En el discurso de Belako la duda no tiene lugar. Cris Lizarraga responde serena y convencida, sin dejar paso a posibles interpretaciones o lecturas entre líneas. Su expresión dice ‘es lo que es y no hay vuelta de tuerca’. Nos vimos después de su último concierto en Razzmatazz, ahora vuelven a Barcelona: 13 de marzo en el Hivernacle del Poble Espanyol. Y no vienen solos, pues acompañan a Crystal Fighters en una gira que comienza hoy mismo en A Coruña y que pasará por Madrid, Zaragoza, Berlín y Londres, entre otros.
Siempre se dice que la música en vivo suena mejor pero es que vosotros parecéis un grupo distinto.
Sonamos muy distinto porque creemos que es una manera diferente de expresarse. Alguna vez habíamos dicho que valdría la pena intentar que el disco suene como el directo. Pero finalmente decidimos que no tiene nada que ver y preferimos que siga siendo así.
Y la misma forma de prepararlo supongo que también será distinta. La cuestión es que le metéis mucha caña. Me da la impresión de que este disco es más guitarrero que el anterior y a su vez del anterior.
Lo hemos grabado de manera distinta, con nuestro técnico de directo Iñigo Irazo en Vera, un pueblo que está entre la frontera entre Navarra y Francia. Él entiende muy bien ese concepto guitarrero nuestro. Este disco quizá tiene más feeling de directo porque además lo grabamos en analógico y los temas tienen más descaro.
¿Y cómo sentís el paso del tiempo y vuestra evolución, tanto en vosotros mismos como en vuestra música?
Nosotras creemos que con cada año, cada viaje, cada gira… aprendemos nuevas cosas, y eso luego se ve reflejado en los temas. Por eso ahora tenemos muchísimas ganas de ponernos a preparar lo próximo. Es una incógnita lo que pueda salir de ahí. Pero seguro que es un reflejo de lo aprendido.
Desde nuestra perspectiva de primer mundo observamos ciertas problemáticas, pero lo único que hacemos es eso: observarlos y seguir con nuestras vidas
Y habéis reducido el uso de sintes. Curioso porque creo que era de las cosas que más llamaron la atención de vuestro álbum debut.
Esto se ha visto muy condicionado por las giras. Hace un año hicimos un tour muy grande, desde Rusia hasta Japón, Corea del Sur, México, Estados Unidos, luego Europa… Para optimizar, como es más caro, más pesado y más de todo, quitamos el teclado. Cambiamos el formato y nos sentimos cómodas con ello. Y pues así hemos tirado.
Supongo que tendréis mil anécdotas.
Nos ha pasado un poco de todo. Cuando cualquier persona que viaja, aunque sea por placer, siempre está expuesta a una parte que se escapa del control, de lo previsible. Y a nosotras nos ha pasado, pues yo que sé… cruzamos la frontera de Tijuana a pie, por ejemplo. Ahí sientes los contrastes entre dos mundos. Es un aprendizaje continuo. Una cosa que nos pasó así muy heavy es que nos robaron todo el material en Austin. Tocábamos en México después y tuvimos que tirar de colegas de México que tenían instrumentos. Y después haciendo escala a Lander le robaron el pasaporte y no pudo volar. Estados Unidos es muy complicado, es un país para no perder el pasaporte.
Me imagino. Vuestro nuevo disco es una reflexión sobre la violencia. ¿Se podría decir que esta idea funciona como un hilo conductor y que el conjunto es un álbum conceptual?
Cuando fuimos construyendo los temas nos dábamos cuenta de que esa era la temática que los unía. Y el tema que le da título al disco, Render me numb, Trivial Violence, Trivial Violence son las iniciales de TV, pero pensamos en los medios en general. Desde nuestra perspectiva de primer mundo observamos ciertas problemáticas, pero lo único que hacemos es eso: observarlos y seguir con nuestras vidas. Y es esa sensación de que se está derrumbando todo pero que lo estamos viendo desde un cristal.
Y que tampoco hacemos mucha cosa.
Exacto. No se pasa a la acción.
