Deja de hacer scroll en el menú de contenidos de tu plataforma de streaming para decidir qué película o serie quieres empezar a ver. Seas o no fan de los documentales musicales, seas o no fan de ‘Amaia de España’, tienes que ver Una vuelta al sol. Maravillosamente grabado y editado, con covers que te ponen la piel de gallina como hilo narrativo, trata sobre el viaje de una heroína para cumplir su objetivo: hacer un disco que contenga su verdad. Son 50 minutos que brillan con luz propia.
La verdad es que las expectativas del primer trabajo discográfico de la ganadora de Operación Triunfo 2017 eran altas. Por dos motivos. El primero, por qué Amaia demostró durante el paso por el concurso su enorme dominio, talento y sensibilidad por la música. Y el segundo, por su carismática personalidad, que enamoró a todo el mundo. Desde que se erigió como ganadora de OT hasta que la publicación de Pero no pasa nada (Universal Music Spain, 2019), pasó solo un año. No obstante, no es un año cualquiera. Es un año intenso, en el que Amaia, con veinte años, se independiza en Barcelona, estudia para sacarse el grado superior de piano en el conservatorio del Liceu, y viaja a Nueva York, Chile y Buenos Aires para grabar su primer disco. Y todo esto mientras se va descubriendo a sí misma.
Inicialmente, la idea de la productora Vampire Films, asociada al sello del Primavera Sound, era grabar una pieza corta a modo de videoclip para la canción Un nuevo lugar en Nueva York, donde Amaia estaba trabajando con el músico y productor Raúl Refree. Sin embargo, Marc Pujolar, el director del documental, ha explicado en una entrevista en El món a Rac1 que “Amaia es una tía que emociona muchísimo, tanto encima de un escenario como en la vida real, y esto es oro para un cineasta”. Además, el proyecto despertó el interés de distintas plataformas y al final decidieron grabar más material para un documental sobre el proceso de creación del disco.
No obstante, Una vuelta al sol es mucho más que eso. Es el retrato de una artista joven, muy inteligente, con un mundo interior increíble y un gran talento, que está en constante lucha con la indústria de la música por hacer lo que realmente quiere. No tiene prisa y no quiere hacer nada que no le convenza. Si trabajar junto a Raúl Refree, uno de los productores más aclamados del país, no le convencía porque estaba saliendo algo demasiado experimental para ser su primer álbum, pues se dice y no pasa nada. Y esto demuestra que es una persona muy segura de lo que quiere y de lo que no, y que está realmente comprometida con su carrera artística y con la música. Quería hacer un disco de pop, y le pidió a Santiago Barrionueva, cantante de Él mató a un policía motorizado, que fuera su productor. Y el resultado fue un trabajo discográfico más orgánico y sencillo, un punto de partida con el que se siente a gusto y que le permite evolucionar. Por suerte, parece que tenemos Amaia para rato.
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