¿Quién tiene tiempo para escuchar un disco entero? ¿Y varios? Pero es que estos no son unos discos cualquiera, sino que son los mejores discos de julio y agosto. Desde los lanzamientos internacionales más sonados como los de Interpol o Beyoncé hasta los de artistas emergentes de proximidad como Subliminal. Y la lista sigue.
Tal vez no los escuches todos. No hace falta tampoco. Pincha en el preview de Spotify para ver un poco de qué va el rollo, lee su reseña y descubre algo nuevo. ¿Quién sabe? Quizá así a lo tonto descubras tu nuevo grupo favorito de la vida.
Si no tienes suficiente puedes ver todas las listas de mejores discos del mes.

SUBLIMINAL – El Presumit (2022)
Presumint de ser un xulo
La clau de l’èxit per conquistar l’escena urbana catalana és clara. Fan falta dues coses: tenir poca vergonya i ser un fashion icon. El Presumit és un disc que calla boques, i que crida a tots els que no van creure en Subliminal un «ja sabíem que érem bons però ara ens ho creiem». Parla d’esforç, d’amor, de desamor, de creure en un mateix i sobretot, de creure en el que fas. Es tracta d’un disc conceptual que explica com el protagonista es fa gran: a Radios i TVs, comença a triomfar, a Guapa, Espera, coneix a una noia que li agrada, a Foto Familiar, forma una família amb ella, y després a Hipoteca, aconsegueix pagar la casa, fins i tot la del gos, per acabar amb Lliure, Ocupat, on ja té tot el que volia. Kiwanavadí, confirma que els somnis es fan realitat i Tan de Barcelona mostra que fins i tot els més xulos, es poden posar tovets. El primer que escoltes en donar-li al play són els números 02 04 25 i… normal si no enteneu res, perquè és una data en clau. És el deadline que es va marcar en Marc (Subliminal) per retirar-se de la música. Deia que quan complís 25 anys el 2 d’abril, si no estava orgullós del que havia fet, ho deixava. Sincerament, després d’aquest àlbum, no entendria que no ho estigués, perquè és per estar-ho, i molt. Cada cançó comença amb un “Subli, Gala, Flavo”, i és que aquest projecte és tant de l’artista com dels seus productors. Quan treballes amb amics, més que un equip, formes una família, i això es nota. Cheff kiss pel team. I working, working, El Presumit és el resultat d’una feina ben feta, que incita a la festa, que et contagia bona vibra, i que si o si, s’ha d’escoltar amb amics.
El dijous 29 de setembre el tindrem en directe a Sidecar de la mà de Qualsevol Nit, juntament amb Aren i Cristina Len, per celebrar el nostre 5+1 aniversari. Per només 10€. A ells els hi mola el jaleo, i a nosaltres també 😉
Por Andie Contreras.

BEYONCÉ – RENAISSANCE (Columbia Records, 2022)
Todo está por inventar
Yo me atrevería a calificar RENAISSANCE como un álbum complejo, en tanto que representa una fusión y una reinterpretación, por parte de Queen B, de la música disco y el pop de la década de los 70 y los 80. Así lo demuestra la canción que cierra el primer acto, SUMMER RENAISSANCE, en la cual Beyoncé samplea el icónico I Feel Love de Donna Summer, o bien la segunda parte de PURE/HONEY, que recuerda al How Will I Know de Whitney Houston. La obra también recupera el funk en VIRGO’S GROOVE y en CUFF IT. De hecho, este último tema parece recoger los frutos de Earth, Wind & Fire. En I’M THAT GIRL, la balada up-tempo que inaugura el proyecto discográfico, es donde la diva se sincera sobre su identidad, sobre el hecho de que no es “la mujer de” ni los diamantes o las perlas, sino que se define por ser una chica que no buscaba tener tanto poder. Finalmente, RENAISSANCE se reencuentra con el afrobeat ya plasmado en Lemonade (2016) y, a su vez, a través de ALIEN SUPERSTAR o THIQUE vemos una vertiente más desconocida para el público de la cantante: el techno. En definitiva, se nota que Beyoncé ha aprovechado este tiempo alejada del foco mediático para meditar su propuesta artística y entregarla al mundo, sacándole toda la punta, con el propósito –ahora resuelto– de que se palpara su originalidad, a pesar de que nos invada la sensación de que todo está inventado.
Por Raquel Ashby.

