La editorial Malpaso, por temas que no nos conciernen y no debemos airear, hacía tiempo que permanecía en silencio. Su entrada en el mercado hispano fue fulgurante, editando libros de todo tipo a buen precio y de enorme interés, pero de repente el ciclón calmó derivando prácticamente en la desaparición como aquella burbuja que va engrandeciéndose y al final explota. Por suerte, la pompa nunca llegó a estallar del todo y ha ido recomponiéndose hacia una medida justa. Fruto de ello son los flamantes lanzamientos al mercado que no deberían dejar indiferente a nadie y sirven para reflotar el barco que a punto estuvo de hundirse. En este esperado renacimiento destaca la interesantísima autobiografía de uno de los mayores genios de la música pop del siglo XX, su título: Yo soy Brian Wilson… y tú no. La primera edición de este singular libro, estaba fechada en 2016 y originalmente se llamó sencillamente I am Brian Wilson. Los editores le han añadido una irónica coletilla (fiel al estilo del protagonista) y han confiado en Isabel Zapata y María Lebedev para su traducción.
Wilson escribió sus memorias con la colaboración de Ben Greenman, periodista y novelista, originario de Chicago, que ha colaborado, aparte de Wilson, con artistas de élite como Gene Simmons (Kiss) o el sin par George Clinton, estamos pues en manos de un buen conocedor de, por decirlo de alguna manera, mentes especiales y Brian Wilson sin duda lo es. Lean si no alguna de sus primeras afirmaciones y comprenderán qué territorio estamos pisando: “Mi historia es una historia musical y una historia familiar y una historia amorosa, pero es también una historia de enfermedad mental”. Situados en el intrínseco camino, intentemos adentrarnos en él sin desvelar la magia destilada, el lector debe buscar los paisajes más recónditos.
Para los no iniciados en el personaje diremos que Brian Wilson fue, junto a sus hermanos Carl y Dennis, el fundador de The Beach Boys, banda fundamental en la historia del pop-rock, encasillada en un principio por sus melodías doradas bajo el sol de California, ideales para surfers, como California sun o Surfin’ U.S.A. y encumbrada más tarde gracias a la creación de Pet Sounds (Capitol, 1966), uno de los discos más bellos jamás grabados. Tal maravilla debía haber tenido un rápido sucesor, pero por muchas razones, “todas las razones” según Wilson, no vio la luz hasta más tarde: Smile (Nonesuch Records, 2004) apareció íntegro treinta y ocho años después sin tener la repercusión merecida, deléitense con Heroes and villains para comprenderlo, ya era demasiado tarde para reverdecer laureles. De este tema habla Brian Wilson en su libro y por supuesto de muchos otros más. Conocerán su curiosa relación con Phil Spector, el porqué del miedo escénico que le atenazaba y que acabó por menguar su presencia en los escenarios, o cómo pudo sobrellevar la transitoria enajenación mental que le impidió llevar una vida confortable. Wilson se confiesa, ustedes son los sacerdotes.
Brian Wilson lidió toda su vida con voces y ecos que a veces le llevaron al abuso del alcohol y las drogas para ahuyentarlos y otras le fortalecieron. Existencia atribulada donde la perdición y el éxito no han podido separarse, quizá es el sino del cual los genios no pueden escapar.
En la nueva edición de esta imprescindible biografía, desgarradora y sincera, también podrán encontrar algunas curiosas fotografías ilustradoras y una completa discografía. Se antoja indispensable escuchar algún disco suyo mientras se sumergen en el relato, aunque sea a bajo volumen.
George Martín aseveró que, sin Pet Sounds, Sgt. Pepper’s lonely hearts club band (EMI, 1967) no hubiera existido, pueden imaginarse, pues, la magnitud del personaje protagonista: se llama Brian Wilson… yo no.
God only knows what i’d be without you
(God only knows, The Beach Boys)

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