Besmaya vienen pisando fuerte dispuestos a dejar huella. Son dos amigos, Javier Echávarri y Javier Ojanguren, que se conocen desde la infancia y que comparten una pasión por la música que les viene desde bien pequeños. Su objetivo es simple: crear música que les guste, sin importar las modas o las tendencias.
Su álbum debut, Nuevos Lemas (Sony Music, 2024), es un claro reflejo de su personalidad y de lo que son como banda. Un disco conceptual redondo lleno de energía, frescura y letras sinceras que hablan de sus propias experiencias a través de ironía y numerosas referencias. Con este trabajo, Besmaya se consolida como una de las bandas más prometedoras del panorama musical actual.
Hablamos con ellos antes de que pongan rumbo a su extensa gira de conciertos de presentación del disco, sobre su proceso creación, las colaboraciones, sus influencias musicales y sus planes de futuro.
En primer lugar, felicidades por este primer disco que justo acaba de cumplir un mes. ¿Cómo está yendo su acogida?
Javier Echévarri: Estamos muy contentos porque la decisión de darle un hilo conductor al disco, que en cierto modo era una apuesta, ha resultado ser un acierto. Si bien hoy en día la gente suele preferir crear sus propias playlists y ordenar la música a su gusto, nosotros optamos por ofrecerles un orden ya establecido. Y lo cierto es que estamos observando que el público está escuchando el disco en orden y disfrutándolo mucho.
¿Y cómo habéis vivido este primer mes? ¿Ha sido intenso?
Javier Ojanguren: Ha sido un mes realmente intenso, especialmente porque hemos tenido que compaginar la promoción del disco con la preparación del show para la gira de festivales de este año, que representa la verdadera carta de presentación del álbum. Sin duda, este ha sido el mes más intenso que hemos vivido como banda.
Os habéis aventurado a sacar un álbum lineal, con narrativa detrás, algo que parece que se está perdiendo en la industria actual. Dado que leí que le teníais un poco de respeto a sacar un disco, ¿qué os hizo dar este empujón?
Echévarri: No diría que fue una decisión totalmente premeditada, al menos yo no lo recuerdo así. Surgió de forma gradual, nos atraía la idea de unir las canciones.
Ojanguren: Lo que realmente sucedió fue que llegó el momento adecuado, tanto en términos de tiempo como de madurez. Este ha sido el primer año que nos hemos dedicado por completo a la banda, y el proyecto lo demandaba. Sentíamos la necesidad de crear algo con un alto nivel de implicación y compromiso artístico, algo que nos permitiera darle mil vueltas al álbum.
Teníamos mucha seguridad en lo que queríamos hacer y creemos que hemos logrado definir bien nuestro sonido.
Habéis tenido tiempo para crear un disco del que estéis orgullosos.
Ojanguren: Sin duda, esa ha sido la mayor satisfacción: poder escuchar el disco antes de su lanzamiento y pensar que realmente es el disco que queríamos hacer.
Por otro lado, la duración total del disco es de 30 minutos, una extensión más acorde a los estándares actuales. Combináis un poco ambos mundos. ¿Era esa la intención?
Echévarri: No intencionado como tal, pero es cierto que nosotros también pertenecemos a la generación del contenido exprés y un disco de 45-50 minutos se hace cuesta arriba. Incluso a nosotros mismos nos cuesta llegar al final al escucharlo varias veces. Por eso, sí que queríamos mantener una duración más breve, pero también ofrecer un valor añadido en el álbum. ¿Por qué escuchar un álbum completo en lugar de una playlist? La respuesta estaba en unir las canciones, crear una historia y lograr que el oyente no se percatara de que está escuchando un disco seguido, sino que lo perciba como una única canción.
Cada canción está unida a la anterior con transiciones. ¿Cómo surge esta idea?
Echévarri: Yo creo que era una cosa que nos hacía gracia, y lo probamos en una canción, Gas con Parar. A partir de ahí, fuimos uniendo una canción con otra hasta que nos dimos cuenta de que habíamos conectado todo el disco.
A pesar de que este es vuestro primer disco, parece que tenéis las ideas súper claras y que estáis muy seguros de vuestra propuesta. ¿Es realmente así?
