Fred Hersch no solo es uno de los grandes renovadores de la pianística del jazz de los últimos tiempos, sino también un músico camaleónico, capaz de cambiar de tercio sin que se note el cuidado. Lo es en connivencia con el contrabajista John Hébert y el baterista Eric McPherson, dos compañeros de viaje cómplices en los virajes, en los sublimes vaivenes rítmicos, climáticos, del pianista Hersch. A trío, la formación de gala de todo pianista de jazz que se precie, es cuando se percibe mejor la inmensa dimensión —que no densidad— estilística del pianista de Cincinnati. Fred Hersch: un músico que desde el buen gusto y el toque elegante y preciso ha seducido a diversas generaciones de pianistas de todo el mundo como, por ejemplo, Brad Mehldau, Ethan Iverson o, más cercanos a nosotros, Marco Mezquida y Albert Bover.
Fred Hersch es un jazzman que puede ser lírico y profundo en A lark, la pieza que abrió el concierto, dedicada al añorado Kenny Wheeler, y a la vez recrear la música más tradicional de Nueva Orleans con Big easy. Hersch también tuvo un recuerdo para la figura de John Taylor, a través de la balada Bristol fog, y flirteó con el estilo de Ornette Coleman interpretando una composición inédita de autoría propia, Snape maltings. De Thelonious Monk, uno de los músicos que más admira, destacó una conmovedora versión a piano solo de Round midnight en los bises.
También hubo contrapuntos sorprendentes, como un alegre tema dedicado a Sonny Rollins, titulado Newk’s calypso, o un medley que incluía una pieza del musical South Pacific: Cokeyed optimist.
Un trío sólido
El Fred Hersch Trio es un grupo cimentado por la connivencia entre los miembros de la formación. El contrabajista Hébert, melódico y anguloso, complementa con acierto el discurso arrollador del pianista Hersch. Por su parte, el baterista Eric McPherson, recursivo e imaginativo, lleva el peso del ritmo con especial sensibilidad tímbrica. Fue tal vez por la interacción casi orgánica entre Hersch, Hébert y McPherson, más propia de una orquesta de cámara que de un canónico trío de jazz, la razón por la cual casi no se aplaudió ningún solo; una situación inédita si tenemos en cuenta que el grueso del público lo formaban músicos y veteranos aficionados al jazz.
Hace cinco años, más en concreto el 8 de noviembre de 2012, estaba prevista la actuación del Fred Hersch Trio en el auditorio del Conservatori del Liceu, en el marco, también, del Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona. Por causas de fuerza mayor —una tormenta de hielo en Nueva York— los acompañantes de Hersch no pudieron volar a Barcelona. El público de la ciudad condal se tuvo que ‘conformar’ entonces con un concierto a piano solo del jazzman de Ohio. Fue una sesión memorable, recordada por muchos de los aficionados que, ahora sí, tenían por fin sobre el escenario del Conservatori del Liceu a Fred Hersch, John Hébert y Eric McPherson.
Autores de este artículo
Martí Farré
Dani Alvarez
Bolerista y fotógrafo. Como fotógrafo, especializado en fotografía de espectáculos. Dentro de la fotografía de espectáculos, especializado en jazz. Dentro del jazz, especializado en músicos que piensan. Trabajo poco, la verdad.