BURNA BOY – Love, Damini (Atlantic Records, 2022)
La música del futuro
Te invitan a una fiesta y te ves no sabes ni cómo en la situación de tener que escoger la siguiente canción. Ha de ser animado pero chill, y no demasiado friki pero sí con un toque distintivo para quedarte con la peña. Podría ser cualquiera de Love, Damini que no fallarías. Brindaréis y celebraréis que la música africana está llegando a todos los rincones del mundo y que Burna Boy es su emisario. De Nigeria también son Wizkid, Yemi Alade y Omah Lay. Pero con su anterior trabajo quedó claro que él es el rey de África. Lo demostró además con una gira por varios continentes gracias a la cual actuó este verano en Primavera Sound para regocijo de sus fieles. En la setlist no faltaron sus máximos hits: On the low y Jerusalema (un remix que él ha mejorado respecto a la original). A la que ahora se sumarán probablemente las mejores de este disco: Kilometre o Last last. Una curiosidad: este disco cuenta con las colaboraciones de estrellas como Ed Sheeran, J Balvin y Khalid: pop, reguetón y hip hop. Mezcla todo y tendrás afrobeats, siendo este disco el mejor del género a día de hoy.
Por Paula Pérez Fraga.

EMINEM – Curtain Call 2 (Aftermath, 2022)
Del personatge artístic a la seva faceta més humana
Curtain Call 2 succeeix a Curtain Call: The Hits, un àlbum publicat el 2005 que també recopilava els èxits d’Eminem fins aleshores. Aquesta segona part continua posant de relleu la carrera monumental del raper en recordar cançons que van arribar a esdevenir himnes, com ara Not Afraid o Love The Way You Lie (feat. Rihanna). El doble disc recorre des del hip hop pur i el mainstream –n’és un exemple Lighters, col·laboració amb Bruno Mars– fins al rock de Cinderella Man i el rap alternatiu reflectit en Space Bound, tema en què l’instrument protagonista és la guitarra, la qual cosa li dona un toc folk. La balada més inesperada és la que interpreta amb Beyoncé, titulada Walk On Water. Tot i que no fou massa promocionada, resulta ser vulnerable i emotiva, en tant que Eminem sap quin impacte té en els nens, però alhora, tal i com pronuncia la solista a la tornada, no deixa de ser humà i de cometre errors com qualsevol altra persona que no ha estat mitificada. Al cap i a la fi, cau el seu personatge artístic divinitzat –un home dur que s’ha hagut d’enfortir per circumstàncies vitals complicades– i mostra una faceta en què l’orgull arrogant no hi té cabuda. A Higher, de fet, Eminem hi expressa un ego i una ambició que no responen a creure’s superior a ningú. Al revés, el que queda en evidència és que la seguretat en sí mateix i el voler superar-se cada vegada que sembla haver tocat el sostre del triomf resulta ser el que l’ha dut a la posició de poder de la qual gaudeix actualment.
Per Raquel Ashby.

STEVE LACY – Gemini Rights (RCA, 2022)
Un perfecto azul acuático
El nombre de Steve Lacy se había dejado ver aquí y allá: en 2017, con apenas 19 años, trabajó en la producción de DAMN., de Kendrick Lamar, uno de los álbumes de hip hop más relevantes de la última década. Dos años después lanzó su primer disco en solitario e influyó de manera crucial en el cambio de sonido de Vampire Weekend en The Father of the Bride, uno de los discos más celebrados de todo el 2019 —y un poderoso giro de trayectoria para la banda neoyorquina liderada por Ezra Koenig—. El aterrizaje de Gemini Rights es todo lo espectacular que se podía prever: aquí ya no tenemos al Steve Lacy en bruto de Apollo XXI, su primer disco —del que, de todos modos, se desbordaban las ideas—, sino a un músico plenamente consciente de sus capacidades, capaz de enroscar un rhytm and blues más o menos clásico con ese afrobeat que le regaló a Vampire Weekend y el sello evidente del hip hop contemporáneo del que procede —no en vano, Lacy nació en Compton—. El disco es una explosión de texturas, un alarde de virtuosismo en la producción y, sobre todo lo demás, una fuente ingobernable de vitalidad.
Por Adrián Viéitez.

