Hablamos del último disco de MOURN, Self Worth
MOURN ha sido una de las valientes bandas que, a pesar de la desgarradora situación actual, ha decidido tirar adelante la publicación de Self Worth, su nuevo álbum de estudio. Y menos mal. Estamos, sin duda, ante su disco más empoderante hasta la fecha. En este álbum, la banda catalana habla de valorarse y de luchar por tus ideales, pero también se pregunta qué significa realmente tener un valor (osea, ser worth it) en una sociedad. ¿Tener una casa, un coche, una familia? “Y si no quiero nada de esto y me quiero quedar en el sofá, ¿no valgo nada?” se pregunta Carla Pérez, compositora, letrista, cantante y guitarrista del proyecto, a quién entrevistamos.
En esta segunda entrega de la nueva temporada de Behind the Song, hablamos de cambios de perspectiva, de cuidarse a una misma, de egos, de relaciones tóxicas y hasta de lo difícil que resulta escribir una canción sobre un árbol. A todo esto, nuestro objeto de estudio en esta ocasión es Apathy, nuestro tema favorito del disco y, ¿por qué no decirlo?, un puto show.
El álbum se titula Self Worth. ¿El título ya revela qué podemos encontrar en él?
El nombre del disco es fruto de un camino bastante largo. Al principio queríamos que se llamara de otra forma, pero las otras opciones no acababan de encajar con lo que queríamos decir. Al final, cuando ya hacía meses que habíamos grabado el disco, nos dimos cuenta de que por primera vez con nuestras canciones estábamos dando un mensaje un poco más positivo e introspectivo.
Siempre hemos escrito canciones muy reactivas y con una carga bastante fuerte de rabia y justo ahora está pasando lo contrario. Seguimos viviendo muchas situaciones que nos hacen enfadar, pero nos hemos dado cuenta de que una vez decidimos que no queremos que algo forme parte de nuestra vida, por tóxico o malo, nos sentimos muy liberadas, tranquilas y seguras. Creo que es muy necesario escucharte a ti misma y darte ese descanso de hacer las cosas siguiendo tus ideales. Eso te abre la puerta a ser más feliz.
Con este disco nos hemos dado cuenta de dos cosas: 1) que la salud mental es hiper importante y 2) que las personas estamos acostumbradas a aguantar y ser fuertes. Y a veces eres más valiente dejando ir algo y tirando adelante que comiéndote toda la mierda.
¿Podríamos decir que ha habido un proceso de reflexión?
Creo que ha habido, sobre todo, un cambio de perspectiva. Seguimos cagándonos en todo, pero hay más madurez. Como decía, nos hemos dado cuenta de que es muy importante estar bien con una misma y ser fiel a lo que tú quieres. Al final como somos Jazz y yo las que escribimos, las letras surgen de muchas horas de conversación hablando de estos temas. El proceso ha sido muy bonito porque hemos alcanzado este crecimiento juntas. Creo que las dos estamos en el mismo punto.

¿Cómo funciona el proceso compositivo cuando escriben dos personas?
Hay muchas canciones que acaban siendo un collage de frases mías y suyas, aunque es bastante jodido escribir así. La verdad es que el proceso es diferente en cada canción. A veces Jazz me manda algo a lo que le falta una letra y yo acabo de darle forma y otras veces es al revés. Un día, por ejemplo, grabamos una demo instrumental y la misma noche ella me mandó toda una letra y melodía y todo encajaba perfecto.
Es una bonita dinámica. Evidentemente, si Jazz escribiera algo absurdo se lo diría, pero como la conozco tan bien, sé de dónde viene lo que escribe y creo que es importante que todas tengamos nuestro momento para expresar nuestras vivencias.
Para mí, de nuestros cuatro discos, este es en el que me he sentido más a gusto escribiendo y participando. Por primera vez no había egos en ningún momento. Me sentía libre de proponer ideas.
De hecho, con Jazz fuisteis unos días a Francia, para una especie de retiro compositivo. ¿Nacieron allí todas las canciones del disco?
¡No, no! Ojalá. Fuimos allí sin ninguna idea. Sabíamos que en noviembre entrábamos a grabar el disco y en enero quisimos ponernos a hacer cosas, pero no había manera de que nos saliera algo. En mayo dije “mira, nos gastamos 150 pavos y vamos a algún sitio con las guitarras, la caja, el goliat y el protools y a la mierda”. Me acuerdo que en el coche, de camino, le decía a Jazz “mierda, ¿y si no nos sale nada?”.
Al final allí nos salieron unas seis o siete ideas. Hicimos muchas letras y salieron varias guitarras, pero de cosas separadas. A partir de junio nos pusimos a tope a ensayar con Leia y Víctor.
En el primer vídeo que publicasteis del making of del disco, vemos cómo habláis de componer una canción sobre un árbol que había allí. ¡Y al final está en el disco!
Uf, era imposible escribir sobre el árbol. Hubo un momento en el que me puse debajo del árbol en plan “a ver qué me sale”. En el último día de grabación del disco, cuando ya solo estábamos grabando voces dijimos “pues dejamos este tema sin letra y ya está…”, pero después decidimos que no podía ser, así que pillamos un papel y escribimos el título del tema y a partir de allí nos pusimos a escribir. De repente salió.
A ver, es que Jazz y yo íbamos al colegio juntas y siempre dejábamos los deberes para el último momento… y en el grupo igual. Nos pasa lo mismo, pero con canciones.
En ese mismo vídeo también vemos que trabajasteis en Apathy, la canción sobre la que queríamos hablar en este Behind the Song.
¡Sí! Es que Apathy en realidad ya la teníamos. Creo que es la primera letra del disco que teníamos acabada. Antes de empezar a trabajar en el álbum ya teníamos claro que queríamos hacer una canción que fuera un puto show. No sé ni cómo fue todo… Desde un principio, como la letra era tan larga, queríamos que hubiera una parte hablada, como rapeada, un poco como ya hicimos en Sorpesa Familia, pero mejor. En cuanto a guitarras, yo tenía un riff –uno de los primeros que hicimos de este disco– que después de probarlo en un ensayo, acabó formando parte de Apathy. De hecho, cuando entran las guitarras todo se vuelve una puta locura.

