¿Quién puede definirse únicamente con la etiqueta de creativo, investigador, músico, científico o emprendedor? En Sónar+D no están claros los límites. Sus asistentes, expositores y conferencias se encuentran cómodos en los espacios entre las diferentes comunidades. Co-crear en este paradigma es fundamental. Y lo interesante es que este crear conjuntamente se puede producir con humanos… o con máquinas.
- Colaboración humano + humano: CANADA, la productora detrás de los espectaculares videoclips de Rosalía o Tame Impala, entre otros, impulsó una actividad 100% participativa. Serían los propios asistentes al congreso los que ayudarían a realizar su próximo videoclip, pues cada persona pintaría un frame de los 1.000 que tendría el resultado final. Dicen los organizadores del festival que el Sónar+D es una caja de experimentos diversa, con vocación de incorporar todos los puntos de vista; un laboratorio donde experimentar, descubrir y conectarse. De ahí que triunfen tanto los workshops (interesantes los impartidos por Salva Rey —The Pinker Tones— o Alba Barneda —CANADA—, por ejemplo).

- Colaboración humano + máquina: Uno de los grandes temas de esta edición ha sido la inteligencia artificial. ¿Cuál es la relación entre IA y creatividad? ¿La IA sirve para hacer cosas que no se pueden hacer de otra manera? Estas y otras preguntas se intentaron resolver con diferentes propuestas dentro y fuera del Sónar+D. Por ejemplo, el viernes pudimos ver a Holly Herndon en el SónarHall, con su coro de voces humanas y no humanas. Esta manipulación sonora con una máquina es su principal herramienta y a la vez forma parte de su personalidad como artista. Este y otros ejemplos demostraron que la interacción música + inteligencia artificial genera nuevas formas, nuevas estéticas y, en definitiva, nuevos resultados a los que no se llega de otro modo.
- Colaboración máquina + máquina: Otra nueva forma de exploración estética es el proyecto que pretende reconstruir toda la historia del universo. Toma ya. A partir de imágenes de Flickr (100.000) que tenían que ver con el universo, la IA generó un nuevo conjunto de imágenes sin intervención humana. Eso es: lo que pudimos ver en el espacio del hotel Meliá fue la paranoia onírica de una máquina, la construcción de un nuevo lenguaje visual… fue, en resumidas cuentas, una inteligencia artificial alucinando sobre la memoria colectiva de la humanidad. El resultado es indescifrable a la vez que fascinante.

- Colaboración empresa + empresa: Esta compañía de hoteles no fue la única cuya activación de marca era una actividad en sí misma (Desigual, Mediapro o Absolut, por ejemplo, también ofrecieron mucho valor a los asistentes). Pero la experiencia de marca que más destacó quizá fue la de SEAT, cuyas masterclasses contaron con profesionales tan reconocidos como Timoni West o Kyle McDonald.
Compartiendo el conocimiento
Pero si había algún lugar donde las colaboraciones entre empresas fueran la temática principal, ese lugar era el Stage +D. Destacaron varias conferencias. Por ejemplo, la sesión protagonizada por Tuhin Roy, director del departamento de innovación en Universal Music Group, que explicó cómo los cambios tecnológicos cambiarán la manera en la que consumimos música. Explicó que estamos en un buen momento para los negocios alrededor de la música, negocios que, en su opinión, se fundamentarán en el contenido hecho por el usuario (UGC por sus siglas en inglés).
La innovación fue la temática principal de la mesa redonda moderada por la periodista Serena Kutchinsky, en la que participaron James Down (director de estrategia en The Guardian), Caterina Preti (directora de innovación y desarrollo empresarial de Warner Media, conglomerado que reúne a marcas como HBO) y Errol Baran (vicepresidente ejecutivo en el departamento de innovación y desarrollo de BBC Global News). El reto, estuvieron todos de acuerdo, es conseguir que la innovación llegue a todos los niveles de la empresa. Y una de las formas de conseguirlo es empoderar a todos los trabajadores que están en ella. La innovación, según Caterina, se produce al descubrir qué quiere el público y llevarlo a cabo antes que los demás. En ese camino, dicen ella y James, habrán fallos, pero cometer errores es parte del proceso.

Robert Del Naja: “El perfeccionismo que tenemos los artistas es lo que te hace sentir siempre insatisfecho”
Volviendo a la música, hubo dos conferenciantes que destacaron sobre los demás: Robert Del Naja y Daito Manabe. Al primero le acompañaba el CTO (Chief Technical Officer o responsable multimedia) de la banda Massive Attack, Andrew Melchior, una de las personas que mejor representan la unión de music industry y tech industry. Era la primera gran conferencia de Robert, miembro fundador y líder de este grupo tan poliédrico, además de artista visual —se rumorea que es Bansky— y mil cosas más. La inteligencia artificial es un complemento, un añadido, una herramienta; pero no cambiará de forma radical cómo entendemos la música y el arte, dijeron. Reflexionaron mucho sobre esta relación entre tecnología y música —confesaron, por ejemplo, que la tecnología tenía mucho peso en el proceso artístico de Massive Attack, pues sus shows tienen elementos visuales inmersivos, por ejemplo—. Pero volvieron siempre a la idea de que por mucha IA que le pongas, si no hay talento no tienes nada que hacer. Una frase para el recuerdo: “El perfeccionismo que tenemos los artistas es lo que te hace sentir siempre insatisfecho”.

En otro plano distinto pero no menos interesante estaba Daito Manabe que, a diferencia de Robert, sí presentó show en el Sónar. Un espectáculo, dissonant imaginary, que hizo en colaboración con el neurocientífico Yukiyasu Kamitani. Es complicado de explicar, pero lo intentaré. Se conocen desde 2014 y recientemente se pudieron juntar para explorar juntos la interacción entre imagen y sonido, pues en el auditorio de la Fira de Barcelona se vieron diferentes imágenes que el propio cerebro produce cuando escucha cierto sonido (el ladrido de un perro, por ejemplo). El doctor explicó el proceso de coding y decoding que utilizaron para realizar el show, mediante un machine learning para traducir los mensajes del cerebro a un big data con lo que hicieron las construcciones de dissonant imaginary. Así, presentaron una tecnología —todavía en fase beta— con la que es posible estimular las interacciones con el cerebro para crear nuevas experiencias artísticas… ¿Qué tal?
En definitiva, la inteligencia artificial, la realidad virtual —no como tecnología, sino como deseo—, el nuevo internet, el big data y la creación digital han sido los grandes temas de esta séptima edición del Congreso de Tecnologías Creativas, que clausuró con las siguientes cifras: 4.600 profesionales inscritos de 2.000 empresas procedentes de 60 países.
Autores de este artículo

Paula Pérez Fraga

Víctor Parreño
Me levanto, bebo café, trabajo haciendo fotos (en eventos corporativos, de producto... depende del día), me echo una siesta, trabajo haciendo fotos (en conciertos, en festivales... depende de la noche), duermo. Repeat. Me gustan los loops.