DEMI LOVATO – Holy Fvck (Island Records, 2022)
Demi se enfada
Después de anunciar el “funeral para su música pop” a través de sus redes sociales, Demi Lovato lanza su octavo disco de estudio volviendo a sus raíces más pop/rock que pudimos escuchar en sus dos primeros trabajos, Don’t forget (2008) y Here we go again (2009), cuando aún era estrella Disney. A lo largo de las 16 canciones que componen el álbum, toca temas que parece que son recurrentes en su vida, como la adicción sobre la que llevamos años leyendo titulares. En Freak, el track de apertura, habla sobre la obsesión de la cultura de las celebridades y como se siente constantemente protagonista de un espectáculo. Ese sentimiento se puede relacionar con su frustración con las expectativas que se tiene de Demi, habiendo empezado como fenómeno adolescente Disney y ahora ya una persona adulta. Sus relaciones también están presentes, tanto de manera retrospectiva en 29, o actuales, en City of Angels o Bones. La increíble habilidad vocal tan característica no deja de sorprender una vez más en Holy Fvck. Es un álbum que tiene un tono enfadado general, pero que la canción que cierra, 4 ever 4 me tiene un tono optimista, como si quisiera decir “me enfada todo esto, pero lo dejo atrás y veo un futuro mejor”.
Por Lídia Moreno.

MUSE – Will Of The People (Warner Music, 2022)
Buscando el nuevo The Resistance
Cuatro años después de su último álbum, Muse vuelve a la carga con Will Of The People, un álbum cocinado en pandemia que aspira a ser una especie de popurrí de autohomenaje a lo mejor de la trayectoria de la mediática formación. Sin embargo, a la hora de la verdad, se queda en poquita cosa. El clásico histrionismo barroco de la banda británica vuelve a ser presentado con los ingredientes habituales: pesados riffs de guitarra, estruendos de influencia dubstep, pinceladas de rock sinfónico y la inconfundible voz de Matt Bellamy jugando a la ópera. Incluso se mantiene los teclados ochenteros que aparecieron en su reciente Simulation Theory (Warner Music, 2022) en Compliance, seguramente el corte más destacado y pegajoso del disco. Todo ello, para volver a avisarnos (por enésima vez) del acercamiento inexorable de una crisis sistémica y casi apocalíptica, el peligro del mal uso de las nuevas tecnologías o la necesidad de un levantamiento popular a nivel mundial, aunque sí es cierto que en esta ocasión presentan un enfoque más positivo y por momentos incluso esperanzador. Ahora bien, a diferencia de otros trabajos como el celebrado Black Holes and Revelations (A&E Records, 2006), en Will Of The People las descontroladas dosis de épica y el tono siempre grandilocuente de la banda no se corresponde con el resultado final de su obra. Euphoria deja buenas intenciones pero no explota, Kill or be killed suena repetitiva y tópica, mientras que You make me feel like it’s Halloween roza por momentos la autoparodia. Por contra, la clara influencia de Queen convierte a Liberation en de lo poco salvable del LP. Da la sensación de que 13 años después siguen a la búsqueda de un nuevo The Resistance.
Por Pere Millan.

