El otro día vi un mensaje de Papa Het en el Instagram de Metallica. Papa Het, para quién no lo sepa, es James Hetfield. Metalheads, ya sabéis de quién os hablo. Para el resto y por si no lo sabéis, es el cantante y guitarrista de una de las bandas de heavy más famosas del planeta. Por lo visto, alguien se ha hecho pasar por él en redes sociales estafando a fans llenos de ingenuidad. En el comunicado, Hetfield aclara que no tienen ningún tipo de red social, a parte de las oficiales de Metallica. Aún hoy me sorprende que la gente pique. Te escribe James Hetfield para darte las gracias por todo el apoyo que estás dando a la banda y ya de paso pedirte que le pases unos cuantos dólares para así poder estafarte y tú vas y caes. Cómo si Hetfield necesitara tu dinero (más del que ya te gastas en sus conciertos y en sus discos o su merchandising), ¡si está forrado!
Últimamente veo muchos comunicados de este tipo en Instagram y me sorprende. Bueno, no me sorprende porque la picaresca de la gente es espectacular. La humanidad ha nacido para estafar y aprovecharse de los demás, así nos va. En fin, que me estoy yendo por las ramas. No me sorprende que los artistas afectados lancen el comunicado, hay que proteger a sus fans y protegerse a sí mismos. Lo que me sorprende es que haya tanta gente que caiga en estas trampas. Reconozco que la sola idea de que te escriba tu artista favorito debe ser atractivo como poco. Emocionante. Absolutamente, alucinante. ¿A quién no le gustaría? ¡A mí sí! Abres tu buzón de Instagram y ahí lo tienes, ¡¡un mensaje de Stevie Nicks!! Me da un sincope, si fuese real, claro.
Papa Het would love you to read this... pic.twitter.com/UPYamfaTY8
— Metallica (@Metallica) January 14, 2023
Pasando a lo absolutamente personal, que yo vengo aquí a hablar de mi libro. A mí me escribió un día Benmont Tench. Ese Benmont Tench que se pasó media vida tocando junto a Tom Petty y los Heartbreakers. Sí, ese. No estoy hablando del típico mensaje de: “Hola, soy la manager de Jeff Tweedy de Wilco (inserte aquí el nombre de su banda favorita)”, de esos también hay unos cuantos circulando y me han llegado. Sino el propio Benmont Tench. “Hola qué tal Anabel, gracias por tu apoyo, bla bla bla”. ¿En serio, de toda la gente a la que puedo seguir vas a escoger la persona que con total seguridad menos pinta tiene de enviar mensajes a fans? Hay que ser merluzo. Menudo alarde de picaresca. Por cierto, también me escribió un día Gary Oldman, su mujer está harta de postear mensajes tipo: “Gary no tiene redes sociales, si alguien os escribe es un timo”. O sea que la gente pica sin parar.
Me llegan unos cuantos mensajes cada semana de gente que me ve ideal para promocionar sus productos, como joyería que nunca llevo, accesorios de animales que no tengo… No me llegan precisamente de cosas que me podrían gustar. Lo cual significa que se han tomado cero tiempo en planear y ejecutar su maravillosa estafa. Te hacen desconfiar de todo el mundo.
No me sorprende que los artistas afectados lancen el comunicado, hay que proteger a sus fans y protegerse a sí mismos.
A veces me dan ganas de contestar a ver qué pasa antes de bloquearlos, pero sería perder el tiempo. O no, lo mismo me serviría para echarme unas risas como hace Henry Rollins. Hace poco leyendo Sic, su nuevo libro, comentaba en uno de los capítulos que a veces contestaba a los emails que recibía de este tipo. “Hola, soy fulanito de Kenia, tengo un negocio espectacular con el que vas a ganar mucho dinero”. Incluso se inventaba personalidades con las que contestar. Las conversaciones que ha mantenido con algunos de estos tipos o tipas son desternillantes. Y aunque llegaban a un punto de ser totalmente surrealistas, el tiparraco sin escrúpulos del otro lado de la pantalla seguía contestando a pesar de que Rollins se mofaba hasta puntos insospechados. ¿Os animaríais a hacerlo?
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