En 1988, el rapper y productor Todd Thomas aka Speech junto al DJ Timothy Barnwell Headliner fundaron Arrested Development. Lejos de apuntarse a la moda gangsta, dominante en aquellos años, imaginaron desde Atlanta, una corriente que ofreciera positivismo y espiritualidad al Hip Hop además de dotarle un cierto sentimiento africanista; el estreno de la visionaria idea no pudo ser mejor: 3 Years, 5 Month and 2 days in the Life Of… (Chrysalis/EMI, 1992) obtuvo un éxito descomunal; puso al southern hip hop en el mapa y acabó siendo considerado como una pieza seminal del género.
Tras el bombazo, el director Spike Lee les propuso componer un tema para su biopic Malcolm X (1992), grabaron Revolution y el aplauso volvió a ser unánime.
En pleno subidón apareció, dos años más tarde, Zingalamaduni, álbum infravalorado que supuso un bajón de ventas y les llevó a la crisis. El grupo se descompuso en 1996 para retornar en 2000, pero ya tan solo con Speech liderando el proyecto. De algún modo, aquel mágico sueño se truncó, no obstante, la perseverancia del rapero no ha decaído y, llegados a 2022, su impulso sigue presente.
Engullidos por el underground o el conscious actual (no sería lo mismo sin ellos), Speech y los actuales componentes del conjunto se han atrevido, en estas difíciles circunstancias, a grabar un nuevo disco, Fort the Fkn love (Wienerworld, 2022) acompañados de lumbreras como Big Daddy Kane o Sugargill Gang y emprender una gira que recaló en La [2] de Apolo. El viejo flow bailable volvía para abrazarnos.
Lección de Funk
No corren malos tiempos para el Hip Hop. El “supuesto” nuevo mesías Kendrick Lamar acaba de editar un nuevo disco (aclamado por la crítica) y los nuevos talentos acaparan los medios. No obstante, el género se ha anclado en una tendencia más preocupada por el mensaje (parte esencial) que en hacer mover los muslos, propósito vital para los raperos originales. Arrested Development siguen empeñados en romper caderas y a fe que lo consiguen.
A su líder le preocupan, más que a nadie, las cicatrices producidas por el racismo, así lo recita en la gloriosa Tennessee: “Climb the trees my forefathers hung from”, pero la denuncia está vestida con ritmos trepidantes, deudores del mejor Afrobeat, P-Funk o disco setentero.
Apoyado por la verborrea elástica de Dj One Love, April & Fareedah Aleem (embajadoras del góspel-soul), bajo, teclados y batería, Speech moldeó un show atómico (sin utilizar apenas samplers) que reventó, sin piedad, la secundaria (en este caso principal) sala del Carrer Nou de la Rambla.
Los que pensaban que el rapero y su crew vendrían a pasearse y vivir de su leyenda, se equivocaron de cabo a rabo. No tan solo les sacaron lustre a clásicos como Give a man a fish, la citada Revolution, Dawn of the dreads Fishin’ 4 religion, Ease my mind (un tour de force que incluyó retazos del Three Little birds de Marley) o People everyday (lectura descomunal) sino que, de propina, impartieron una clase de poderosísimo funk, en clave africana, de aquellas que no se olvidan en la vida.
Memorable celebración
A menudo se utilizan las danzas africanas como mero entretenimiento, hasta el punto de faltarles el respeto a unas raíces milenarias. Lo que pudimos disfrutar en el pequeño recinto (que desgraciadamente no se llenó) olió a todo menos a impostura. Nuestro querido fotógrafo se puso las botas inmortalizando los movimientos pélvicos de unas coristas que tanto bailaban compulsivamente como entonaban cantos impregnados de insólita belleza; uno pensó que a la inmensa Miriam Makeba le hubiera encantado estar en escena. Lo sucedido, mientras los cantantes entonaban Jump around, fue de traca: un festival de colores y ritmos para hacer saltar hasta al más timorato.
En las fiestas gordas se admite cualquier pavoneo, pero ni abusaron de las consabidas exclamaciones tipo “make so noise” o “I say yeah, you say yeah”, ni machacaron al personal con banalidades. Todo lo acaecido brotó por la pretensión de proporcionar al Hip Hop un carácter chispeante, lejana a la pesada abstracción que utilizan ciertos gurús. Divertirse es la mejor medicina contra los malos tragos.
Arrested Development nacieron en la época dorada de un género que busca nuevas sendas en pos de evolucionar. El amigo Speech se ha mantenido en sus trece y no cambiado, se lo agradecemos de corazón. Memorable es quedarse corto.
The moral of the history is: you better look very hard at who you step into ‘cause you might get killed, or shot, and it’s not worth it. Africans need to be loving each other, and unite
People everyday, Arrested Development
Autores de este artículo
Barracuda
Òscar García
Hablo con imágenes y textos. Sigo sorprendiéndome ante propuestas musicales novedosas y aplaudo a quien tiene la valentía de llevarlas a cabo. La música es mucho más que un recurso para tapar el silencio.