Ojanguren: Si bien este es nuestro álbum debut, hemos tenido la oportunidad de lanzar previamente alrededor de 10 singles en la búsqueda del sonido de Besmaya, además del EP que publicamos hace un año y medio. Por lo tanto, llegamos al disco con ese respeto que mencionabas antes. Teníamos claro que, más allá de un concepto homogéneo, el disco debía ser una sólida tarjeta de presentación de nuestras intenciones artísticas. En cierto modo, es un primer disco con trampa, ya que hemos podido crear 15 canciones antes de lanzarlo. Pero teníamos mucha seguridad en lo que queríamos hacer y creemos que hemos logrado definir bien nuestro sonido.
Siempre habéis descrito vuestra música como pop distendido, una etiqueta que creasteis precisamente para huir de las etiquetas.
Ojanguren: Realmente pop distendido es pop Besmaya. Es el pop que queríamos hacer.
Se nota que escuchamos a bandas como Bring Me The Horizon y que esa música ha dejado huella en nuestro sonido, aunque luego lo traslademos al pop o al indie.
Alemania Imposible es personalmente una de mis favoritas. ¿Cuál fue el proceso de creación de esta canción? ¿Leí que es un homenaje a la banda Wilco?
Echévarri: La canción comenzó como un intento de rehacer otra más antigua. Terminamos con un verso y un estribillo que nos gustaban mucho, y el solo de guitarra nos recordaba un poco a Alemania Imposible. La estructura de ambas canciones es similar: una canción y un solo de guitarra. La idea de dividirla en dos partes, con sus propios estribillos, nos pareció genial. Pero no nos dimos cuenta del parecido hasta que la grabamos con Paco. ¿Recuerdas, Javi?
Ojanguren: Sí, cuando ya estábamos terminando la canción porque curiosamente es de las últimas canciones del disco que terminamos, pero también es la primera canción que empezamos a componer. Es la primera que empezamos a componer, aunque luego sacáramos Gas, Tu Carita, Mucho Antes. La empezamos a componer el día que salió el EP en noviembre de 2022. Ese fue el tema que salió y salió solo como la parte del principio y a lo largo del disco fuimos añadiendo poco a poco cosas hasta que quedó como quedó. Me hace mucha ilusión que digas que es de tus favoritas porque también es de las nuestras.
También vi que vuestros referentes llegan hasta el metal, como Bring Me The Horizon. ¿Veis posible explorar este género musical en un futuro?
Echévarri: No creo que lleguemos a la crudeza del metal en cuanto a guitarras y performance vocal (risas). Sin embargo, no nos cerramos a la posibilidad de explorar los poliritmos que utilizan algunos grupos como Meshuggah, aunque esto sería algo muy a largo plazo.
Ojanguren: Es cierto que al haber escuchado tanta música que nos apasiona, especialmente Bring Me The Horizon con su experimentación fusionando pop y metal, hemos adquirido esas herramientas.
Echévarri: Sí, BMTH es un caso muy interesante.
Ojanguren: Por ejemplo, en la canción Parar, donde no es tan evidente, pero hay guitarras grabadas en afinación Re, una afinación utilizada en el metal que nos gustó cómo sonaba. Si bien el resultado no es propiamente metal, la técnica está presente, y creo que lo interesante es tener esas herramientas a nuestra disposición.
Al final escuchar otros géneros os permite incorporar nuevos elementos a vuestra propia música.
Ojanguren: Exacto. En la primera canción del disco, Nuevos Lemas, la performance vocal gritada podría estar influenciada por esa música. Lo mismo ocurre con los breaks épicos al final de Gas. Se nota que escuchamos a bandas como BMTH y que esa música ha dejado huella en nuestro sonido, aunque luego lo traslademos al pop o al indie.
El interludio con el audio de vuestro productor Paco Salazar me parece uno de los momentos más emotivos del disco. Imagino que para vosotros también lo fue cuando lo escuchasteis por primera vez. ¿En qué momento decidís incluirlo en el disco?
Echévarri: La verdad es que ese audio no iba a estar en el disco. Habíamos compuesto un interludio instrumental para unir Parar con El Golpe, y sin una transición en medio era imposible que quedase un resultado homogéneo. Casualmente, el día que tocamos en el Jardín de las Delicias el año pasado, coincidía con que habíamos terminado el interludio. Era la primera vez que Paco nos veía en directo. Al día siguiente, nos envió el audio y Javi me lo reenvió superpuesto al interludio. Lo editamos y le pusimos efecto radio y nos gustó mucho cómo quedaba, porque además contaba parte de nuestra historia y de cómo somos nosotros.