JAMES BAY – Leap (Republic Records, 2022)
Introsprección postivia
¿Cómo sería escuchar el diario de alguien, que nos canten sus inseguridades, sus batallas con su autoestima, la soledad, el intentar mantener la esperanza cuando todo está perdido? Leap es esto precisamente, la parte más íntima de James Bay pero que también nos muestra una cara positiva, el camino de sanar, de la alegría y la felicidad que puedes encontrar después de pasar por altibajos de la vida. Aunque ya en sus otros dos trabajos era común que nos mostrará sus sentimientos, se podría decir que ahora se desnuda al completo, su parte más vulnerable. Pero eso no significa que sea un álbum lleno de temas tristes, ya que, según él, es lo “más positivo” que ha escrito hasta la fecha. Esto, sin embargo, no es sinónimo de un “cheesy pop”, sino que vuelve al estilo con el que empezó, con su voz como principal elemento y, en general, acompañado de una guitarra o piano y algún instrumento más. Podría recordar también al estilo de Ed Sheeran en sus inicios. Hay que decir que el sonido general es muy similar, quizás demasiado, ya que se pueden llegar a hacer largos los 43 minutos que dura el disco.
Por Lídia Moreno.

STELLA DONNELLY – Flood (Secretly Canadian, 2022)
La necesidad de hablar suave
En estos últimos tres años de cuando en cuando aparecía en mi cabeza uno de los discos de indie pop mejor escritos y más inteligentes de que haya tenido el placer de escuchar recientemente: Beware of the Dogs, el debut de la cantautora australiana Stella Donnelly, un álbum lleno de letras mordaces y rabiosas camufladas bajo canciones suaves y veraniegas. Cada vez que volvía a mi mente tenía que volver a escucharlo y volver a pensar cuándo llegaría su sucesor. Finalmente con nosotros, en Flood Stella Donnelly toma la decisión de no repetir temas y sonidos con los que quizá ya había dicho todo lo que tenía que decir al respecto, cambiando la guitarra por el piano como instrumento principal de sus composiciones y optando por canalizar calma en su música, más atmosférica, dando lugar a una álbum por contrapartida sorprendentemente bello, pacífico, grácil.
Por Miguel Lomana.

NICK CAVE – Seven Psalms (Bad Seed Ltd. / Goliath Entertainment, 2022)
La forma apocada del Dios del silencio
La carrera de Nick Cave —e, indisociablemente, de sus Bad Seeds— ha estado marcada por cierta lucha conceptual entre lo divino, cualquiera que fuese su forma posible, y el rastro de lo malvado. La presencia del Dios cristiano en los trabajos del músico australiano ha sido siempre más o menos ambigua, en la medida en que sus aproximaciones al ámbito de lo religioso quedaban abiertas hacia una comprensión más laxa de los iconos sagrados, con una marcada querencia por el mundo clásico pero también por la naturaleza y el otro amado que, especialmente en The Boatman’s Call, devenía figura sacramental. Sabemos que en los últimos años la religiosidad de Nick Cave se ha vuelto más literal: si después de la trágica muerte de su hijo Arthur en 2015 aparecieron Skeleton Tree y Ghosteen, los dos álbumes más entregados al aspecto místico de toda la trayectoria de Cave y los Bad Seeds, ha sido tras el fallecimiento de otro de sus hijos, Jethro Lazenby, cuando el giro hacia la liturgia se ha vuelto ya explícito. Estos Seven Psalms son pequeñas piezas de cámara en las que Cave recita, con el eco de una leve música de acompañamiento, textos que se pueden leer como variaciones sobre los salmos bíblicos. El trabajo con la textura y los paisajes sonoros propios de los Bad Seeds se deja aquí de lado: Cave se manifiesta solo frente al giro absurdo de la fe, ante la cámara vacía de la piedad. Y cuando dice —casi susurra— “such things should never happen, but we die”, capitula una forma de enfrentarse al abismo. Al final de los siete salmos se alza una composición más larga, que rebasa los diez minutos, puramente instrumental: hasta cierto punto alcanzan las palabras, después…
Por Adrián Viéitez.

