Con ese retraso picarón que hace que una sala se anime y se impaciente arrancaban pasadas las 22h Javier Vargas y su blues band. Si bien La Nau de Barcelona no se llenó, sí reunió a una buena parroquia de fieles seguidores del guitarrista madrileño adoptado por las américas. Más de 150 personas se acercaron la noche del viernes a la sala del Poblenou para ver en directo a Javier Vargas, a su banda y a un invitado muy especial: John Byron Jagger, sobrino del mítico frontman de los Rolling Sones. Con él grabó el LP Move On, publicado este 2019 bajo el nombre Vargas & Jagger y que presentaban en Barcelona anoche junto con otros clásicos de su repertorio y algunas sorpresas que guardaron para el final.
Decir que fue una noche de blues sería cierto, pero sesgado. Su veteranía y su catálogo permiten a la Vargas Blues Band moverse con aplomo por gran variedad de matices en el género. En una primera parte del concierto basada en repertorio propio, Vargas y compañía entonaron ese blues puro en títulos como Last Night, Let It go o Black Cat Boogie y ofrecieron las primeras pinceladas latinas de la velada con Para Guarachar y Sácalo, su versión en español del crossover Chill Out (Things Gonna Change) de John Lee Hooker con Carlos Santana.
Con casi todas las cartas sobre la mesa y un público ya entregado, Vargas compartió el último tramo con su invitado de lujo John B. Jagger para culminar la fiesta con canciones de Move On, su trabajo conjunto… Y mucho más.
Blues Latino, que arrancaba esta segunda mitad de la noche, es, como apunta acertadamente Mariskal Rock, la Europa de Santana de Javier Vargas. Hermosa, lenta y profunda, ofreció un momento de reposo y recarga de fuerzas para lo que se venía. Con Jagger ya completamente metido en el show la banda canalizó a los Stones en un curioso mashup de Sympathy For The Devil con fragmentos de Muévete de Rubén Blades, que consiguió poner al público de La Nau en ese ‘mood’ de celebración que sólo el hit de los Rolling y los grooves latinos inspiran. Como no podía ser de otra manera, fue John Byron quien cogió las riendas del temazo con los bailes y el desparpajo que le vienen ligados, necesariamente, a su apellido, además de con un ‘spanglish’ más que digno.
Como ya adelantábamos, la segunda parte del show versaría en el material del álbum de Vargas & Jagger, del que repasaron, además de ‘Sympathy vs. Muévete’, Where do we go from here? o Funk hell, uno de esos temas de clásicos que nunca defraudan al público blues-rockero. Un público que, por una parte, debió echar de menos alguna canción más de Move On pero que, por otra, llevaba ya cerca de hora y media de blues eléctrico, groove latino, ‘turnarounds’ y ‘licks’. El ánimo estaba por las nubes y todavía faltaba el clímax final.
Por la historia y la naturaleza del género, no hay mejor manera de poner el broche final a una noche que homenajeando a los artistas sobre los que su tradición se apoya. Así lo hicieron Javier Vargas, John Byron Jagger y su banda con excelentes covers de Honky Tonk Women de Sus Satánicas Majestades, King Bee y Little Queenie de los históricos Muddy Waters y Chuck Berry, respectivamente; y hasta de Pappo, seguramente el bluesman argentino de mayor alcance mundial. Justamente del mismo Pappo es una de las frases que más fuerte coreó el público barcelonés: “que buena estuvo la fiesta en el club de blues local”. Define perfectamente el concierto de la Vargas Blues Band del pasado viernes.




Autores de este artículo

Toni Delgado Abellan

Sergi Moro
Desde que era un crío recuerdo tener una cámara siempre cerca. Hace unos años lo compagino con la música y no puedo evitar fotografiar todo lo que se mueve encima de un escenario. Así que allí me encontraréis, en las primeras filas.