Quizá el titular lleve a engaño, pero después de más de tres de horas de charla con Koko-Jean Davis, en su barrio de Gràcia, una de las cosas que nos quedó, meridianamente claras, es que su sueño consiste en hacer un musical con sus canciones. Probablemente no lo concebirá con ‘Love Child’ (a la venta el 18 de octubre), pero, la segunda y esencial obra de Koko Jean & The Tonics, no desentona con aquel planteamiento que el filósofo griego Aristóteles sugirió para toda obra: planteamiento, nudo y desenlace. Con este sueño y decenas de vicisitudes, incluso personales, intentaremos resumir unos idearios propios e irrebatibles.
Vuestra nueva obra se titula Love Child. ¿Todo listo para sacarla a pasear? ¿Cómo van los nervios pre-promoción?
De momento estamos muy contentos del “feedback” recibido de los tres adelantos y tenemos muchas ganas que todos los seguidores puedan escuchar el resto. Estamos muy orgullosos de este disco.
Seguís en Buenritmo, pero habéis cambiado de productor, ahora es Arnaud Fradin el capitán de la nave. Cuéntanos algo de él, de su trabajo y este cambio.
Arnaud es un productor francés, muy amigo de Victor Puertas y de Bluz Track Productions, nuestro management en Francia, sello esencial en el circuito de blues europeo. Él tiene muy buen gusto, una sensibilidad especial y conoce nuestro estilo. La elección fue clara desde el primer momento. En cada disco intentamos trabajar con gente diferente para ofrecer otro tipo de experiencia al oyente.
Dani Baraldés y Víctor Puertas siguen en la formación, pero hay un cambio en la batería: Marc Benaiges sustituye a Anton Jarl con respecto a Shaken & Stirred, vuestro primer LP.
Marc es, sobre todo, conocido en la escena funk. Fue baterista en la Fundación Tony Manero o The Excitements. Yo compartí una época con ellos y de ahí viene la relación. Me encanta su manera de trabajar, es muy disciplinado, pero abierto hacia otros sonidos. No viene tanto del blues o del jazz como Anton, se acerca más a la rítmica urbana. Queríamos algo distinto para este LP.
Koko-Jean & The Tonics no quieren ser encasillados en ningún estilo, nos gusta jugar a lo que queremos.
Vuelve a tocar ponerse el traje de diva. ¿Cómo lo llevas?
Mi traje está siempre colgado y planchado, nunca lo guardo, me ayuda cada noche para prepararme psicológicamente y emocionalmente para mi papel de diva, pero sólo lo soy en el escenario. En la vida real no me considero como tal, trato de no serlo. Los artistas debemos saber separar la persona del personaje, eso es lo que intento inculcar a mis estudiantes de Presencia Escénica, soy profesora de esta materia. De todos modos, cuando te vistes de diva, vívelo.
Me perdonarás pero tengo curiosidad por saber tus impresiones sobre vuestro paso por el programa de TV3 Eufòria.
No existe ni buena ni mala publicidad. Ya que estos programas viven de los artistas, porqué nosotros no podemos vivir de ellos. Es un intercambio, nos necesitamos, tan sólo “business”.
Empecemos a entrar en el disco. ¿Cuáles son las diferencias claves respecto al anterior en cuanto a estilo y producción? Parece que habéis pasado de los 50-60 a los 70.
Hemos apostado por cambiar cosas. Se han incluido otro tipo de instrumentos como vientos, violines, nunca en mi carrera los había utilizado, era un sueño, finalmente hecho realidad y también coros. Koko-Jean & The Tonics no quieren ser encasillados en ningún estilo, nos gusta jugar a lo que queremos, esto nos da mucha libertad para explorar, aunque siempre dentro de la música negra, nuestro estilo innegociable. Queremos rendir tributo a las diferentes décadas, Love Child es una extensión de nuestra odisea.
En ese sentido me parecen clarividentes los riffs rockeros de Dani Baraldes, quien por cierto está soberbio como de costumbre.