Es necesario que se normalice el hecho de que seamos tantas mujeres como hombres sobre un escenario
Y además en todo el álbum se nota cierta responsabilidad social, ¿no? Me gusta porque cantáis contra la homofobia, el racismo, las guerras… Creo que muchos artistas están cogiendo esta onda de remover conciencias.
Yo creo que hay un despertar social general en nuestra generación. Igual ha habido un tiempo en el que la música concienciada con la política cumplía con ciertos estereotipos. Pero ahora no hace falta hacer un punk rabioso para meterte con movidas.
O un cantautor…
Exacto, no tiene por qué ser canción protesta. Yo creo que es un por un sentimiento de responsabilidad. Al final es una sinergia. A tu lado la gente se está uniendo y se está preocupando, por lo menos señalando lo que está mal. A nosotras se nos haría imposible no hacer nada.
Pero no todos los artistas tienen esta conciencia.
A nosotras nos vino porque nos dimos cuenta de que, al contrario que mucha gente de nuestra edad, en nuestro trabajo va implícito que la gente te escuche. Por un lado impone, porque tienes que tener cuidado con cómo te expresas. Pero por otro lado pensamos que, desde la humildad, tenemos que aprovecharlo.
Perfecto. Pero hay gente, pienso en algunos influencers, que tiene voz y solo la aprovechan para vender pintalabios. Es más: envían mensajes como que no es necesario estudiar para triunfar.
Las nuevas generaciones tienen acceso a todo tipo de mensajes, opiniones y estilos de vida. Parece que muchos jóvenes aspiran a ser influencers y youtubers. Este tipo de nuevos trabajos que surgen es una respuesta de nuestros tiempos contra los cuales no tengo nada, pero es verdad que las aspiraciones o los códigos cambian. Y lo mismo que nosotras mantenemos las guitarras, mantenemos un poco el espíritu peleón.
Yo tampoco estoy en contra de estos nuevos trabajos. Solo creo que esta gente, influencers, youtubers, blablabla, tienen una responsabilidad con la gente.
También hay que creer en la responsabilidad ciudadana. Por muchos estímulos que recibamos tenemos que confiar en la inteligencia y el buen juicio de las personas. Nosotras no lo hacemos desde una perspectiva aleccionadora si no mucho más humilde.
Habéis dedicado el concierto a los casos de violencia y feminicidio en España. Y además hablas en Belako sois dos mujeres y dos hombres, pero hablas en femenino.
Es algo que también es parte de lo aprendido hasta ahora. Antes no lo hacíamos y con el tiempo nos hemos dado cuenta. Pensamos: ‘por qué no, si somos mitad y mitad’. Creemos que es una manera muy sencilla y pacífica de reivindicar una desigualdad.
Me gusta. En la industria de la música últimamente parece que hay movimiento: la asociación MIM, que este año el cartel del festival Primavera Sound sea paritario… ¿Cómo lo ves?
Necesario. Me parece muy positivo porque ya se está dejando de hacer debate y se está pasando a la acción. Es necesario que se normalice el hecho de que seamos tantas mujeres como hombres sobre un escenario. Y ya no solo sobre el escenario, sino las personas que trabajan alrededor de un escenario.
Acabamos con un cuestionario si te parece bien: ¿Me podrías recomendar una película?
El remake de Suspiria. Lo he visto hace dos días y aún estoy flipando. Se lo he recomendado a todas mis amigas porque me parece que es una obra maestra. La banda sonora de Tom Yorke, que además yo soy muy fan de Radiohead, me maravilló.
¿Serie?
Heridas abiertas, de HBO, protagonizada por Amy Adams. Es una especie de mezcla entre True detective y La casa de Bernarda Alba. Me parece impresionante esa serie, me encanta. Todos los roles femeninos son muy potentes y tienen mucha garra.
¿Y libro?
Un clásico: Cándido, de Voltaire. Me gusta porque tiene muchas cláusulas filosóficas dentro.
Autores de este artículo
Paula Pérez Fraga
Víctor Parreño
Me levanto, bebo café, trabajo haciendo fotos (en eventos corporativos, de producto... depende del día), me echo una siesta, trabajo haciendo fotos (en conciertos, en festivales... depende de la noche), duermo. Repeat. Me gustan los loops.