Leo con sorpresa que el nuevo disco de Iron Maiden, Senjutsu, es número uno de ventas de discos en España y también de vinilos. En Estados Unidos ha llegado al 3 en la lista Billboard, el número más alto de la banda en su historia. ¡A la vejez viruelas!, que dicen. Según también afirma la banda inglesa, es el disco más vendido en formato físico en los últimos 45 años. ¿Qué está pasando?
Vale que el público heavy es el más fiel del universo, pero sorprende que un grupo de este género y con su disco número 17 se alce con el primer puesto en las listas de ventas en un país en el que lo que triunfa es el trap, el reggetoneo o el pop de masas. Oigan, y yo que me alegro que los ingleses sean número uno, pero no deja de sorprenderme. Senjutsu significa en japonés, según una entrevista que Bruce Dickinson dio a Kerrang, “el arte de la guerra” o “estrategia y práctica”. Por lo visto, la discográfica se lo ha tomado el pie de la letra y ha iniciado una campaña para promocionar el disco que les ha salido bien.
Desde que salió el álbum, mi hermano Toni ha estado escuchando a los Maiden a todo trapo. Sí, es uno de los que ha adquirido copia física. Se une a los cds y vinilos que tenemos de la banda. De paso también se ha puesto a repasar a los clásicos. Y mientras tecleaba desde casa, mi lugar de teletrabajo, me he visto a mí misma tarareando y cantando el Run to the Hills, el Fear of the Dark o el Bringing Your Daughter… to the Slaughter mientras escuchaba como sonaba la música a través de la puerta de su habitación.
Hay mucha gente que cuando les hablo de mis pasiones heavies se sorprenden
En mi pasado heavy, Iron Maiden era una de las bandas que más me gustaban. Si hasta tengo los discos en solitario de Dickinson (me encantaba el Balls to Picasso). Tengo mis camisetas de la banda guardadas, están las pobres ya que casi es mejor darles pasaporte. Algunas las uso para dormir. Pero recuerdo perfectamente el momento en el que los Maiden entraron en mi vida. Fue en casa de mi tía Paca y mi tío Miguel, a través de la puerta de mi primo David sonaba una música atronadora que me atrajo desde el primer momento. ¿Qué era aquella música que no había oído antes en mi vida?
Al abrir aquella puerta al paraíso musical descubrí un nuevo mundo, una puerta al Olimpo del heavy metal. Mi primo había fotocopiado las portadas de los discos de los Maiden, las había coloreado y colgado de la pared. Recuerdo perfectamente la portada del The Number of the Beast con el Eddie manejando los hilos del demonio, cual marioneta. Esas portadas con Eddie siempre como protagonista me impresionaron. Me encantaba también la portada del Powerslave por la temática del Antiguo Egipto, una de mis épocas favoritas de la historia. Creo que empecé a convertirme en exploradora musical entonces. Porque no me he cansado nunca de abrir puertas que me llevaran a nueva música. Gracias David.
He visto a los Maiden unas cuantas veces. En solitario y también en diversos festivales. Por placer o por cuestiones laborales. Nunca me han defraudado. Ni al público tampoco. Aún recuerdo aquel Metalway en el que los Maiden iban a ser cabezas de cartel. La banda venía volando en su propio avión pilotado por el propio Bruce Dickinson, pero nos cayó tal tormenta que el festival se tuvo que suspender. Luego con mi buen amigo Jordi Vidal, fotógrafo de conciertos, hacíamos bromas sobre cómo habría aterrizado el bueno de Bruce el avión en pleno vendaval.
Pero me gusta la música y poco las etiquetas
Hay mucha gente que cuando les hablo de mis pasiones heavies se sorprenden. “No tienes pinta de heavy”, me dicen. Me parezco a un o una heavy como un huevo a una castaña. No tengo pinta de nada. Espera, sí. Tengo pinta de Anabel Vélez. Para qué negarlo. Pero me gusta la música y poco las etiquetas. Y aunque el heavy fue el género con el que empecé a meterme de lleno a la música y con el que empecé a comprar mis primeros discos, mi apetito por la música es tan amplio que decir que me gusta el heavy se queda corto, no, lo siguiente.
Aunque el heavy me encanta (no así el machismo que impera muchas veces en el género, de eso hablaremos otro día), mis gustos musicales son curiosos e insaciables. Y creo que es lo más sano, si te gusta la música. Dicho esto, enhorabuena a los Maiden por el número uno.
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