos ha tenido dos años esperándolo de nuevo.
17.
TAYLOR SWIFT – Folklore (Taylor Swift)
Lejos de ser ese hundimiento en la seriedad que muchos anhelan ver en él, folklore no es más que un juego de luces: Taylor Swift baja la voz, reviste a las ficciones de siempre de una producción más próxima al folk-pop y se maneja para, en tiempos inciertos, probar territorios inexplorados. Si Lover era un disco celebratorio de su identidad con ciertas concesiones discursivas, folklore es un artefacto totalmente libre, un susurro bañado en historias de amor que se mueven por el bosque, entre las sombras, esperando que vuelva el verano para volver a estallar.
16.
ONEOHTRIX POINT NEVER – Oneohtrix Point Never (Warp)
Los experimentos musicales de Daniel Lopatin aka Oneohtrix Point Never pueden causar confusión y estridencia, sentirse en un proceso de constante transformación y aún así mantenerse atrayentes, algo que no puedes dejar de mirar. En los momentos más bizarros de su discografía su música es el equivalente sonoro al mareo borroso tras una bajada de tensión, al instante antes de perder el conocimiento.
15.
JEFF ROSENSTOCK – NO DREAM (Specialist Subject)
Jeff Rosenstock es el punk pesimista, ansioso y combativo que merecemos y que, dado el estado del mundo como lo conocemos, seguimos necesitando a día de hoy. Lanzado como viene a ser costumbre de manera gratuita y sin promoción alguna, NO DREAM utiliza de nuevo el pop punk más vibrante y enérgico para canalizar la tristeza, la ansiedad y la rabia de no sentirse bien con uno mismo, de vivir en un sistema roto y cruel, de no saber si eres la persona que quieres ser.
14.
FONTAINES D.C. – A Hero’s Death (Partisan Records)
La fugacidad con la que los irlandeses Fontaines D.C. han publicado la continuación de Dogrel (Partisan, 2019), no puede más que recordarnos a los inicios de grandes bandas del indie-rock como Franz Ferdinand o Arctic Monkeys, que revolucionaron la escena hace algo más de una década.
13.
RUN THE JEWELS – RTJ4 (BMG)
Con su homónima primera trilogía de discos el dúo Run The Jewels, formado por El-P y Killer Mike, consiguió dejar una huella indeleble en el panorama hip hop de la década pasada. Luego vinieron cuatro largos años de esperar un prometido regreso hasta que este mes, al fin, llegó el cuarto episodio de esta saga, RTJ4. Y el resultado final es todo lo que podíamos pedir de ellos. Siguen todavía siendo igual de directos, contundentes y únicos en su liga, dos gigantes que no han perdido un ápice de talento en este periodo de silencio.
12.
SOLEÁ MORENTE – Lo que falta (Elefant Records)
Relecturas, acompañamientos y el latido distante de un verano que ahora nos parece extraño, encerrados como estamos: por la mitad del disco, un arroyo hermoso titulado Cosas buenas en el que Soleá colabora con las Cariño y canta: átame a las líneas de tu mano / que a veces me pierdo / y no veo las señales que me envías desde lejos / dame algo más que palabras / dame otro beso en la cima de una montaña / como aquel verano que hizo tanto calor.
11.
DESTROYER – Have We Met (Dead Oceans)
Dan Bejar continúa preguntándose por el paso del tiempo, la madurez y la juventud en este nuevo repertorio en el que los sintetizadores vuelven a primer plano. Su presencia es tan seca y distante que hay momentos en que Have We Met se vuelve fantasmagórico. Y, sin embargo, Destroyer todavía puede apuntar al corazón.
10.
PERFUME GENIUS – Set My Heart On Fire (Matador Records)
Set My Heart On Fire Inmediately reproduce los temas que vertebran su obra previa, pero da un paso más; continúa indagando en las posibilidades sonoras que poblaban sus álbumes anteriores, pero no cesa a la hora de innovar. Su vocación de inventar una atmósfera particular, mezclando elementos acústicos con un empleo verdaderamente imaginativo del sintetizador que llega a mimetizarlo con sonidos de la misma naturaleza.
9.
MARÍA JOSÉ LLERGO – Sanación (Sony Music)
Muerte institucionalizada, desigualdad de género, memoria, raíces y quejíos. Sanación es la narración compuesta por siete piezas de María José Llego, incluyendo una versión extendida de Nana al Mediterráneo, single que lanzó en 2019. Un álbum-presentación donde la cantaora explora el flamenco con un registro más electrónico y popero.
8.
MOSES SUMNEY – græ (Jagjaguwar)
La nueva obra de Moses Sumney, nos ofrece dos caras opuestas, dos mundos de sensaciones que sin embargo provienen de un mismo deseo, el de fluir libremente, más allá del mundo y de sus etiquetas, y desvanecerse en paz como un Dr. Manhattan. La primera mitad del disco expresa esta idea con un sonido en metamorfosis constante, fluido como el propio Sumney, con una alegría que choca frontalmente con una segunda parte más solemne y seria, en la que el deseo por desaparecer se agria y pasa a convertirse en preocupación por la muerte y la soledad de uno mismo. Un doble álbum de pop vanguardista y mutante como nada que hayamos oído este año.
