Nacer. Escuchar las historias de mamá, recordar la voz de papá. Querer algo que se no puede tener. Sentirse sola. La primera amistad. La primera discusión. La primera menstruación. Reír. Tener miedo. Mentir. Sentirse diferente, sentirse imperfecta. El primer beso. El primer “te quiero”. Odiar, odiarse. Decir adiós.
Todos estos momentos conforman la crónica en flashes de una vida en I am easy to find, un cortometraje que captura el misterio de una pregunta sin respuesta: ¿qué significa ser humano? The National se lo pregunta con su nuevo álbum, que encuentra en esta cinta –con la que comparte título– la esencia conceptual de todas sus canciones. Dirigido por Mike Mills, también productor y artista influyente en el proyecto, retrata toda una vida de aprendizaje, alegrías y decepciones a través de la juventud eterna de Alicia Vikander. La vida avanza y su interior está en constante cambio, pero su aspecto no.
Mills es pura poética. Se sumerge en esta suerte de realismo mágico donde la protagonista piensa a través de los subtítulos y vive en una imagen en blanco y negro. Un cruce perfecto entre la performance artística, el videoclip indie y el cine experimental, donde la música de los de Ohio insufla una melancolía dolorosa. En sus imágenes aprendemos que la vida son, ante todo, despedidas de toda clase: personas, creencias, sueños, ilusiones. Como en una versión acelerada y femenina de Boyhood de Richard Linklater, vemos pasar una existencia seguramente muy parecida a la nuestra –porque sus experiencias son las de todos, y especialmente todas– y la rapidez con la que avanza es terrorífica. Implacable. Es corta, demasiado corta. Solo 24 minutos.
El director de Mujeres del siglo XXI sabe que en esos pequeños momentos está la esencia de toda una vida, y también en la música de The National, cuyas canciones existen más en los rincones que en el centro de la habitación. Al final, ahí es donde la mayoría acabamos transitando buscándonos a nosotros mismos, como Vikander se busca frente al espejo en una de las imágenes del filme. Ella da el alma necesaria a un personaje mudo en el que nos reconocemos, dudando de nosotros mismos o llorando por la muerte de un ser querido, dándonos cuenta de la crueldad del mundo y emocionándonos al sentir la energía de la naturaleza que nos rodea. Mills hace un collage de un millón de sensaciones que van más allá del retrato factual.
Y es que I am easy to find tiene la mirada puesta hacia adentro, allá donde se encuentran los secretos que quizás nunca nos atrevamos a confesarnos.
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