Sara Hebe (Trelew, Argentina, 1983), inmersa en plena gira europea, llega a la sala Apolo de Barcelona para presentar su nuevo EP, Beivip, y embelesar en directo a su público una vez más. Después de una trayectoria musical de quince años destacable por haber sacado cinco discos –entre los cuales La Hija del Loco, Puentera, Colectivo Vacío, Politicalpari y Sucia Estrella– Beivip amalgama rap, reggaeton, trap, y rock duro y electrónico.
El arco emocional e introspectivo por el que transita la rapera se puede recapitular en palabras llenas de carga simbólica como “deseo”, “sexualidad”, “hipnosis”, “noche”, “desamor”, “empoderamiento”. Acompaña la lírica, lejos de ser panfletaria, de su identidad imborrable de barrio combinada con su talante contestatario. A los y las asistentas, procedentes de distintos lugares del mundo y que esperan pacientemente en la zona roja del Apolo donde reina el humo, les une con creces la segunda condición.
En el mundo todo preso es político
Susana, de Gran Canaria, vestida con body negro, chándal elegante casi del mismo color y zapatillas es una de las espectadoras que conozco en el área rojiza e, indirectamente, reconoce que le divierte escuchar a Hebe porque interpreta en vivo sus canciones mostrándose accesible y cercana con el público, cualidades que, al fin y al cabo, la humanizan.
Puras Wachas abre el concierto a todo volumen y hay un verso que llama la atención: “En el mundo todo preso es político”. Tal y como explicó en una entrevista, con esta frase, extraída de un tema de Los Redonditos de Ricota, la artista quiere decir que una condena o una no condena supone un acto político.
¡Buenas noches Cataluña! ¡Un placer volver a verlos!, saluda fascinada con la acogida. Mexico es la siguiente que recita, ofreciendo unos versos que rebosan de ilusión y delirio con la idea de viajar al país.
El amor como capital y la bronca contra el genocidio
En el sencillo de dancehall Made In Taiwan, a diferencia de Mexico, Sara Hebe canta acerca de un amor desencantado y deshinchado que parece repuntar, al menos en el alma de los allí presentes, con el sample de Work, de Rihanna. Más adelante, sus fans se desatan eufóricos con Chiri y su reivindicativo Ya sé, en este sistema el amor es un capital. La desenvoltura con la que manejan el cuerpo, la libertad y el hecho de dejarlo abierto al destino hace que la multitud y la intérprete naveguen en sintonía.
Una versión punki de Hit the Road Jack, de Ray Charles, separa La Bronca de Tuve que quemar. En un espacio que, a nivel sonoro, empieza a asemejarse a una rave la rapera introduce ambas canciones con un alegato en contra de una parte de la clase política actual argentina que ensalza “la figura de los genocidas”, de aquellos que durante la dictadura detuvieron, secuestraron y mataron a los hijos desaparecidos de las Madres de Plaza de Mayo.
Feminismo y protesta contra la brutalidad policial
Sal Fina, el pegadizo “reggaeton antifa”, provoca un perreo comunitario hasta abajo. A este le sigue Amarre, que resulta ser el tema que más se aproxima al electropop comercial.
Historika, en cambio, representa una declaración de intenciones sin lugar a dudas. Los versos ¿Quién va a detenerte? / ¿La muerte, la edad o la idea?, así como el feminista De tan histérica, histórica y el Voy a ser presidenta son coreados con sentimiento y éxtasis. Acompasado con una letra contundente que denuncia la brutalidad y la impunidad con que el cuerpo policial opera cuando el pueblo se subleva contra el poder, A.C.A.B se instala en la pista al grito de “¡Fuck the police!”.
La cumbia urbana El Marginal, la cual figura en la serie argentina bateada con el mismo nombre que la canción y que ha cosechado el éxito internacional, resuena a posteriori. Del afán del personaje en la ficción por escapar de la cárcel y, de esta manera, recuperar la libertad Sara Hebe pasa a invitar a la gente a un Asado de Fa. En él compone sobre la historia de una comunidad de vecinos de Almagro, un barrio de Buenos Aires, en situación de posible desalojo.
Son temas de transcendencia social los que toca Hebe en sus poesías. De hecho, su rebeldía y soltura a la hora de tejer la lírica explican que no forme parte del mainstream. No obstante, a ella lo que le importa es que su repertorio lidere los movimientos sociales y las manifestaciones. Un propósito que responde a marcar una diferencia y lograr un cambio en la sociedad a través de su música, más allá de ser la número 1.
Autores de este artículo
Raquel Ashby
Aitor Rodero
Antes era actor, me subía a un escenario, actuaba y, de vez en cuando, me hacían fotos. Un día decidí bajarme, coger una cámara, girar 180º y convertirme en la persona que fotografiaba a los que estaban encima del escenario.
1 comentario en «Sara Hebe: Rap cumbiero, rock duro y reggaeton antifa»
Muy interesante la nota porque nos permite conocer un poco a esta increíble cantante tan versátil sin dejar de lado sus principios , sus shows en vivo son pura energía!