7.
FLEET FOXES – Shore (Anti-)
Shore llega tres años después para unir los dos últimos vértices de un cuadrado que cobra sentido: si Crack-Up, con la majestuosidad de sus orquestaciones y su violencia lírica, encarnaba la tormenta; Shore es un espacio adecuado para comenzar a edificar la calma. La luz se refleja aquí en el agua, ya tranquila, y las voces se escuchan algunas veces lejos, otras más cerca, sin que los cambios se produzcan repentinamente, sino como parte de un todo orgánico y funcional.
6.
CHARLI XCX – How I’m Feeling Now (Asylum Records)
Paralizada la vida de estrella de pop, de giras constantes, conciertos y afterparties, y obligada a frenar y mantenerse estática, Charli XCX (como todos nosotros) parece pasar por un proceso de redescubrimiento de sus sentimientos que queda plasmado en How I’m Feeling Now con una desnudez y una franqueza totales.
5.
WAXAHATCHEE – Saint Cloud (Merge)
Saint Cloud es un disco que se despliega con la violencia misma de las flores, concebido con un cuidado lírico extraordinario y capaz de hacer aquello para lo que el folk se inventó: que el que escucha se sienta en casa a la primera nota. Si no me creéis, comprobadlo: agazapaos en vuestros sofás, cubríos con una manta gruesa y reproducid Fire. Ahí está todo el calor.
4.
PHOEBE BRIDGERS – Punisher (Dead Oceans)
Phoebe Bridgers ha lanzado Punisher, su segundo trabajo de estudio, y parece haberlo sacudido todo. En Stranger in the Alps descubrimos a una joven artista que guardaba una agitación entre las manos, que aseguraba vivir en una especie de niebla emocional, en un espesor indecible. Después vino Better Oblivion Community Center y, en un peripécico giro de dentro hacia fuera, descubrimos a otra Phoebe Bridgers; la joven que ya no guardaba la agitación, sino que la lanzaba al mundo, la joven que golpea y sacude, que convierte la música en algo ligado a la vida.
Punisher expande todo esto, funde ambas identidades y las prolonga, planea sobre el mundo y sigue teniendo cosas ocultas entre las manos, es un disco invadido por el misterio y al mismo tiempo descubierto a plena luz. Es el despliegue de una artista ya integral en el panorama del indie internacional, de una estrella consagrada y reluciente.
3.
ANNA ANDREU – Els mals costums (Hidden Track Records)
Les vuit cançons que conformen el debut en solitari d’Anna Andreu es caracteritzen per unes lletres costumistes, que parlen sobre l’angoixa, el pas del temps, el part o l’avorriment d’un diumenge a la tarda, amb una enorme càrrega poètica. Mèrit de saber-se acompanyar de grans talents, des de la presència de la violinista Marina Arrufat a la bateria i al piano, la masterització de Víctor García o la mescla exquisida de Jordi Matas. Amb tot, un disc de petites coses i de grans encerts on no hi sobra ni hi falta res.
2.
BOB DYLAN – Rough and Rowdy Ways (Columbia)
Bob Dylan se ha hecho mayor y no lo esconde. Al contrario, utiliza ese argumento sin complejos para, con la perspectiva que le otorga el tiempo vivido, reflexionar sobre la vida y su propia figura. Desde el autoexamen de conciencia en forma de homenaje a Walt Whitman que supuso el avance I contain multitudes, hasta la autoparodia y desmitificación de False Prophet, pasando por la cercanía de su muerte en Black Rider, su tormentosa relación con dios en Made up my mind to give myself to you o su más que posible futuro retiro en Key West (Philosopher Pirate). Todo, con un aire que fluctúa entre lo ceremonial y lo crepuscular, conformando así una especie de testamento vital y musical.
Pese a que como reconoció en su última entrevista al New York Times, Bob Dylan está viviendo una época que no es la suya, el genio de la canción norteamericana nos regala con 79 años una nueva muestra de lo que mejor sabe hacer: simplemente componer canciones.
1.
ADRIANNE LENKER – songs / instrumentals (4AD)
Las palabras en las canciones de Adrianne Lenker tienen la capacidad, por lo menos para el que escribe, de desarmarte, de atravesarte y llegar al fondo de ti, de hablar de amor y desamor (los dos temas fundamentales) de una manera que pocos artistas de su generación pueden alcanzar.
Su música, aquí reducida a apenas una guitarra acústica sin el apoyo de su banda Big Thief, te arropa, te acompaña y te tranquiliza, es un remanso de paz. Estos dos nuevos trabajos, simplemente llamados songs e instrumentals, son un despliegue de todas sus virtudes ya conocidas como cantautora más el descubrimiento de una sensibilidad para crear atmósferas preciosas y detalladas que no necesitan de su voz. Dos partes de un todo musical lleno de belleza, que duele igual que sana.
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