Eunice KathleenWaymon (1933-2003), Nina Simone para la posteridad, nunca fue una cantante de jazz. No ya tan solo porque lo dijera Sonny Rollins, y su repertorio despeje dudas, ella misma no percibía esa adjetivación. Prefería que la encasillaran en el folk o en el blues si había necesidad por hacerlo. Su vocación real fue la de ser una concertista de piano clásico, la faceta de cantante le llegó casi por casualidad. Si no lo consiguió, nunca fue por falta de destreza. En aquella época peliaguda para la gente de piel negra, ese objetivo era una quimera. Sin embargo, fue tal la categoría que atesoraba como artista que el éxito le llegó por otros caminos, igual de dignos, hasta convertirse en una ‘freedomsinger’, extraño término aunque definitorio de su libre estilo.
Sobre Víctima de mi hechizo –Memorias de Nina Simone–
I putspellonyou –The autobiography of Nina Simone– (PantheonBooks, 1992), es el título original de Víctima de mi hechizo –Memorias de Nina Simone–, obra publicada a finales de 2o18 por Libros del Kultrum, editorial de reciente aparición que promete depararnos grandes momentos de gloria.
A la llamada Suma Sacerdotisa del Soul, le costó casi treinta años escribir su autobiografía, a pesar de tener al lado a Stephen Cleary quien le sirvió de consejero, confidente y guía. Veintiséis años más tarde, llega a nuestras manos esta excelente traducción de Eduardo Hojman que viene para llenarnos el espíritu con la historia de tan genial como incomprendida intérprete. Memorias apasionantes, sinceras, de una trayectoria que tuvo un único objetivo: alcanzar la libertad total.
Lógicamente como en cualquier relato autobiográfico el agua acaba llegando a tu molino. Aunque en el caso de la luchadora de Carolina del Norte la franqueza reluce. Critica tanto a quienes la ofendieron como a sí misma, su talante un tanto arisco le proporcionó más de un contratiempo, Eunice, sincera, no esconde este y otros aspectos de su carácter.
Ahondar en sus páginas es desenterrar la infancia, las eternas desavenencias con su madre, de fuertes sentimientos religiosos; ser cómplice del éxito y abatirse con el fracaso; jugar a confesores de amores y desamores, sintiéndolos algo nuestros. Así mismo, es involucrarse firmemente en el que nos parece el punto de inflexión del relato: la militancia contra la segregación racial. El a menudo belicoso activismo pro derechos civiles cambia su perspectiva vital, apareciendo la Nina más insurrecta. En ese momento crucial aparecen himnos como Mississippi Goddam o To be young gifted and black, que se convertirían en himnos de batalla. El viaje es mucho más extenso y ahora le toca al ávido lector escudriñar en él.
Libro obligatorio para conocer a una estrella que, más allá de sus conocidas virtudes artísticas, tuvo agallas para combatir un azote que todavía sigue dejando profunda huella. La lucha debe continuar. Nina Simone les debe seguir removiendo la conciencia.
Sobre Libros de Kultrum
Después de las experiencias con Global Rhythm Press y en Malpaso Ediciones, el infatigable editor y melómano Julián Viñuales retorna a la cancha con ánimos renovados. La nueva y excitante misión lleva el citado nombre de Libros del Kultrum. Feliz regreso a la edición artesanal, casi arqueológica, alejada completamente de las posiciones mercantilistas dominantes. El primer latigazo ha sido el imprescindible Reacciones psicóticas y mierda de carburador del gigantesco periodista Lester Bangs. Una colección de artículos sobre rock y pop impensables de realizar hoy en día por su contundencia e incorrección. Para el futuro nos promete Hipsters inminentes de Donald Fagen (Steely Dan) y I, me, mine de George Harrison, dos perlas ineludibles.
De momento la actualidad va de la mano de la sacerdotisa Simone y no la deben dejar escapar. Hechizo asegurado.

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