Miguel Poveda se ha convertido en una estrella pisando terrenos algo alejados del género que le dio vida musical: el flamenco puro. A pesar de ello, ni los más ortodoxos han podido echarle en cara esa amplitud de miras, su gran talento les ha enmudecido.
No es fácil convencer a doctos y profanos al mismo tiempo. El barcelonés (criado en Badalona) ha invertido 30 años de su vida en persuadirles, lo ha conseguido a base de estudio, tesón y un garbo único. Copla, canción popular, bolero, poesía cantada y por supuesto flamenco, han encontrado en su voz el mejor de los cobijos. El Palau de la Música Catalana fue testigo de ese mágico ‘collage’ que Poveda ha sabido confeccionar. Rendidos a su arte.
Nuestro ilustre cantaor contó, para el magno acontecimiento, con el acompañamiento de Jesús Guerrero (guitarra), Paquito González (percusión), Olvido Lanza (violín) y Joan Albert Amargós (piano y dirección musical), fiel colaborador durante más de veinte años. Un escudo que todo artista ambicionaría.
Poesías y canciones
El recital, divido en dos partes, comenzó alternando poemas y canciones populares. Para la libertad (M. Hernández) y El poeta pide a su amor que le escriba (F.G. Lorca) dieron paso a un conjunto de tres piezas formado por Los cuatro muleros, Los peregrinitos y Anda Jaleo, Lorca volvería más tarde con la sobrecogedora El silencio y Oda a Walt Whitman (homenaje lorquiano al poeta y humanista estadounidense). Federico siempre está presente en toda la obra de Miguel Poveda, como él mismo confesó, es Dios, faro de su vida. Previamente e incluida en el apartado poético, entonó (junto a Judit Neddermann) la delicada, aunque algo lánguida Cançó del bes sense port, poesía de Maria Mercè Marçal.
En este primer tramo, el desenvuelto protagonista, ya dio muestras de la madurez y plenitud vocal alcanzadas a sus 48 años. Facultades confirmadas en las coplas A ciegas y En el último minuto (maravillosa Lanza).
Poveda también contó alguna batallita de juventud situada en el barrio badalonés de Bufalá. Durante ese periodo, su banda sonora principal eran Los Chichos y a ellos dedicó Chicheando un brioso popurrí de sus éxitos, alterando a la audiencia valientemente.
Flamenco de verdad
La segunda parte se inició con un muy bien ejecutado interludio de guitarra y percusión a la que siguió el tramo dedicado al flamenco de raíz. En él floreció (sentado en una silla, como antaño) el Poveda más jondo, un cantaor como pocos hemos tenido y el mejor que existe actualmente en el panorama de este género imperecedero.
Fabuloso en todos los palos. Tanto en la Taranta, en el estremecedor Pregón o en unos Tangos marca de la casa. Mención especial para las Alegrías de Cádiz, punto y final antes de los bises. Cantaor descomunal.
Prórroga y elogios
Justo un día antes del acontecimiento, falleció Joan Margarit, le homenajeó, pegado al piano de su camarada, entonando el poema jazzístico No et veuré més. Notas delicadas de un Amargós pletórico.
Para la traca final escogió Dame la libertad composición de Juan Peña ‘El Lebrijano’, encaje perfecto del círculo imaginado.
Miguel Poveda es de esos artistas que hacen vibrar una platea. Posee el poderío de levantarla, hacerle dar cabriolas en el aire y adueñarse de ella como amo y señor. La fuerza de los elegidos.
P.D.: Mientras en el Palau escuchábamos Triana, puente y aparte (por petición popular), en la calle se multiplicaban los disturbios a causa de las protestas por el inadmisible encarcelamiento de Pablo Hasél. Un gravísimo ataque a la libertad de expresión y a la cultura en general. Abuso de poder.
Oye, hijo mío, el silencio. Es un silencio ondulado, un silencio donde resbalan valles y ecos y que inclina las frentes hacia el suelo
El silencio, Federico García Lorca / Miguel Poveda







Autores de este artículo

Barracuda

Marina Tomàs
Tiene mucho de aventura la fotografía. Supongo que por eso me gusta. Y, aunque parezca un poco contradictorio, me proporciona un lugar en el mundo, un techo, un refugio. Y eso, para alguien de naturaleza más bien soñadora como yo, no está nada mal.
1 comentario en «Miguel Poveda: El elegido»
Molt interessant, critica emocionant… el proper concert, no m el perdo !! Gran Poveda !!