En la canción estáis hablándole directamente a alguien. Decís: “I have so much responsibility over you” y “There’s a lack of respect between you and me”. ¿De qué trata? ¿Y por qué Apathy?
¡Sí! Claramente estamos hablándole a alguien y esa persona también tiene nombre y apellido. Podríamos decir que si una situación que has vivido tuviera un cuerpo o una forma… se lo dirías a esa forma. Apathy habla de cuando una amistad o relación es tan tóxica que esa persona ha definido lo que tú serás en su vida. En plan “yo te pido esto, esto y esto… y tú me lo TIENES que dar”. No hay una conversación o un agreement. No sé si tiene sentido, pero a mi siempre me ha parecido que la gente apática es la que más pide y la que se muestra más vulnerable. Piden porque lo necesitan, pero ¿y yo? Escucharme a mí es respetarme. La canción trata de esta falta de escucha, de entendimiento…

Estamos ante un disco que nos hace reflexionar. Canciones como Men o This feeling is disgusting nos hacen plantearnos muchas cosas.
Creo que es algo que quería salir de nosotras. Somos un grupo de tías que nunca había hablado de los problemas a los que nos enfrentamos las mujeres. Aunque siempre hemos sido personas feministas y siempre hemos estado quejándonos del patriarcado de alguna forma. Queríamos hacer una canción feminista y que se entendiera de qué estábamos hablando y si se tenia que llamar Men, ¡pues que se llame Men!
Para mi Self Worth es un disco en el que todo encaja. Por mucho que tenga altibajos, me parece super coherente con nuestro sonido y con la idea que teníamos.
Toda la imagen del álbum es super poderosa y la estética se ve muy trabajada. ¿Teníais claro desde un principio con quien ibais trabajar y qué queríais alcanzar?
Yo tenía claro que quería hacer algo en plan Destiny’s Child fantasía. Queríamos trabajar seguro con Tomeu (Mulet), porque es el diseñador de nuestros anteriores discos y es quien nos dio nuestra tipografía de MOURN. Al principio, yo quería trabajar con una fotógrafa, porque hasta ahora siempre nos hemos rodeado de mujeres. El otro factor es que también tenía que ser alguien acostumbrado a hacer fotos de moda, porque buscábamos un rollo de sesión editorial. En realidad, desde el principio tenía a Christian (Colomer) en mi cabeza, porque le conozco desde que tenía 14 años. Rápidamente me di cuenta de que no podía ser otra persona. ¡Es que me flipa lo que hace!
Las fotos en blanco y negro de la parte interior de la edición en vinilo fueron idea de Christian. Él siempre lleva una cámara pequeña con un carrete en blanco y negro y durante la sesión va tomando fotos. Y al final Tomeu las incorporó al diseño.
Le pedimos a Carla que nos nombrara los elementos que más han definido el proyecto (MOURN) en los últimos años y, por consecuencia, la grabación de este disco. En esta sopa de letras podéis encontrar qué hay detrás de lo que finalmente acabamos disfrutando como oyentes o fans. Podríamos decir que esta sopa de letras es el verdadero Behind the Song:

#Behind the Song es una sección en la que explicamos mediante reflexiones e ilustraciones qué hay detrás de una canción. Hoy hablamos de Apathy, de MOURN. En otras ocasiones hemos hablado de Renaldo & Clara, Deva, Da fak, Pinpilinpussies, Egosex, Marta Cascales, Lauren Nine, Mavica, Ljubliana & The Seawolf, PAVVLA, Haley Heynderickx, Lola Kirke, Anna Calvi, Courtney Barnett y Lorena Álvarez.
Autoras de este artículo

Carla Gimeno
Comunicadora y cantante. Me gusta pensar que mi hábitat natural son los conciertos y los festivales. Es bastante probable que me encuentres entre el público de algún bolo de Barcelona, aunque a veces también me subo al escenario con The Crab Apples.

Alsina Mandarina
Creativa y dibujante. Guitarrista en The Crab Apples y Penny Necklace. Crecí dibujando, siendo este mi espacio de diversión y evasión del mundo. Ahora es mi forma de acercarme a mi entorno y reflexionar sobre nuestra vida y nuestra sociedad.