Hay gente que cree y hay gente que no. Aquí todo estaba escrito y a la vez no. Las letras, más libres que nunca en un álbum exfoliado de letras muertas. Una gira que termina en algo inusual, una doble fecha. Entradas agotadas para el 21 antes incluso de saberse la fecha oficial de las elecciones. Terminar dónde se empezó. ¿Destino?
Una mujer en la grada, muy llamativa, con un vestido rojo Ferrari, no para de darlo todo. Canta, baila, aplaude como la que más. Y se ve como a la que más.
Después de cancelar un concierto por un catarro mal curado, el cantante de Hospitalet nos trae su octavo álbum en el Sant Jordi Club de Barcelona: Destino (última llamada) (Universal, 2017). Las clásicas Devuélveme la vida (Otra piel, 2003) o Pedacitos de ti (El principio del comienzo, 2004) hacen temblar al público. Pero no mucho más que el himno de Orozco, Mi héroe (Destino, 2015), con la que también nos hace temblar.
Y en especial a esa mujer de vestido rojo. La que descubrimos por un foco que sólo alumbra a ella. Su madre. Le dedica unas palabras y también nos destapa al hermano pequeño, en el escenario. Todo muy especial en una reedición del que ya alcanzó el platino. En la gente esta noche hay admiración, pasión, alegría y música. Pero hay algo más. Hay muchísimo calor que se le da de vuelta a un Antonio Orozco que dedica muchísimas más palabras sin música hoy que en cualquier otro concierto. Poemas in situ dedicados a su exmujer. Pero también hay un momento de reivindicarle, no sólo a la vida sino a nosotros mismos. “Mañana a votar todos, ¿eh? Que a nosotros nadie nos debe decir cómo hacer las cosas”.
Y a él tampoco. En un directo de algo que ya fue y sigue siendo. Sin un desajuste ni técnico, ni vocal, ni sentimental, pese a todo. Como él mismo dice, “si algo se acaba es porque ha habido una historia”. Y las que quedan.
Autores de este artículo
Jessica Cobos
Víctor Parreño
Me levanto, bebo café, trabajo haciendo fotos (en eventos corporativos, de producto... depende del día), me echo una siesta, trabajo haciendo fotos (en conciertos, en festivales... depende de la noche), duermo. Repeat. Me gustan los loops.