Sen Senra ha llegado para quedarse. El artista gallego domina la puesta en escena, transmite magnetismo encima del escenario (lo que toda la vida se le había llamado ‘tener morro’) y, sobre todo, es capaz de generar adictivas melodías pop que quedan almacenadas en las cabezas de quién lo escucha durante días. Con estos ingredientes, este sábado el músico confirmó su estatus como nuevo icono del pop español con un concierto en el Sant Jordi Club de Barcelona, en el que presentó su último disco Corazón Cromado (Sonido Muchacho, 2021) y repasó algunos de los temas que han marcado su hasta ahora corta, pero intensa trayectoria.
La noche empezó con la fría Nos dará alas, una balada interpretada a cámara lenta que parte del público se perdió al encontrarse apurando sus cervezas en la zona de bar anexa al recinto. Vestido con un abrigo blanco al más puro estilo esquimal, Sen Senra se perdía por momentos en la inmensidad del escenario del Sant Jordi Club, por el que anduvo reocorriendo varios kilómetros a lo largo de la noche. Nacido en Presqueiras en 1995, Christian Senra se ha labrado un nombre en la escena pop en castellano en los últimos años de una manera totalmente autosuficiente. El artista gallego se encarga de componer, tocar, cantar y grabar sus canciones. Además, ha aprendido música de manera autodidacta.
El riff de guitarra de la seductora No me sueltes más sirvió para conectar al público a la noche. En su repertorio, Sen Senra abraza una gran cantidad de sonidos y estilos, con una base R&B y neo-soul que por momentos se entremezcla con pinceladas de electrónica, hip hop e incluso garage que conceden a su obra una constante sensación de sensualidad e incluso erotismo.
Abrirse en canal, una nueva manera de expresar
Sen Senra intenta huir de los tópicos más manidos de la masculinidad tóxica más clásica. El joven artista exhibe sin tapujos toda su intimidad en sus letras, sin miedo a descubrir sus propias vulnerabilidades e inseguridades. Sus temas giran en torno al amor, las relaciones y la soledad, enfocadas desde un punto de vista visceral y sensual, aunque por momentos también azucarado, como es el caso de Por ti, que despertó los coros del público. Una visceralidad que le hacen coquetear a menudo con conceptos cercanos a las relaciones tóxicas y de dependencia, pero que le conceden un aire de transparencia absoluta que suscita sensación de cercanía en el oyente, que puede verse reflejado en gran parte de las narraciones del artista.
A medida que avanzaba la noche, el público cada vez estaba más entregado al espectáculo, pomposo en cuanto a su propuesta visual, pero casi minimalista en el sonido, una banda formada por tres músicos que Sen Senra no llegó a presentar. La psicodelia se apoderó de la noche con Como sacude antes de dar paso a la intimista Tumbado en el jardín viendo el atardecer, que retrata en varios actos el proceso de duelo y sanación sentimental. Las repetitivas estrofas de la erótica Euforia provocaron que volviera a subir la temperatura en un recinto que también jaleó Hagan 40°, primer avance del próximo trabajo del músico de Pontevedra.
Del underground al mainstream
La robótica Tienes reservado el cielo, interpretada en su totalidad con la ayuda del autotune al más puro estilo Bon Iver, provocó un silencio sepulcral en el Sant Jordi Club. Un silencio que rompieron los coros de la pegajosa Wu Wu, culminada con una espectacular jam con aires funk y hip hop, que recordó por momentos a los mejores Red Hot Chili Peppers.
En la parte final llegó el turno de Ya no te hago falta el primer hit con el que Sen Senra se dio a conocer en 2019 en el mainstream y que en estos momentos ya supera los 18 millones de reproducciones en Spotify. Este tema significó el final de una metamorfosis estilística que le hizo pasar de la garage casi psicodélica de sus inicios cuando todavía se expresaba en inglés, al R&B con tintes pop y neo-soul cantado en español con el que se ha dado a conocer al gran público.
Sen Senra se despidió con la poderosa Te va a ser mejor, que supuso un final de fiesta abrupto, pues el público esperaba esperanzado algún bis que no llegó. Sin embargo, los presentes disfrutaron con la confirmación que el éxito del artista gallego no ha sido un hecho circunstancial provocado por la pandemia, sino que tiene el poso, la calidad y el público suficiente como para seguir marcando el pop de la nueva década.







Autores de este artículo

Pere Millan Roca

Víctor Parreño
Me levanto, bebo café, trabajo haciendo fotos (en eventos corporativos, de producto... depende del día), me echo una siesta, trabajo haciendo fotos (en conciertos, en festivales... depende de la noche), duermo. Repeat. Me gustan los loops.