Lo más bonito de ser una formación Power Trio, en este caso somos cuatro, es que nos sentimos como talentos o héroes, dónde cada uno aporta su experiencia, su “background” y pinceladas de su propio cualidad, sean blues, jazz o funk. Koko-Jean & The Tonics se formó, en un principio como una banda de blues, pero después vimos que lo guay de lo nuestro era aprovechar que uno venía del rhythym & blues de Dani Nel·lo, Dani del pop-rock, Victor del blues y yo del rhythym & soul, al final podemos escuchar el alma de cada uno. Es imposible no escuchar el peso de Victor Puertas en el sonido de la banda, o los riffs Pop-funk de Dani Baraldés en Hey You (Koko imita con la voz estos geniales apuntes guitarrísticos). Los solos rock de Dani nunca dejarán de existir, pero siempre incluimos melodías románticas de los 60 porqué eso es lo que a mí me gusta. Recuerdos de The Beatles, The Beach Boys, The Mamas & The Papas, la parte popera de esa década no la olvidamos.
En la balada Never Never o en los medios tiempos Down On My Knees y I Can’t Stand You, tu voz sube enteros. ¿Te consideras mejor cantante que hace unos años? Y si es así, ¿en qué crees que reside la mejora?
Hace años mi voz era más naíf, más emocional, tipo “teenager”, cuando somos adolescentes lo damos todo como si fuera el último día de nuestras vidas. Ahora se me nota madura, con más cuerpo, una mujer que ya ha vivido, pero la pasión todavía pervive y también la nostalgia y el romanticismo de la juventud, que creo que es lo que da alma a las canciones. Son mis temas más personales, verdaderas cartas de amor dedicadas a un mismo hombre, pero él no lo sabe (risas malévolas). En las baladas me entrego como hacían Whitney, Aretha o Janis Joplin,
Es evidente que como cantante principal tienes casi todo el protagonismo vocal. Sin embargo le has dado un poco de cancha a Victor Puertas en el blues Take Me One More Time y en Holding Tight To You. ¿De quién fue la idea?
Mía. Victor canta de puta madre, cómo no le voy a dejar cantar algún tema. Le dije: ya que no tocas la harmónica, esta vez cantarás dos canciones que además son de las mejores del disco. Si yo no me veo cantando un tema que hemos compuesto, me siento contentísima y feliz de pasársela a otro compañero, no tengo ningún problema en compartir protagonismo. Nosotros armamos las composiciones de esta manera.
Frank es nuestro superhéroe, el currante que abandona su “ghetto” para ir al centro de la ciudad y servir a los rusos que llegan en los cruceros y después se marchan tan tranquilos, él es el alma de Barcelona.
Love Child, tema introductorio, se asemeja en impacto a All Night Long, primera pieza de Shaken & Stirred. Creemos que es una buena estrategia.
Ni lo había pensado, mira. Es difícil elegir la primera canción de un disco, Love Child es el título y creo que es la que tiene que dar la bienvenida, no se puede perder hacia la mitad, debe ser la anfitriona, la que abre la fiesta musical y conceptualmente, la que dice: esto es lo que vas a vivir; Love Child es ideal para ello.
The Spin es la típica bomba de Koko Jean & The Tonics en directo que en este caso sí nos remite a estilos como el twist. Gonna Be A Party Tonight contiene un crescendo fabuloso y Too Good To Be True, una de mis favoritas, es un rock and roll con todas las de la ley. ¿Hablamos de ellas?
Me alegra lo de Too Good To Be True porqué la íbamos a descartar (risas). Esta y The Spin son toques míos, del rhythym & soul del que te hablaba antes. Son canciones que vienen de mí, como aquel Wait A Minute de The Excitements o Hair Whip (Do the Do), ya con The Tonics (nos canta una estrofa). Este tipo de ritmos son los que yo aporto a la banda, son los temas que ayudan a dar vida a los directos. Sé que funcionan, son hits, me cuesta poco escribirlos porqué me encanta que la gente baile. Primero fue la Macarena o el Bacalao, ahora es The Spin.
Too Good To Be True tiene lazos con el surf-rock que me encanta. Gonna Be A Party Tonight está inspirado en Stevie Wonder. Lo que me gusta de este disco es que cada tema te recuerda a algo, pero no sabes dónde ponerle el dedo y además va variando, no sabes con qué te vas a encontrar cuando acaba cada uno, es como un musical. Creo que Baraldés y yo escribimos musicales y no nos damos cuenta.
