¿Qué me dices si te digo Björk, juegos olímpicos, IA y artista japonés en la misma frase? Si controlas de música avanzada deberías decirme Daito Manabe. Su currículum es impresionante: reconocido artista multidisciplinar y dj a nivel internacional; diseñador de los shows de Björk, nada menos, así como de la presentación japonesa en la ceremonia de clausura de los pasados Juegos Olímpicos de Río 2016 y de los próximos JJ.OO. de Tokio 2020; habitual del festival Sónar de Barcelona; fundador del prestigioso estudio Rhizomatiks Research… Le llaman “estrella mundial de la creación digital”. Y lo cierto es que, en su campo, es un genio.
Lo demostrará en su próximo espectáculo, discrete figures, que llega por primera vez a Europa. ¿Dónde? A Barcelona, por supuesto. “Barcelona es famosa internacionalmente por su arte y su cultura vanguardista”, declara Naohito Watanabe, cónsul general. Nos reunimos con él y dos miembros más del Consulado General del Japón en Barcelona cerca de Francesc Macià, en el respetado restaurante Yashima. Entre plato y plato nos dice que el show de Manabe es difícil de explicar pero fácil de sentir.
Hagámoslo fácil: Es una performance. Manabe ha programado mediante inteligencia artificial una serie de algoritmos que interactúan con el cuerpo humano. No es música en directo como tal – no hay nadie tocando – pero es más en vivo que nunca porque la música que se creará es inédita. Esto ocurre porque sobre el escenario danzarán cinco bailarinas de la compañía Elevenplay, que ya de por si son un reclamo porque siempre están presentes en los conciertos, programas de televisión y videoclips más destacados de Japón, bajo la dirección de Mikiko, que realiza las coreografías de numerosos superventas nipones. La máquina interpretará sus movimientos y generará los sonidos electrónicos que les acompañen en ese mismo momento. Sin olvidar la parte visual: con esta misma idea de la creación instantánea, se transformará de manera simultánea el movimiento de las bailarines en impactantes proyecciones. ¡Y también hay drones!
En fin, discrete figures es elegancia, es matemática, es danza, es música, es arte… es, en definitiva y sin duda, lo más avanzado que podrás ver hasta el próximo Sónar. discrete figures, el espectáculo que rompe la barrera entre el arte y la ciencia, se realizará el próximo 10 de noviembre a las 21 horas en L’Auditori de Cornellà. Y no puedes perdértelo.
El por qué de todo esto
Cava, jamón y queso. Son algunos de los productos autóctonos más estimados por los japoneses y que ahora se mueven libres de aranceles abusivos gracias a un acuerdo de libre comercio. Pero no es el único convenio que se ha firmado para fomentar los intercambios económicos y culturales entre ambos países: escribo estas líneas porque el 12 de noviembre de 1868 se firmó en Kanagawa el Tratado de amistad, comercio y navegación entre España y Japón. Para celebrar estos 150 años de buenas relaciones el Consulado General de Japón en Barcelona ha organizado una serie de actividades. La más relevante es, como decía, el fascinante espectáculo discrete figures. Pero no podemos dejar de mencionar el Salón del manga, por ejemplo, donde también participarán.
Nos explica Yumi Akaeda, la encargada de asuntos culturales en el consulado, que Silvia Pérez Cruz y Clara Peya son artistas muy populares y muy respetadas en Japón. Los dos periodistas que estábamos allí – servidora y un redactor de La Vanguardia – no podíamos disimular nuestro asombro. Sorprende, sobre todo, el caso de Peya, pero lo que sí es sabido es que los japoneses disfrutan del flamenco. Quizá sea por lo que dice el cónsul: “somos muy pasionales por dentro”. Los japoneses gozan de la música y la cultura catalana. Y nosotros gozamos de la suya: el j-pop es un verdadero fenómeno de masas del que poco se habla en los medios tradicionales pero que mueve a miles de personas. Entre todos concluimos que no importa el idioma ni la estética ni el bagaje cultural, porque con la música se eliminan todas las fronteras.
¿Y por qué en Cornellà y no en Barcelona? “En Barcelona solo había dos locales que cumplían las exigencias técnicas, el Teatre Nacional y el Mercat de les flors, y aunque se mostraron muy interesados en la propuesta no tenían disponibilidad para esa fecha”, cuenta Judit Moreno, asistente de cultura y relaciones públicas. Tenía que ser el 10 de noviembre sí o sí debido a la apretada agenda de este artista japonés. Curioso porque, aunque él interactúa de manera directa en toda la performance, está siempre presente en sus espectáculos. Porque el futuro son las máquinas, pero es imposible prescindir del alma.
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