El verano puede marcar un punto de inflexión para los grandes eventos musicales. El avance en la vacunación y la llegada de la inmunidad de rebaño es sin duda la esperanza para las salas de música en vivo. No es ninguna novedad, pero desde las autoridades sanitarias se empieza a desprender algo de optimismo al hablar de las perspectivas del sector para los próximos meses.
Si se consigue un control de la situación epidemiológica y hay una progresiva inmunización colectiva, el panorama en verano puede ser muy distinto al que tenemos ahora. Así lo ha dejado entrever el secretario general del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya, Marc Ramentol: “Es plausible pensar que de cara a la temporada de verano podremos recuperar cierta normalidad en el sector. Eso sí, adaptada a las circunstancias”.
En una mesa redonda organizada por l’Associació de Sales de Concerts de Catalunya (ASACC) este jueves, Ramentol ha justificado que con la vacunación de los colectivos más vulnerables y la llegada del buen tiempo, las condiciones epidemiológicas mejorarán. De todos modos, habrá que ver con qué medidas y limitaciones se podrán autorizar grandes eventos de música en vivo.
Con el lema Un año cerrados: análisis del futuro próximo de las salas de conciertos, algunos representantes del sector de la música en vivo han podido debatir con las autoridades sanitarias competentes cuál es el futuro que depara al sector. El director de la Sala Apolo y del Primavera Sound, Alberto Guijarro, ha resaltado la dura situación económica que sufren las salas de conciertos desde hace más de un año, pero mostró su optimismo al intuir la luz al final del túnel, con la mirada puesta en otoño.
El objetivo final del Sant Jordi es poder hacer festivales de música en verano”
Durante el debate se ha puesto mucho énfasis en el concierto que hizo Love of Lesbian en el Palau Sant Jordi el pasado 27 de marzo. Con más de 5.000 personas, fue el primer concierto masivo desde que empezó la pandemia y a la vez un experimento para ver el comportamiento del virus en un contexto propicio al contagio. A la espera de los datos definitivos, que se harán públicos en las próximas semanas, el investigador especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital Trias i Pujol, Boris Rebollo, no ha querido dar detalles pero ha dicho que “vamos por buen camino”.
¿Ese experimento fijará las bases de la reapertura de las salas de conciertos? La esperanza y la ilusión se podía intuir en la cara de todos. Ramentol ha pedido prudencia y ha dicho que el modelo aplicado en el Sant Jordi no se limitó a hacer un test de antígenos a los asistentes, sino que detrás hay un sistema de trazabilidad muy complejo, con un público segmentado, una aplicación móvil de rastreo y otras medidas sanitarias de control que permitieron la realización del evento.
Aun así, el secretario de Salut ha sido claro: “El objetivo final del Sant Jordi es poder hacer festivales de música en verano. Si los promotores quieren hacerlos saben que va a ser distinto a los otros años, con medidas que habrá que debatir en su momento, pero quieren saber si se podrán hacer. Desde las autoridades sanitarias no descartamos la posibilidad que de cara al verano pueda haber una cierta actividad de festivales”.
Imagen de portada © Vicens Tomas
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