Es el arte de componer bien y todo consiste en tener talentos como Dani, Victor o Marc. No tenemos miedo de inspirarnos en otros músicos, queremos ofrecer una post-vida, una nueva alma (la nuestra), que al público le recuerde a alguien, pero que lo viva con nosotros. No robamos nada, simplemente lo hemos mejorado (risas irónicas). Sufrí mucho escribiendo este disco ya que todo está inventado ¿qué les puedo ofrecer?
La diferencia de nuestra banda con otras o cantantes de revival es que surfeamos con la música: cogemos una ola y vamos por allí, cogemos otra y nos vamos hacia otro lado.
Quizá la pieza más elaborada y con mayor compromiso social sea Frank’s Zone. Este Frank podría estar relacionado con freedom fighters tipo Malcom X. ¿Hasta qué punto estás implicada en este tema y cómo surgió la canción?
¿Hasta qué punto no estamos todos desencantados de esta vida y de sus desigualdades? Frank’s Zone está inspirada en la Zona Franca. Allí ensayamos desde nuestros inicios, en el ghetto, en una de las zonas más olvidadas de Barcelona es dónde nos salen nuestras mejores ideas y crecimos como grupo, en un cuchitril que ni te imaginas, en la Plaça del Nou. Es el lugar en el que ha salido la desesperación para crear nuestra música, lo que le ha dado alma y lo que nos ha mantenido juntos, por eso quise escribir este tema en honor a la Zona Franca. Se habla muy poco de esta área, es una parte escondida, los turistas ni la conocen y la gente que vive allá lo está pasando muy mal, la canción quiere reivindicarla, a ella y a todos los trabajadores, sean de la Zona Franca, del Raval, de Cornellá o Sant Boi.
Frank es nuestro superhéroe, el currante que abandona su “ghetto” para ir al centro de la ciudad y servir a los rusos que llegan en los cruceros y después se marchan tan tranquilos, él es el alma de Barcelona.
Luther King o Malcom X eran gente de clase media-alta, negros, pero acomodados y con estudios, la diferencia es que tenían dignidad para defender las libertades y a los más necesitados. Frank representa a la clase media de antes que se ha vuelto pobre, Frank somos todos, apunta: #todossomosfrank.
El disco termina con You Can’t Sit Down, un falso instrumental (termina con coros) que parece perfecto para un fin de fiesta.
Es como decir: ya os podéis ir a vuestras casas que esto ha terminado. Nos gusta grabar los discos como si fuera un directo, queremos que cuando nos escuchen en casa se acuerden de la actuación vivida. En todos los discos, con The Tonics, estoy contando una historia que empieza y termina, como ese musical que querría hacer con todas estas canciones. Un día lo haré realidad. Es mi sueño.
El trabajo aparece el 18 de octubre. ¿Cuándo empezarán los conciertos de presentación? ¿Tenéis alguna fecha contratada?
Empezamos ya. Tenemos Madrid, Zaragoza, Valencia, Barcelona, Bilbao y algún show más entre octubre, noviembre y lo que venga. Tenemos que recuperar pronto nuestro gasto. Vuestra promoción nos ayudará.
Así de clara y contundente es Koko-Jean Davis, una mujer con la que no pararías de hablar. Arrolladora, apasionante, sin pelos en la lengua, que aboga más por la justicia que por la manida paridad. Un torbellino que posee el encanto de una bruja sabia. Es tan inteligente que ha sabido rodearse de uno de los mejores tercetos que existen en el circuito europeo de black music. Junto a ellos ha grabado el que será, sin dudarlo un instante, uno de los mejores álbumes nacionales y, quien sabe, si internacionales de este 2024. Una grabación de altura para bailar y reflexionar. Love Child ha nacido para ello. No es poca cosa.
Autores de este artículo
Barracuda
Aitor Rodero
Antes era actor, me subía a un escenario, actuaba y, de vez en cuando, me hacían fotos. Un día decidí bajarme, coger una cámara, girar 180º y convertirme en la persona que fotografiaba a los que estaban encima del escenario.
