A veces lo mejor es pararse en seco y escuchar. Por eso de vez en cuando pedimos a lxs músicxs que se expresen y que cuenten su historia por ellxs mismxs. Sin guión, sin preguntas. Simplemente les damos espacio y ellxs hablan. Ahora es el turno de Julia Amor, una joya pop que en plena pandemia lanzó sus primeras canciones ante la necesidad de hablar de amar con miedo, y romper una lanza a favor de la sensibilidad como un arma de transformación muy poderosa.
Cuando empecé a hacer conciertos (el primero fué en la Sala Taro en marzo de 2021), mi principal preocupación era que el miedo me dominase y me hiciera olvidar mis propias letras y líneas. Me acuerdo que cuando empecé a sentir que controlaba la situación fue gracias a una psicóloga que me dió el consejo de decirme a mí misma: ‘Tengo miedo y ansiedad, pero no pasa nada lo voy a hacer con miedo y ansiedad’, y al principio pensé que era demasiado simple como para servirme, pero me funcionó desde el primer día que lo probé. Simplemente dejar que las emociones que sientes estén ahí sin luchar contra ellas, que irónicamente es el discurso que tengo desde que empecé a componer las primeras canciones. Ahora que he conseguido estar tranquila e incluso disfrutar, se me plantea otra duda que es: Cómo performar.
Sobre todo cuando no tienes presupuesto, ni técnico de luces, ni escenografía, ni este tipo de cosas que ayudan a entrar en tu propio mundo. Mi problema más grande es que estar encima de un escenario no es un sitio seguro para mí. Disfruto cantando y tocando, pero ni por un segundo me puedo olvidar de que estoy siendo observada, y mis extremidades parecen algo que no va unido al resto de mi cuerpo, hacer algo natural con ellos es prácticamente imposible porque todo lo hago de una forma 100% consciente.
Eso me ha hecho plantearme muchas veces si estoy hecha para ser frontwoman, y si voy a llegar a tener algún día la presencia que deseo y que veo en muchxs artistas que admiro. Pero creo que empiezo a ver la luz, he llegado a la conclusión de que la incomodidad nace de replicar lo que veo en otrxs en lugar de buscar mi propia verdad. Creo que está bien no sentir que estás en casa cuando estás encima de un escenario. Creo que está bien tener miedo por no saber performar y llenar el escenario solo con tu presencia. Y nada de esto me hará ser menos artista ni menos músico.
Yo hago canciones para explicar mi verdad, y si mi verdad es hacerme una bolita y escribir letras que salgan de lo más hondo de mi interior, voy a ir a muerte con ello. Tocar en directo está siendo un viaje increíble que me está enseñando un montón de cosas sobre lxs demás y sobre mí misma, y quizás habrá un día que el escenario será casa para mí, pero mientras no lo sea, voy a ir siempre a muerte
con mi verdad.
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