Vuelve Stop Making Sense de Talking Heads

Los fans de Talking Heads estamos de enhorabuena. A24 ha anunciado que este año reeditará el documental Stop Making Sense de Jonathan Demme, también se editará en formato vinilo por primera vez con dos temas nuevos. El grupo y el director unieron sus talentos creativos para crear uno de los considerados mejores conciertos filmados de la historia. Se celebra el 40 aniversario del film y bien merece una versión renovada en 4K para poder disfrutarlo en pantalla grande de nuevo. La película se rodó durante tres noches en el Pantages Theater de Hollywood en diciembre de 1983.

Demme vio a la banda en su gira del ‘Speaking in Tongues’ y, fascinado, se acercó a ellos y les propuso la idea de hacer el film. Afortunadamente, dijeron que sí. Y se nota la creatividad de ambos, tanto del director como del grupo. Está claro que trabajaron juntos para crear algo diferente. Algo muy especial. Es algo más que un espectáculo musical.

Lo bueno de este film es que lo ves ahora y sigue siendo fresco y moderno. Stop Making Sense empieza con un David Byrne a la guitarra acústica, el escenario del teatro vacío. Suenan unos beats grabados en un casete mientras Byrne toca, canta y baila el Psycho Killer, a cada canción se va añadiendo un miembro de la banda. En la segunda salta al escenario Tina Weymouth con su bajo. Mientras ambos tocan, un grupo de roadies coloca la batería de Chris Frantz que se suma en la siguiente y finalmente, sale Jerry Harrison a la guitarra. Se les unen además poco a poco Bernie Worrell a los teclados, el percusionista Steve Scales, el guitarrista Alex Weir y las coristas Lynn Mabry y Ednah Holt. Con cada nuevo añadido, el escenario se va transformando, de algo inerte y vacío a algo vivo y lleno de música. El diseño del escenario y las luces fueron tremendamente innovadoras y originales.

La cinta ofrece momentos estelares, desde su single en aquel momento Burning Down the House que arrasaba en las listas, pasando a ese icónico traje chaqueta gigante que luce Byrne en Girlfriend is Better. El setlist recorría su carrera hasta el momento. De hecho, sirvió para que muchas personas vivieran esta grabación como su primera introducción a la banda. Incluso hubo espacio para alguna canción fuera de Talking Heads como Genius Of Love de Tom Tom Club, la banda que formaron juntos Weymouth y Frantz.

Es indudable el papel de Talking Heads en la historia de la música. Pero siempre me gusta destacar a Tina Weymouth. Y mira que adoro a David Byrne. Lo he visto dos veces, una con St. Vincent presentando su disco conjunto Love This Giant. Mientras los veía pensaba en lo bien que encajan ambos. Nacidos para tocar juntos, sin duda. Y luego en el Cruïlla presentando un show que era mezcla de concierto, teatro, musical y arte puro. Tina Weymouth ha representado un tipo de mujer sobre el escenario diferente. Aprendió a tocar de forma autodidacta, encontró su propio sonido, abrió el camino a muchas otras que vinieron después y logró expresarse en su propia banda, Tom Tom Club siempre innovando musicalmente.

Pero volviendo a Talking Heads. Chris Frantz, Tina Weymouth y David Byrne se conocieron en la escuela de diseño de Rhode Island donde formaron de Artistics. Poco después se mudarían a la ciudad que les vio nacer y triunfar como Talking Heads, Nueva York, la gran manzana. En una entrevista en Melody Maker, Byrne reconoció que no estaba muy a favor de incluir a una chica en la banda, según le dijo a Caroline Coon. Incluso le hizo volver a pasar una audición para seguir en la banda. Muy mal, señor Byrne.

Fue a principios de 1975 cuando tocaron por primera vez en el CBGB abriendo para nada más y nada menos que los Ramones. No parece que peguen mucho, ¿verdad? Su música era art rock. La crítica la calificaba de “rock literario”. Y no les faltaba razón. Con sus letras plagadas de fina ironía y su forma sincopada de cantar, Byrne abría un nuevo camino que seguía, sin dudarlo, el ritmo que marcaba el bajo de Weymouth y la batería de Frantz. Poco después se sumó a la banda el guitarrista y teclista Jerry Harrison. Su primer disco Talking Heads: ’77’ ya incluía uno de sus grandes clásicos, Psycho Killer, inspirada en el Norman Bates de Alfred Hitchcock.

Pero fue en 1983 cuando publicaron el disco que significaría un antes y un después en la historia de la banda. Speaking in Tongues, gracias, sobre todo, al single Burning Down the House. El vídeo se pasaba constantemente en la MTV, y se convirtió en el mayor éxito de la banda. Además, fue un tema creación de Weymouth y Frantz que se enfrascaron en una jam después de asistir a un concierto de P-Funk en el que el público pedía a gritos que quemasen la casa. Y es que dan ganas de montar un buen sarao cada vez que la canción suena. En esa gira fue cuando Jonathan Demme los vio y tuvo la brillante idea de ofrecerles grabar Stop Making Sense. El resto es historia viva de la música. Deseando que llegue a los cines para verla en todo su esplendor de nuevo.