Habrá momentos de crecimiento, pero también de estancamiento e incluso de retroceso. Lo importante es saber reinventarse y seguir adelante.
Hablemos de las colaboraciones del disco, empezando por Sidonie. ¿Cómo ha sido este encuentro entre dos generaciones? ¿Os han dado alguna lección de vida?
Echévarri: Sí claro, al final la voz y la experiencia de Sidonie nadie las silencia. Lo que más nos atrajo de ellos fue su espíritu de renovación constante, su capacidad de adaptarse a los cambios y aprender de cada experiencia. Al subirse a nuestra colaboración notamos eso.
Ojanguren: Nos contaron un poco las cosas buenas y malas de llevar 25 años como banda y qué cosas se sufren en una carrera tan larga. Nos recordaron que no todo es un ascenso constante en la música. Habrá momentos de crecimiento, pero también de estancamiento e incluso de retroceso. Lo importante es saber reinventarse y seguir adelante. Fue muy enriquecedor la verdad.
¿Os da miedo experimentar esas posibles subidas y bajadas de una carrera larga?
Echévarri: Yo creo que lo llevaremos bien. Sabemos que al final todo es pasajero y que la vida son subidas y bajadas constantes. Ahora que nos han avisado sabremos identificarlo.
Ojanguren: Claro, es bueno reflexionar sobre eso de vez en cuando y con Sidonie tuvimos la oportunidad de hacerlo. Por eso el día que eso nos sorprenda sabremos que toca apretar el culo y seguir currando.
También contáis con Nsqk y Yarea. Son artistas con estilos muy diferentes entre sí, pero conseguís que encajen perfectamente en el sonido del disco. ¿Qué buscáis en una colaboración para que encaje con Besmaya?
Echévarri: Más allá de que nos guste la música del artista con el que colaboramos, buscamos que la colaboración sea una propuesta que demuestre nuestra versatilidad. En este caso, Yarea aporta su estilo bedroom pop a Automóviles y Nsqk su toque urbano a El Cable. Ambos artistas suman un valor extra a las canciones.
Estáis preparando la gira más ambiciosa de vuestra vida de la mano de Vibra Mahou, que inicia en octubre. ¿Hay nervios?
Echévarri: Todavía estamos procesando la gira con Mahou. Así a corto plazo tenemos un montón de festivales que estamos ya produciendo con nuestro productor Raúl de Lara. Tenemos muchas ganas de arrancar otra vez la gira y presentar el disco a gente nueva.
Ojanguren: Sí, tenemos muchas ganas de la gira Mahou en octubre, pero realmente la gira de presentación del disco comienza en un mes en festivales. La gira Mahou forma parte de esa gira de Nuevos Lemas, con alrededor de 40 fechas confirmadas de aquí a un año. No vamos a negarlo, estamos nerviosos porque el show que estamos preparando ha crecido: tenemos más medios, mejores horarios en festivales y hay que darlo todo.
Ahí viene la pregunta: ¿Sois más de festivales o de sala?
Echévarri: Es una pregunta difícil de responder. Los festivales son muy divertidos: estás con mucha gente, te expones a un público amplio y la experiencia entre bandas es genial. Pero las salas tienen una magia especial: tu público ha venido a verte solo a ti y canta a pleno pulmón todas tus canciones. Como dice nuestro manager, ¿para qué escoger si puedes abarcar?
Ahora que ya habéis publicado el primer disco y cerrado una buena tanda de conciertos para este año, ¿cuál es el siguiente objetivo de Besmaya?
Echévarri: Tenemos el ojo puesto en Latinoamérica, en cruzar el charco. La verdad es que nos haría mucha ilusión.
Para terminar, quiero que me digáis un disco que os haya marcado en vuestra vida.
Echévarri: Kid A de Radiohead.
Ojanguren: Yo diría R.Y.C. de Mura Masa, porque es un disco que recorre muchos estilos del pop en lo que era la escena inglesa de 2020, que es cuando sale el disco, y creo que es un poco lo que hemos hecho también en Nuevos Lemas, recopilar todos los elementos que están ahora en la música popular de la escena. Es un disco que a mí me inspiró mucho y a nivel de herramientas de producción también nos hemos nutrido mucho de él.
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