JACK WHITE – Entering Heaven Alive (Third Man Records, 2022)
Otra sorpresa muy agradable
Jack White ha estado lleno de sorpresas este verano: sorprendió a los asistentes de Glastonbury con un set secreto, pidió matrimonio espontáneamente a su novia durante un concierto en Detroit y, lo ha hecho todo con un llamativo peinado azul. Pero estos acontecimientos son meros adornos de sus mayores logros musicales este año, tras haber regresado de su lanzamiento de 2018 Boarding House Reach con un magnífico álbum doble, Fear of the Dawn y Entering Heaven Alive (siendo este último el más destacado de los dos en lo que a música se refiere). A pesar de hacernos pensar que podría tratarse de un álbum de rock clásico, con el tema inicial A Tip from You to Me pareciendo un homenaje a los años 60, en el segundo tema nos lanzamos a la excentricidad e imprevisibilidad que normalmente esperamos de White. All Along the Way abre con un solo de guitarra, pero pronto se transforma en una canción que incorpora aspectos del rock, el reggae y el ska. Este eclecticismo es evidente en el resto del álbum, en el que White se adentra en el jazz, el blues e incluso en algún piano y violín de sonido clásico, por no mencionar el tema más absurdo del álbum, Queen of the Bees, que nos recuerda a canciones como Ob-La-Di, Ob-La-Da o Piggies del White Album de los Beatles. Nuestro álbum parece alcanzar su punto álgido con el tema I’ve Got You Surrounded (With My Love). Muchos de los diversos instrumentos, géneros y opciones estilísticas que aparecen antes, sí armonizan en este tema y entablan un diálogo maravillosamente elaborado con la voz de White. Definitivamente, Jack White nos ha vuelto a sorprender con este álbum, y yo personalmente estoy deseando ver qué más se saca de la chistera.
Por Scarlett Reiners.

INTERPOL – The Other Side of Make-Believe (Matador Records, 2022)
Elegante madurez
Interpol ha sido y es una de las bandas de rock independiente más interesantes de los últimos 20 años. Precisamente por ello, cada nuevo lanzamiento que los neoyorkinos realizan se analiza como una especie de plebiscito sobre la vigencia de la banda, e incluso de la escena post-punk revival que ellos mismos abanderaron a inicios de siglo con el casi mitológico Turn on the bright light (Matador Records, 2002). En el caso del The Other Side Of Make-Believe, los estadounidenses consiguen por fin reciclar la agresividad y la rabia que contenían antiguos trabajos como Marauder (Matador Records, 2018) y convertirla en un nuevo enfoque mucho más maduro y, sobre todo, melancólico en el que el piano gana presencia. Todo ello, sin renunciar a la distorsión o a la oscuridad sonora y estilística que ha caracterizado siempre a la banda. Y la verdad es que esta nueva fórmula les funciona. Los calculados medios tiempos de Tony, Fables o Something Change le dan un nuevo aire favorecedor a la formación, mientras que, por momentos, los juego de guitarras de Into the Night o Gran Hotel nos trasladan a sus mejores años. En definitiva, The Other Side Of Make-Believe es un álbum muy sólido, tremendamente elegante, pero que por momentos puede pecar de tristón y plano.
Por Pere Millan.

OSEES – A Foul Form (Castle Face, 2022)
Enganchados al botón de shock eléctrico
Con un ritmo de trabajo y una manera de hacer las cosas solo igualada por sus coetáneos King Gizzard & The Lizard Wizard, Osees (la última deformación de su nombre tras haber sido Oh Sees, Thee Oh Sees, OCS, etc.) han conseguido hacer de la constante sorpresa e impredecibilidad su modus operandi, su modo de existir. Tanto, que quizás lo más chocante ha sido la falta de noticias sobre un nuevo álbum durante todo 2021 y la mitad de este año tras el delirio kraut de sus cuatro discos publicados en 2020. Eso sí, fieles a ellos, este A Foul Form es otra sorpresa que devuelve todo a la normalidad: un álbum puramente punk (el más breve de su carrera) que desecha la deriva prog de sus últimos trabajos en favor de hacer una especie de disco homenaje a la escena anarcho-punk de los 80 de grupos como Crass o Rudimentary Peni (versionados aquí en el tema que cierra el álbum). Así, entre canciones como exabruptos, casi todas por debajo de dos minutos, sucias, gritadas, separadas por interludios de ruido de estática, John Dwyer da rienda a la versión más destructora y electrificante de su banda.
Por Miguel Lomana.
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